Lo que nos faltaba, ahora Sonora está en boca de todos, pero no porque estemos a la vanguardia en el desarrollo, o por la voracidad de sus funcionarios públicos, lo cual ya no es novedad, sino por la reclusión en el penal federal de Hermosillo del líder de las autodefensas michoacanas José Manuel Mireles Velarde.

Este martes hubo protestas en Hermosillo de un grupo de sonorenses por la detención de Mireles, a quien se les unió en su demanda de liberación el líder del Partido del Trabajo Jaime Moreno Berry, por considerar al líder de las autodefensas como un luchador social y no un delincuente.

Las protestas y polémica a nivel nacional también ponen a Sonora en el centro del huracán político. Según la abogada del michoacano de nombre Talía Vázquez, entrevistada por Luis Alberto Medina para su programa radiofónico hermosillense “Proyecto Puente”, la detención de Mireles es injusta por lo que exige que se liberado y exonerado de los cargos de portación de armas y de drogas.

La abogada deja muy mal parado a Sonora, al denunciar que en el penal federal de Hermosillo le están violando sus derechos a su cliente al no darle de comer y negarle sus medicinas para controlar la diabetes y problemas cardiacos.

La abogada Talía reconoce que al momento de su detención Mireles estaba armando de una pata de pollo rostizado del “Pollo Feliz” por lo que desmiente la versión de la PGR de que portaba rifle y pistola.

Reconoce también que su defendido portaba unas pequeñas dosis de mariguana y cocaína al momento de su detención, pero que es un delito menor, y no es pretexto para que lo detuvieran y lo mantuvieran incomunicado encapuchado, además de torturarlo con la amenaza que lo iban a tirar al mar.

Pues los federales ya casi cumplían esa amenaza, porque lo dejaron muy cerca de Bahía de Kino, ya que está recluido en el penal federal ubicado en el kilómetro 32 de la carretera a la playa hermosillense. Pero le fue peor, porque no lo tiraron al mar sino a un infierno de casi 50 grados centígrados donde podría quedar más rostizado que la pata de pollo que se comió cuando fue detenido.

De la violación de los derechos humanos de Mireles, el abogado hermosillense Jorge Pesqueira Leal da por sentado que eso sucede en el penal federal porque es una fortaleza, donde dijo que los familiares solo pueden ver al interno una vez cada 40 días.

Para el abogado Pesqueira, también es una violación a los derechos humanos las revisiones que hacen los custodios, al obligar a los abogados a bajarse los pantalones antes de ingresar al penal para una revisión completa. No dijo si también los obligaban a bajarse los calzones y si la revisión es hasta en los oídos. Tampoco dijo si los custodios les echaban los perros a los abogados, aunque ni hizo falta porque actúan como verdaderas fieras, peor que un policía de tránsito en fin de semana.

Pero sigamos analizando con la seriedad el caso, ya que desde el Juzgado Quinto de Distrito en Michoacán, se solicitó al Cefereso II de Hermosillo que informen sobre las medidas de salud adoptadas para atender a José Manuel Mireles.

Las autoridades del penal además deberán indicar cuál es el estado de salud de Mireles, "subrayando que de requerir atención médica de inmediato adopten las medidas legales y administrativas, a efecto de proporcionar y evitar el deterioro de su salud", señaló el Consejo de la Judicatura en un comunicado.

En el Juzgado michoacano informaron que el líder de las autodefensas michoacanas se quejó de que en Hermosillo no ha recibido sus medicamentos, alimentos y bebidas, además de que fue lastimado del cuello y de los pies al momento de que le colocan unos grilletes para caminar y ser trasladado de un lugar a otro dentro del penal de alta seguridad.

Total que la salud de Mireles es muy delicada, porque si come poco se pone mal porque se le baja el azúcar, y si come mucho también, porque se le sube el azúcar, por lo que es un adicto terrible a la insulina, entre otras yerbas, como esa que no comen las vacas.

También el que se considera un luchador social y no un criminal, sufre del corazón, recayendo en Hermosillo con las taquicardias porque no le dan de comer, y su situación podría empeorar porque en su expediente clínico destaca que Mireles ya ha sufrido dos infartos.

Razón de más para que el michoacano sea devuelto a su tierra para que siga el proceso penal, o a Almoloya o como se llame ahora el penal del altiplano, ya que sería muy grave que en Sonora se convirtiera en un mártir de la inseguridad, de la narco violencia o de la incapacidad del gobierno federal para resolver el caos michoacano.

 SALE REPROBADO EL TITULAR DE SIDUR COMO FUNCIONARIO

Malito, muy malito, se ha visto el titular de SIDUR Enrique Torres Delgado, quien es uno de los funcionarios del Gobierno del Estado con la evaluación más pobre, junto con la directora del Isssteson Teresa Lizárraga, el Secretario de Salud, Bernardo Campillo, el titular de la Sagarpita Héctor Ortíz Ciscomani,  y la Contralora “Ciudadana” Guadalupe Ruiz.

 Luego de que se comprobó que su propia lengua es su peor enemigo, Enrique Torres ha tenido que apechugar la risita de constructores sonorenses que no cayeron en el garlito de que no les pagan porque la federación les debe, y por el contrario cada vez están más inconformes por su actuar como encargado de obras.

Y más porque los constructores saben que la única obra que está fluyendo en Sonora es la que paga y manda a hacer la federación, y por lo tanto no creen en las explicaciones que ha soltado Enrique Torres para no pagar a sus proveedores.

Tan malas explicaciones ha ofrecido el titular de SIDUR que salió con la batea de babas de mandar a medios un listado de obras que según él demuestran que es muy chicho, y en donde resaltan obras con entre 10 y 50 por ciento de avance, cuando lo cierto es que tenían que estar terminadas en diciembre de 2013.