SEATTLE, 6 de abril.- Dos décadas después del suicidio del líder de Nirvana, Kurt Cobain, en Seattle, sus admiradores acudieron ayer en grandes números cerca de la casa en la que fue encontrado muerto para rendirle homenaje.
Los seguidores de este influyente rockero vinieron de ciudades cercanas como Portland, Oregon, o distantes en Georgia, algunos con prendas de vestir de la época de la música grunge en la década de 1990 como camisas de cuadros.
Dejaron notas escritas, flores y cervezas cerradas en diversos lugares en homenaje al músico.
Nirvana, al que pertenecía Cobain, contribuyó a la popularización del sonido de rock grunge, pesado y fangoso, del noroeste del Pacífico, junto con grupos como Pearl Jam, Soundgarden, Alice In Chains y Mudhoney.