El ejercicio físico ayuda a prevenir y disminuir incidencia y mortalidad por cáncer de mama: UNISON

Cada vez hay mayor cantidad de pruebas para afirmar que la práctica de ejercicio físico es un factor importante y de gran influencia en la prevención y la disminución de la incidencia y la mortalidad del cáncer de mama, afirmó Ena Monserrat Romero Pérez, académica de la Licenciatura en Cultura Física y Deporte de la Universidad de Sonora.

 

Además, la responsable del programa institucional de “Entrenamiento muscular personalizado orientado a la fuerza”, dirigido a mujeres supervivientes al cáncer de mama, dijo que se encontró que un aumento en la actividad física tanto en el pre como en el post‐diagnóstico, se asoció con un menor riesgo de mortalidad.

 

Sostuvo que la relación entre cáncer de mama, actividad física y ejercicio ha sido bastante estudiada, y ha llevado a determinar que provoca efectos positivos en aspectos psicológicos, de composición corporal y funcional en pacientes durante y después del tratamiento de cáncer de mama.

 

Ena Monserrat Romero reiteró que todo indica que la actividad física en la edad adulta reduce el riesgo de ese mal, independientemente de las cantidades realizadas antes de los 20 años, y que existe la estimación de que aproximadamente el 10% de cáncer posmenopáusico es debido a un exceso de peso corporal, y otro 10%, a la inactividad física.

 

Citó que el cáncer de seno es un tumor maligno que se origina en las células de los tejidos que conforman la mama, y que la mayor cantidad de los casos de esta enfermedad se presenta en mujeres y sólo un 1% de los casos se desarrolla en hombres.

 

Dio a conocer que este mal es el segundo más común en el mundo, calculándose 1,67 millones de nuevos casos diagnosticados en 2012 (25% de todos los cánceres), siendo la quinta causa de muerte por este mal (522,000). Además, añadió, es el origen más frecuente de decesos por cáncer en las mujeres en las regiones menos desarrolladas, y la segunda en las más desarrolladas, después del cáncer de pulmón.

 

La académica argumentó que la tasa de supervivencia guarda una clara relación con la franja etaria de la persona, encontrándose la mayor tasa de mortalidad en mujeres con más de 80 años, y que de igual forma se puede determinar que la incidencia es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes. “Las secuelas del cáncer de mama son generalizadas, afectando a las personas no sólo físicamente, sino también emocional y psicológicamente”.

 

Al informar que aumentó de 30 a 45 el número de pacientes que atienden desde septiembre pasado en el Gimnasio Universitario “Alberto Córdova Herrera” --con apoyo de la División de Ciencia Biológicas y de la Salud--, recordó que el objetivo es mejorar la calidad de vida de mujeres que han sido víctimas del cáncer, y quienes se incorporaron, tras realizarse una evaluación de su capacidad funcional y sicológica, reciben atención personalizada.

 

El programa lo coordina José Antonio de Paz Fernández, profesor del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de León, España, y profesor investigador invitado en nuestra casa de estudios, y en él participan los académicos Néstor Antonio Camberos Castañeda, Fernando Bernal Reyes, José Manuel Tánori Tapia, Carlos Arturo Aceves Olivera y Jesús Alfonso Bañuelos Arzas, así como los estudiantes Antonio Ulises Ceballos Arce, Fabián Antonio Salcido Tolano y Francisco Ortega Valenzuela.

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