Entre el Cinismo de Padrés y la Hipocresía del PRI: Adalberto Rosas

En días recientes, dice el ex presidente municipal de Cajeme, Adalberto Rosas López, fuimos testigos de una guerra de desplegados entre el PAN de Padrés y el PRI de Beltrones. El espectáculo resultó patético, al tratarse de un montaje que simula una disputa electorera cuyo trasfondo es asegurar la imposición del Acueducto Independencia, para darle paso a la política económica que se propone hacer del agua una mercancía de intereses privados, sin importar que con ello se afecte la producción de alimentos, se desintegre a la Tribu Yaqui y se le cancele el futuro a más de un millón de habitantes que radican en el Sur de Sonora.

 

A los ataques del gobierno de Padrés, el PRI de Sonora, respondió con un desplegado, denuncia Rosas López, cuyo contenido nunca identifica al Acueducto Independencia como una obra que no resuelve el problema de desabasto de agua que padece la entidad; más bien infiere que la operación ilegal del mismo debe permanecer, pues no se pronuncia por las alternativas de gestión de más agua como la desalación y el PLHINO.

 

Después del desplegado algunos diputados del mismo partido, salieron a hacer pronunciamientos, criticando los procedimientos de Padrés, pero defendiendo la operación ilegal del acueducto y omitiendo, sostiene Rosas López, toda discusión seria sobre el grave problema de la falta de agua que vive Sonora.

 

La situación vergonzosa y el juego electorero en el que está el PRI, manipulando irresponsablemente junto con Padrés un asunto estratégico para la vida económica y social del Estado, es explicable, pero no tiene justificación, dice el dirigente del Movimiento Ciudadano por el Agua.

 

Y luego explica: el gobierno de Enrique Peña Nieto, cometió el error de entregarle Sonora al corporativo de intereses privados que tienen como operador y empleado político a Manlio Fabio Beltrones. Son ellos los que le definen la agenda al PRI Estatal, y son ellos los que han usado al delincuente de Padrés para organizar la gran danza de los millones en torno al Acueducto Independencia.

 

Siempre hay errores de cálculo en este tipo de diseños, advierte el agricultor del Valle del Yaqui, y uno de ellos es desconsiderar el factor de la movilización social y la resistencia civil. Nosotros, dice Rosas López, vamos a demostrar a la hora del desenlace de estos acontecimientos, que el pueblo y la gente cuentan.

 

Tanto la Tribu Yaqui, como los productores agrícolas del Valle del Yaqui y la sociedad civil, sostiene “estamos muy claros de que libramos una batalla entre el cinismo de Padrés y la hipocresía del Gobierno Federal, muy bien representada en los senadores y diputados que por instrucciones de Beltrones guardan un silencio insultante respecto al grave problema del agua que vive Sonora”.

 

La claridad con la que tenemos identificados a los enemigos del Valle del Yaqui y la producción de alimentos; a los que desprecian a la Tribu Yaqui y la quieren desintegrar para apoderarse de sus recursos y de su territorio, “nos fortalece en la unidad y en la confianza de que la justicia prevalecerá. Recorreremos todo los caminos para que así sea”.

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