Durante dos años, el programa de transporte gratuito a estudiantes y subsidios al pasaje le costó al Gobierno de Sonora 286 millones de pesos que pidió prestados.

La mitad del crédito por 600 millones de pesos que el Gobierno de Sonora adquirió a 10 años para mejorar el transporte público no se destinó a la mejora del transporte, sino a pagar el programa de subsidios iniciado en el 2011 por el Gobernador Guillermo Padrés.

Al transparentar el Gobierno estatal el destino del crédito, informó que entre agosto del 2011 y diciembre del 2013, el Fondo para la Modernización del Transporte depositó 286 millones de pesos a empresas transportistas de Hermosillo, Obregón y Navojoa.

En las tres ciudades, el costo normal del transporte público, de 7 y 5.50 pesos, recibía subsidios de 2 pesos por pasajero que adquiriera su boleto con tarjeta Bus Sonora, donde estudiantes con credencial obtenían dos pasajes gratuitos en días de escuela.

Entre marzo y junio del 2012, el Gobierno de Sonora solicitó dos créditos por 600 millones de pesos, dinero que fue a parar al Fondo Estatal para la Modernización del Transporte Público (Femot), dirigida por Víctor Alcaraz.

Un año después, en agosto del 2013, diputados de la alianza PRI-Partido Verde pidieron a la Contraloría investigar un presunto desvío de los 600 millones.

A mediados de septiembre del mismo año, Víctor Alcaraz dejo el cargo y fue sustituido por Darío Murillo Bolaños.

Aunque el crédito se pidió en el 2012, fue hasta mediados del 2014 que el Estado justificó su aplicación, incluidos pagos correspondientes a los 12 meses anteriores.

El Secretario de Gobierno, Roberto Romero López, detalló que el pagar la deuda que los concesionarios de Hermosillo, Obregón y Navojoa tenían con Daimler Chrysler costó 208 millones de pesos.

Con 102 millones de pesos compraron 89 autobuses nuevos, 5 millones se usaron como garantía de un crédito y 286 millones fueron al subsidio gubernamental.