Doctora Reina Castro Longoria, firme en denunciar  contaminación en presa de Hermosillo.



Académica de la Universidad de Sonora por más de 20 años con estudios de Oceanografía en la Universidad Autónoma de Baja California y con un doctorado en ciencias, además de una especialidad en ecología, perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT y con más de 30 trabajos científicos publicados a nivel internacional, respaldan la trayectoria de la doctora Reina Castro Longoria, quien públicamente advierte el peligro que asecha a la totalidad de los habitantes de nuestra ciudad de Hermosillo, ante la inminente contaminación de algunas fuentes de abasto de agua potable en nuestra ciudad, ante la omisa actuación de autoridades federales.

La doctora Reina Longoria Castro, amablemente me concedió una entrevista para saber un poco más de las advertencias a las autoridades y de los llamados a la sociedad civil que junto con otro grupo de académicos ha realizado en torno al derrame toxico de la Mina Buenavista del Cobre que contaminó la región del río de Sonora y que cumplió un año de haberse suscitado y que mantiene a la ciudad capital del estado en grave peligro..

¿Doctora cómo surge su inquietud por investigar, por ver la situación del fenómeno del derrame del toxico del Río Sonora?

La inquietud surge desde el primer momento que ocurrió el derrame, cuando se comenzaron a manejar cifras, cuando se empezó a ver el posible impacto y cuando se habló de los posibles efectos en toda la cuenca.

Pero la inquietud continuó cuando comenzaron los reportes de apariciones de afectaciones en la piel de habitantes de diversos municipios que comprenden la zona afectada.

Comencé a documentarme de algunos casos ocurridos y me pregunté cómo universitaria, pues como tal, siento que tengo un gran compromiso con la comunidad ¿Qué va hacer la Universidad de Sonora, qué puedo hacer yo?

Así fui documentándome cada vez más, casualmente el problema del derrame tóxico esta correlacionado con el ambiente y organismos, área de estudio en la que estoy especializada. Fui invitada a un foro de la Red Fronteriza de Salud y Ambiente A.C. para seguir adentrándome en el tema.

Pero decidí llegar hasta donde ahora estoy, al momento de que la Comisión Estatal del Agua autorizó se abrieran las compuertas de la Presa El Molinito el día 10 de junio para trasvasar el agua almacenada a la presa Abelardo L. Rodríguez junto a 70 toneladas de tóxicos acumulados, cifra que los especialistas de las dependencias del gobierno federal manejan,

Aunque otras fuentes extra oficiales aseguran que fueron 500 toneladas de materiales altamente tóxicos los que llegaron a  la presa de nuestra ciudad.

¿Dónde inician sus investigaciones sobre el derrame?

Casi al mismo tiempo que comenzaron a surgir mis inquietudes, realicé una compilación de datos existentes para especificar la presencia de los materiales encontrados a lo largo de la cuenca en referencia a los metales pesados que son los que más preocupación causan por su alta peligrosidad para la salud.

Me remonté a los antecedentes históricos y estadísticas disponibles desde las raíces de la historia de la minería en Sonora.

Desgraciadamente los datos existentes solo señalan la presencia de metales como arsénico, fierro, aluminio y otros, pero sin especificar la cantidad encontrada. 

Sin embargo, encontré algo muy significativo en la historia de la mina Buenavista del Cobre que ocurrió hace 25 años cuando la empresa minera comienza a triplicar la producción, afectando incluso las condiciones de seguridad e higiene de los trabajadores, hecho que se derivó en un  problema que todos conocemos entre sindicato y la empresa.

Tengo el orgullo que esta compilación que realicé con mucho esfuerzo, que me llevó muchas horas de investigación y que concluí en diciembre de 2014,fue reconocida en Canadá y  tomada por la misma SEMARNART. Curiosamente el estudio ha servido como sustento científico para la demanda que el sindicato minero mantiene contra Grupo México, ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos pero esa es otra historia.

¿Cómo viene su relación con el grupo de ambientalistas?

Me comienzan a invitar para visitar algunas comunidades, para presenciar los efectos del derrame en las personas, en el medio ambiente y pedir mi punto de vista estrictamente profesional.

¿Están constituidos formalmente con algún nombre?

No pertenecemos a una organización formal, ni tenemos nombre, somos un grupo de personas preocupadas por una afectación al medio ambiente que nos rodea, que afecta la salud de las personas y que nos fuimos congregando debido a las circunstancias, movidos por una preocupación en común. Hay personas de diferentes profesiones  médicos, químicos, etc.

¿Y cuando comienzan a tomar muestras del agua y de sangre de la gente?

