Es importante, dice el ex presidente municipal de Cajeme, Adalberto Rosas López, que en su visita a Sonora el Presidente de la República, haya reconocido que necesita reivindicarse con los sonorenses. La fórmula para lograr la reivindicación es sencilla, aunque se reclama carácter en el ejercicio institucional. Su gobierno debe dejar de solapar y encubrir las ilegalidades, la corrupción y el cúmulo de atropellos cometidos por el Gobernador del Estado, Guillermo Padrés.
Lamenta el también dirigente del Movimiento Ciudadano por el Agua, que el presidente haya guardado silencio sobre los graves problemas que padece Sonora, especialmente su omisión al principal asunto que tiene que ver con el desarrollo presente y futuro de la entidad que es el agua. Lo más grave es que no haya sido consecuente con su consigna de “agua para todos”. Era el momento, sostiene Rosas López, de que anunciara el presupuesto para la desaladora, el proyecto con el que se puede resolver el desabasto de agua para las ciudades de Guaymas, Empalme y Hermosillo.
En las políticas de inversión se debe hacer una priorización estratégica, y el problema estructural de Sonora, lo que limita su crecimiento y las posibilidades futuras de desarrollo es la falta de agua, explica el agricultor del Valle del Yaqui. Esto se hace más urgente, cuando hay intereses que se quieren aprovechar de la falta de este recurso, para dividir al estado y proyectar grandes negocios especulativos, como lo están haciendo con la imposición ilegal del Acueducto Independencia.
Con todo, Adalberto Rosas reconoce que la presencia de Peña Nieto en el estado es saludable. Se ocupaba hacer notar a la institución presidencial en un estado al que se le quiere endilgar un patrimonialismo político unipersonal y caciquil. El futuro de Sonora es más grande y promisorio que las obsesiones de dinero y poder de algunos políticos ambiciosos y corruptos.
El Presidente Enrique Peña Nieto, pudiera ser el factor de unidad en Sonora, finaliza Rosas López, si su gobierno revierte los atropellos cometidos por Padrés y Calderón, quienes con el Acueducto Independencia, además de no resolver el problema del agua en el estado, dividen a los sonorenses. “Como siempre lo hemos dicho, Sonora se unirá con una política de gestión de más agua, con la desalación y el PLHINO.”
