Ciudad de México.-El tres de junio de 2013, el cubano Yasiel Puig debutó en las ligas mayores; con el dorsal 66 fue el primero en el turno al bate en un juego contra los Padres de San Diego. Esa tarde conectó dos cuadrangulares e impulsó cinco carreras. La potencia de su brazo derecho conquistó de inmediato a los seguidores del equipo.
Justo un año antes, Yasiel Puig acababa de escapar de Cuba, pero estaba privado de su libertad en Isla Mujeres por los hombres que lo habían ayudado a dejar la isla; paradójicamente semanas atrás uno de ellos había sido secuestrado por una célula de Los Zetas según relata un artículo publicado en Los Angeles Magazzine, titulado “Escape de Cuba: El viaje nunca antes contado de Yasiel Puig a Los Dodgers”.
La estadía de Puig en Quintana Roo, se debía a que las personas que lo ayudaron a salir de la isla no habían recibido el pago prometido por quienes motivaron al jardinero central a dejar la isla y probar suerte en las grandes ligas de beisbol.
La embarcación con la que Puig dejó Cuba, era dirigida por un cubano que años atrás había dejado la isla: Yandrys León, de apodo “Leo”, quien ya era buscado por autoridades estadunidenses por extorsionar a una familia con 40 mil dólares a cambio de liberar a un migrante que mantenía cautivo.
“Leo”, era apoyado por Tomás Vélez Valdivia de 40 años conocido como “Tomasito”, y su hermano Ricardo de apodo “El Joven”, quien tiempo atrás fue secuestrado por una célula de Los Zetas tras presuntamente cruzar el territorio de este grupo delictivo.
“El Joven” consiguió su libertad tras un pago, pero un dedo le fue amputado. En Isla Mujeres, Quintana Roo, el pelotero estaba bajo la vigilancia de éste grupo que antes lidio con Los Zetas.
“Confinado a una habitación de la esquina al final de un deslucido patio con forma de herradura, no podía hacer más que esperar y aferrarse a sus esperanzas mientras evaluaban su valor y compraban su libertad. No había nada personal en la transacción, ningún ser amado que se comprometiera a pagar lo que fuera”, cita el artículo.
La promesa del pago al grupo que sacó a Puig de Cuba era de 250 mil dólares que serían saldados por Raúl Pacheco, un reparador de aires acondicionados que vivía en Miami y que puso el ojo en el beisbolista mediante un amigo en común: el boxeador Yunior Despaigne.
“Los días se convirtieron en semanas. Atascados en ese basurero que llamaban motel”, refiere el artículo. El grupo que sacó a Puig de la isla comenzó a presionar para recibir su pago.
El texto firmado por Jesse Katz, menciona que la liberación de Puig fue subiendo de precio hasta llegar a los 500 mil dólares. Tras el pago, el beisbolista viajó a la Ciudad de México en donde se reunió con promotores. Semanas más tarde, el cubano de 23 años ya estaba en Estados Unidos.
El artículo también habla acerca de los otros cuatro intentos de Puig por dejar Cuba: la primera vez en 2011 fue detenido por la policía junto a Despaigne, en la segunda ocasión el barco no llegó, en la tercera fue cateada la vivienda de Yunior, y la cuarta vez fue en abril de 2012, cuando la Guardia Costera detectó la embarcación en que viajaba cuando ésta pasaba cerca de Hatí. Después de esto, la ruta de Puig para dejar Cuba apuntaba hacia la Península de Yucatán