Crisis política en Sonora, por "decisiones torpes y cerrazón" del gobierno panista

Sonora vive una crisis política y de gobernabilidad ante los malos manejos, la falta de canales de entendimiento con la ciudadanía, las decisiones torpes y la cerrazón de la administración del panista Guillermo Padrés ante las protestas contra el impuesto a la tenencia vehicular, y si no hay marcha atrás habrá una confrontación sin precedentes ni retorno, coincidieron activistas y académicos de esta entidad.

"Hay una crisis política en aumento y también soberbia de quienes ejercen el poder, la cual resulta anticuada, porque este es un gobierno como los priístas clásicos, setenteros, de (Luis) Echeverría, José López Portillo, autoritarios, de un pragmatismo burdo y caciquil", dijo Nicolás Pineda Pablos, profesor e investigador del Colegio de Sonora, del Programa de Estudios Políticos y de Gestión Pública.

Después de 70 años del PRI en el gobierno, agregó, se logró la alternancia con Acción Nacional y Padrés Elías llegó al gobierno estatal, y empezó con gran capital político y social, pero todo se desvaneció al ejercer la autoridad con incumplimientos, como el de la tenencia vehicular, y mentiras, convirtiéndolo en una administración no seria, "por ponerlo en palabras suaves".

Pineda Pablos señaló que al gobernador ya no se le cree, después de enarbolar la bandera de no más impuestos ni tenencia vehicular durante su campaña, lo que le ayudó a triunfar en 2008. Ahora el video de su discurso en el que planteó esta promesa es difundido por sus detractores para exhibirlo.

–(Los panistas) ¿se enfermaron de poder?

–No sé si se enfermaron o así venían porque el poder fue un catalizador. Luego de llegar al gobierno estatal, de ser oposición y críticos, padecimos lo que se le señaló al PRI a nivel nacional, lo mismo que se le achacó a Enrique Peña Nieto: simulación, desviación de recursos y una especie de querer avasallar, doblegar, de poco o nulo respeto al elector, como si fuera un PRI exacerbado.

En Sonora, un amplio sector ciudadano ha realizado protestas masivas luego que el gobernador propuso a los legisladores, y éstos aprobaron, la creación del impuesto de 3 por ciento a la tenencia de vehículos hasta de 10 años de antigüedad. Ante el repudio social, la Comisión de Hacienda aprobó derogar esta ley, lo que será sometido al pleno, y para eso la Comisión de Régimen Interno deberá convocar a periodo extraordinario, lo que podría darse la semana entrante.

El gobierno estatal aseguró que este gravamen le permiti- rá captar alrededor de 700 millones de pesos, realizar obra pública y recibir recursos adicionales de la administración federal. El mismo mandatario e integrantes del gabinete han insistido en que no aplicar el impuesto quebrará las finanzas y cancelará obras y programas.

Para evitar el cobro a la tenencia vehicular, el lunes pasado las organizaciones Movimiento Ciudadano No Más Impuestos y Sonora Ciudadana entregaron al gobierno del estado una propuesta de reordenamiento financiero y fiscal para ahorrar mil 325 millones de pesos de gasto público, que incluye congelar sueldos a funcionarios y descontar hasta un 50 por ciento a las percepciones de los diputados, y captar 791 millones 420 mil pesos al año en impuestos a empresas mineras y casinos.

Además, unos mil 200 ciudadanos integraron expedientes para solicitar amparos ante jueces federales y tres juzgados ya otorgaron otras tantas suspensiones provisionales, lo que no tiene precedentes en esta entidad.

Insurgencia ciudadana

Para Felipe Mora Arellano, maestro en sociología y catedrático del Departamento de Sociología y Administración Pública de la Universidad de Sonora, hay una crisis política incipiente en la entidad y aunque hay salidas no espera que el gobierno de Padrés se detenga a ver las exigencias ciudadanas y corrija el rumbo.

“El gobernador tiene una personalidad megalómana y se antoja difícil que dé un golpe importante en el timón, por su soberbia. Desde el inicio su discurso fue ‘antes de mí, el diluvio, conmigo el paraíso y sin mí el caos’, entonces imaginemos una personalidad de esa naturaleza”.

Este ejercicio del poder, manifestó, arrastra en esta crisis al Congreso del estado, a cuyos diputados el gobernador apropió, "y ya no tienen autonomía para tomar sus propias decisiones y van embarcados en esta aventura".

Pero recomienda a los inconformes poner distancia respecto a los partidos. "No deben confiar en éstos, lo vimos con el PRI porque con su silencio dio entrada a esta iniciativa (tenencia) del Ejecutivo, aunque ahora quiere resarcirse de ello y la población está pendiente, debe cuidarse que los partidos no tomen la bandera, en todo caso que ayuden si se trata de que deroguen este impuesto", sostuvo.

Si esto pasa, agregó, seguramente habrá veto del gobierno estatal, tal como lo anunció el mismo mandatario, y "llegado ese punto la situación ya no tendría momento de retorno, ya no, y creo que se inicia una fase crítica muy importante donde también se estaría viendo la capacidad del movimiento ciudadano de confrontar esta decisión, lo cual no tiene antecedentes".

Es entonces cuando los partidos, que tienen más organización y estructura, podrían respaldar este movimiento y solicitar un juicio político contra el gobernador, iniciando una etapa jurídico-política en esta lucha, y de confrontación directa entre el PRI y el gobierno estatal.

Crisis de gobernabilidad

Más radical, Guillermo Noriega, dirigente de Sonora Ciudadana, aseguró que la crisis de gobernabilidad se refleja en que los habitantes de esta entidad ya no confían en un mandatario que les miente y no cumple, que no resuelve los grandes problemas, sino los pospone, complica y entorpece.

La lucha de los ciudadanos va contra el gobierno, pero también contra la clase política que ha contribuido a la descomposición en el ejercicio del poder y defraudado a la sociedad sonorense, sostuvo el activista.

Señaló que el PRD, con dos diputados locales es "una secta, un partido inexistente", y son los primeros en venderse. En manos de ellos estuvo rechazar el endeudamiento del estado y lo aprobaron. Ahora la diputada Hilda Alcira Chang Valenzuela "es la que se vende y va a habilitar la aprobación de nuevos impuestos. Veo una clase política realmente utilitaria, vampirezca, que solo quiere succionar dividendos políticos".

"Hasta ahora no hay explicaciones claras, dicen que si no se aprueba este impuesto se van a perder 20 mil empleos, que no va a haber CRIT (Centro de Rehabilitación Infantil Teletón) y sólo hablan de quiebra e infundir el miedo en la población, de que a fuerzas se tiene que pagar esto", dijo Noriega.

Para Pineda, los sonorenses están asustados ante la falta de autocrítica de los gobernantes, “a lo que se agregan las versiones de que ‘viene una catástrofe’, sin dar una explicación congruente, se hace un galimatías con sus explicaciones y si le crees hay que correr a pagar el predial”.

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