Cuando me invitan a ir a la zona de la presa El Molinito y nos enteramos que la gente nunca tomo precauciones por el peligro inminente que llegaba a la presa, nunca hubo una autoridad que les advirtiera.

La gente siguió llevando su vida normal, tomando incluso agua proveniente de los pozos que evidentemente se contaminaron por los tóxicos que llegaron a la presa El Molinito al filtrarse al subsuelo, sin que nadie les advirtiera el peligro ni les llevara un garrafón de agua.  

Tomamos 25 diferentes muestras en la presa y en los pozos de agua para consumo de la población para mandarlas analizar.

En poblaciones aledañas a la presa El Molinito mucha gente presentaba afecciones severas en la piel, les dimos nuestro apoyo solidario como seres humanos ante la indiferencia de las autoridades.

Les pedimos su autorización para tomarles algunas muestras de sangre y mandarlas analizar.

¿Cómo pagaron esos análisis y a dónde los mandaron realizar?

Entre todos cooperamos, algunos dieron un poco más que otros, pero juntamos 44 mil pesos que los hicimos rendir como no tienes una idea. Mandamos a analizar las muestras de agua a un laboratorio certificado como Analítica del Noroeste y los análisis de sangre se hicieron en el hospital San José.

¿Cuáles fueron los resultados de los análisis de agua?

La Norma Oficial Mexicana permite hasta 25 ug de arsénico por litro de agua.

Internacionalmente los estándares permitidos son mucho menores, Canadá establece hasta 5 ug de arsénico por litro de agua, la EPA de Estados Unidos 10 ug por litro  y la Organización Mundial de  la Salud recomienda 10 ug por litro.

En el caso del Aluminio, la Norma Oficial Mexicana permite la presencia de este metal hasta 200 ug por litro de agua. La EPA establece un rango de 50 a 200 ul por litro y la Organización Mundial de la Salud recomienda 50 ul por litro de agua.

Sobre el Fierro, la Norma Oficial Mexicana establece como máximo 300 ug por litro de agua. Internacionalmente la Organización Panamericana de la Salud establece que son hasta 50 ug por litro y la Organización Mundial de la Salud  recomienda 50 ug por litro.

Los resultados de las 25 muestras nos arrojaron un resultado de un rango entre 7 a 12 ug de arsénico por litro de agua. Muy por debajo de la Norma Oficial Mexicana pero arriba de los estándares internacionales.

Los resultados para aluminio se presentaron rangos de 221 a 670 ug por litro de agua. Resultados superiores a los establecidos en la Norma Oficial Mexicana, lo que ya debe de ser un llamado de atención para las autoridades.

El cobre no fue detectado en ninguna de las muestras y en los resultados para fierro se presentaron rangos de 51 a 208 ug de fierro por litro agua. Resultados superiores a los estándares internacionales pero no a la Norma Oficial Mexicana.

¿Cuáles fueron los resultados de los análisis en sangre?

Según la agencia norteamericana para Sustancias Toxicas y Registro de Enfermedades, ATSAR, por sus siglas en inglés, el margen permitido de presencia de arsénico en la sangre es de hasta 1.0 ug por litro de sangre.

El rango máximo permitidos por la Secretaria de Salud en México establece hasta 60.0 ug por litro de sangre lo que es un mundo de diferencia si comparamos lo permitido internacionalmente a lo que nuestro país acepta.

Las seis muestras de sangre presentaron niveles de arsénico,  la más baja arroja 2.2 ug y la más alta 19.3 ug por litro. Muy arriba de lo permitido internacionalmente pero debajo de los estándares nacionales.

Hay una muestra que trae presencia de aluminio  y cuatro  con fierro. .

Es importante subrayar que los efectos del arsénico se están manifestando en pobladores de zonas aledañas a la presa El Molinito.

Según estudios recientes, La presencia del arsénico en la sangre se manifiesta primeramente en afecciones en la piel y trastornos metabólicos, en ingestas prolongadas puede provocar  cáncer  en piel, pulmón y vejiga. Afectaciones en hígado, riñones, enfermedades cardiovasculares y una gama de afectaciones orgánicas que condenan a sufrir un calvario a la persona que las padece.

¿Y qué respuesta le dieron las autoridades encargadas?

Después de que apareció mi denuncia en los medios nacionales, el delegado de gobernación Adolfo García Morales solicitó los análisis que realizamos a través de una entrevista en el periódico Expreso. Me enseñan la entrevista publicada  esa mañana, precisamente cuando nos iban a entrevistar en ese mismo periódico.

