Cruz del Norte: Medio siglo de labor humanitaria

HERMOSILLO.- Mauricio tiene 49 años y desde hace 27 es paciente del Hospital Psiquiátrico Cruz del Norte, a donde llegó por primera vez con una fuerte crisis ocasionada por la esquizofrenia que padece y que se le presentó cuando era estudiante de ingeniería en el Tecnológico de Hermosillo.

A sus 22 años, se internó por primera vez en el hospital, así se mantuvo por varios años, en los que entraba y salía de manera asidua, originado además por el poco apoyo de una familia disfuncional, contrario a la calidez que recibía por psiquiatras, enfermeras y trabajadoras sociales de la Cruz del Norte, obteniendo como resultado una enfermedad mental controlada sin necesidad de internamiento, con tratamiento prescrito a través de consultas agendadas.

Desde entonces, han trascurrido siete años, tiempo en el que se logró una mayor estabilidad en el tratamiento de Mauricio, debido a que Lupita se sumó a los cuidados y al tratamiento de su hermano, quien es hoy un hombre con una mayor independencia y sin las crisis de la esquizofrenia.

El Director General de Cruz del Norte, José Luis Garibaldi Zamora, destaca la importancia de contar con el respaldo de los familiares para que cualquier paciente salga adelante.

“La atención que se brinda en el Hospital Psiquiátrico Cruz del Norte es integral y de calidad, sin embargo, el principal factor para que cualquier tratamiento de psiquiatría funcione es el apoyo de la familia”, reiteró Garibaldi Zamora.

Por su parte, Karina Guadalupe Villalobos Contreras, es coordinadora del programa Comunidad Terapéutica de este nosocomio, a donde Mauricio acude tres veces por semana y participa en las actividades que ahí se realizan logrando un buen manejo y control de su enfermedad a través del trabajo con cerámica, repujado y otras manualidades y en el taller de lectura, así como tocando la guitarra.

La Coordinadora del programa Comunidad Terapéutica narra que Mauricio ha conseguido muchos logros gracias a su constancia en los últimos años, por lo que ha logrado trasladarse solo, en transporte público, desde su casa al hospital, así como el uso de celular y cuidar de su padre.

“Mauricio hubiera avanzado aún más si desde un principio hubiera sido constante en su tratamiento, pero quizá no tenía el apoyo suficiente, y la familia es indispensable para conseguir avances en este tipo de pacientes; ahora estamos muy contentos con él y con todo lo que ha logrado”, aseguró.

Mauricio es uno de los tantos personajes que han formado por mucho tiempo parte del Hospital Psiquiátrico Cruz del Norte, que justo este año llegó a su 50 aniversario de atender la salud mental en el Estado.

Refugio Islas también forma parte de la historia de Cruz del Norte, solo que desde otro punto, pues ella es terapista de esta institución desde hace 45 años y aún se mantiene vigente luchando por la salud de cada uno de los usuarios.
“es difícil pero muy bonito; uno se encariña con los pacientes y sufre junto con ellos, nunca he tenido temor, al contrario, los quiero y me quieren, lo que siento es una gran satisfacción por haber sido testigo y parte de muchos casos de éxito”, señaló Cuquita, como cariñosamente le llaman.

Cientos de historias llegan a su mente, y recuerda que unas que concluyen de manera exitosa, y otras no tanto, pues igual ha sido espectadora del abandono de muchos pacientes por parte de sus familias.
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