Al salir de la entrevista me entero que el señor delegado declara en Proyecto Puente a Luis Alberto Medina que ya tiene los resultados de los análisis y que me los había solicitado desde no sé cuánto tiempo.

Al otro día por la mañana, yo salí de viaje a Cananea y me habla por teléfono Juan Carlos Zuñiga pidiéndome una explicación, porque en pocas palabras estaban cuestionando mi trabajo.

Me fui al hospital San José para preguntar si alguna autoridad de COPEFRIS o alguna otra instancia habían solicitado una copia de los resultados de los análisis. En el laboratorio me contestaron que para entregar algo así necesitaban hacer una transcripción fiel del original y firmarlo. Y nadie lo había solicitado 

Yo me sentí muy mal pues da coraje que quieran echar lodo a una trayectoria limpia de trabajo en investigación científica de más de 28 años en la Universidad de Sonora certificado por CONACYT, una trayectoria comprometida con mi institución y con la sociedad.  

No podía concebir como un funcionario federal de ese calibre faltara a la verdad de esa manera poniendo en duda un trabajo cuyos resultados se basaron concretamente en hechos y criterios estrictamente científicos. No sé qué beneficio obtendría el señor  con echar mentiras o qué intereses lo moverían a hacerlo.  . .

¿Qué le pareció el informe de las autoridades que conforman el fideicomiso Río Sonora?

Como usted sabe, asistí y no me pareció que comenzaran a hablar de dinero, dinero y más dinero. Construir oficinas, implementar medidas administrativas, pero, nunca hablaron de la importancia de la salud de la gente.

Nos vinieron a dar cuentas alegres, que ya casi todo está resuelto y saneado,  cuando hay muchos afectados en su salud. Por eso les dije en su cara lo que les dije.

En esa conferencia surgió una activista con una fotografía falsa de un niño del rio sonora enfermo ¿Usted qué opina?

Esa joven vino aquí a mi oficina, dijo que acababa terminar la carrera de  antropóloga y recién llegaba de la ciudad de México, que quería participar con nosotros. Me pareció muy positiva y espontanea su iniciativa, no le vi problema alguno.

En la conferencia de prensa, sin avisarle ni consultarle a ninguno de nosotros, llegó con una fotografía falsa de un bebé enfermo y aprovechó un momento en que uno de los habitantes de El Molino de Camou le entregaba unos documentos al señor Lacy Tamayo para anexar la foto, dando la impresión que el señor es quien le daba la fotografía con esos documentos. Muchos se dieron cuenta de la foto falsa y aprovecharon para descalificarnos.    

La joven me dijo por mensaje que había cometido un error y que le daba mucha pena, le pedí disculparse públicamente dándole el beneficio de la duda. A los días, en una manifestación, actuó de la misma manera, sin consultarlo con alguno de nosotros, levanto un cartelón que decía prensa vendida.

Me parece muy sospechosa su actuación, la desconozco como parte de  nuestro grupo y todo lo que hace, lo hace por cuenta propia.

La prensa se ha portado de maravilla con nosotros pues lo que denunciamos es auténtico y de interés para nuestra comunidad.

Pero si creen que estamos divididos, están muy equivocados, las mentiras del delegado de gobernación y lo de esta chica nos hacen sacar fuerzas desde lo más profundo de nuestras entrañas para seguir con esta lucha.

¿Qué es lo que sigue por hacer doctora?

Hay que seguir haciendo estudios, análisis, seguiremos manteniendo contacto con la gente para insistirle a las autoridades que se requiere la modificación de la norma oficial mexicana para homologarlas con las internacionales. Realmente hay mucho que hacer en el aspecto de la normatividad.

No pararemos hasta que Hermosillo cuente con una planta tratadora de agua para metales pesados, el fideicomiso cuenta con dinero suficiente para construirla. Solamente así tendremos la certeza que no estamos condenados a tener una muerte lenta y dolorosa a causa de los tóxicos contenidos en el agua y que ponen en riesgo a la totalidad de la población de la ciudad capital.

¿Algo en lo más que quiera agregar doctora?

Solamente para aclarar que yo no tengo ningún interés político en esta situación, tampoco espero recibir nada a cambio. Tengo un trabajo en la Universidad de Sonora y se me paga por cumplirlo. Vivo cómodamente con el sueldo que percibo, soy una mujer realizada profesionalmente, pues hago lo que me gusta.

Pero me indigna que una empresa de uno de los hombres más ricos de México ponga en riesgo a toda una región entera, y que las autoridades que supuestamente deben proteger nuestra calidad de vida, parece que nos quieran matar lentamente. 

 

 

 

 

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