La PGJE criminaliza a padres adoptivos, si ellos fueron extorsionados por gente de DIF

Esposos con 10 años de matrimonio, intentaron todos los procedimientos para lograr un embarazo y en todos fracasaron, fue así como empezaron a madurar la idea de ir por la adopción. En ese tiempo vivían en Estados Unidos así que viajaron a Hermosillo y fueron a la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia de DIF Sonora, para iniciar  trámites. Era diciembre de 2013.

Con esa ilusión volvieron una y otra vez desde Estados Unidos para hacer todo el papeleo que exige un proceso de adopción que va desde cartas de recomendación, exámenes médicos de ambos cónyuges, estudios psicológicos, estados financieros. Ya para entonces en el llenado de documentos los alcanzó marzo del año 2014. Un día de pronto le llamó una persona, quien se identificó como empleado de DIF, de nombre José Manuel Hernández López.

Los invitó a tener una reunión en el restaurant Vip’s de esta ciudad para hablar del asunto ¿porqué no en las instalaciones del DIF? Se le pregunta a la pareja de esposos y se les insiste sí esto no le llamó la atención y confiesan: “nos ganó el sentimiento y no pensamos en nada malo”.   

Al día siguiente acude a la cita la señora y se hizo acompañar de su papá y allí Hernández López le menciona que revisaron su expediente, que muy bien, que todo se encuentra perfecto y que ciertamente el trámite es muy tardado por ello se ofrece a ayudarles a agilizar la operación pero para ello necesita 120 mil pesos. La cantidad era demasiada para esta pareja así que de momento dijeron que no podían

Ante la confesión de que no tenían esa suma de dinero, Hernández López no se dio por vencido y le entró por el lado emocional a esta mujer desesperada por un hijo,  así que le dijo que eran demasiados los niños que había en la Casa hogar Unacari, de madres que no los querían y los habían abandonado. Que el gobierno estatal no anunciaba esto a la sociedad porque no podía y este discurso terminó de convencer a la joven y a ese sentimiento tan natural de rescatar y proteger a por lo menos una de esas criaturas.  

Así que para cuando la pareja conversó sobre la cantidad, estaban más que convencidos que tenían que juntar el dinero. Las familias de ambos les hicieron préstamos. En medio de la ansiedad por alcanzar la cifra planearon vender el carro de ella, y hasta lo ofrecieron a los funcionarios de DIF, el tal Hernández López lo puso a consideración de los involucrados y éstos no aceptaron. También pidieron oportunidad para pagar en plazos y a lo único que accedieron los funcionarios fue a hacerles un descuento de 10 mil pesos, por ello el pago quedó en 110 mil pesos.

Luego de la reunión en el restaurante ella acudió por el mes de abril de 2014 a la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia a entrevistarse con el entonces subprocurador, Vladimir Alfredo Arzate Carbajal, quien le explicó que su expediente era bueno y enseguida la llevó a una sala que describió como deprimente y donde dos mujeres amamantaban a sus hijos, luego la subió a una sala donde estaba esta niña de apenas 40 días de nacida y allí se la entregó.

Cuando la tuvo en sus brazos no quiso saber más y si tenía un presentimiento de que algo malo ocurría con esto de pagar, su emoción le obnubiló la conciencia y una vez más se consoló pensando que ese pago lo hicieron solo para agilizar el proceso. Entregaron el efectivo y cuando pidieron un comprobante, Hernández López dijo que no se podía, que porque eso él lo iba a repartir entre varios funcionarios.

Para esto les entregaron el aviso de nacimiento vacío, sin nada escrito. Al averiguar qué sucedía, les explicaron que era para facilitar el trámite del acta de nacimiento y para ahorrar tiempo. Y se les apareció Hernández López en su casa para llenar el documento. Fueron y la registraron, le sacan su visa estadounidense y se van a hacer su vida.

Luego  en marzo del 2015 los vuelve a contactar Hernández López  y les envían una foto de un varoncito y les informa que está listo para ser dado en adopción. Otra vez ella se enamoró de aquella cosita tan pequeña. “Lo vi al  buqui se veía mechudo, todo peludo y no me pude resistir”.

Y les dijeron que todo les saldría por el mismo precio, les sostuvieron la oferta de 110 mil pesos y no el costo normal de 120 mil pesos.

Y se dejaron venir a Hermosillo por el varoncito. Les dijeron a manera de convencimiento que había nacido con problemas de salud y que la mamá biológica tenía 4 hijos más. No tenían dinero y buscaron prestado por aquí y por allá. Consiguen la suma y empiezan con el papeleo, hacen cita para la visa, tuvieron el trámite y a las dos semanas el consulado americano les pide más información, se les desataron las alerta y los miedos.

La cita quedó para el 8 de mayo y cuando llegaron fueron conducidos hasta oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) quienes los interrogaron sobre el origen de las criaturas. Entonces les pusieron a la vista una foto de Hernández López y les avisaron que se cometía un delito y que ellos tenían que llamar a la policía para notificar de esta situación.

Atemorizados por todo lo que se les venía encima y el temor de sufrir represalias por las autoridades estatales, los del consulado les insisten en que ellos tienen que llamar a la autoridad estatal. Así que a las 9:00  A.M., los esposos son esperados a las afueras del edificio por agentes de la Policía Estatal Investigadora (PEI) y los llevaron a la corporación. Volvieron a explicar todo y lo siguiente es que son trasladados a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Los esposos vuelven a  preguntar por su condición o estatus legal y si necesitaban abogado y les insisten en que no y que no se preocupen. Solo que ya para entonces eran las 15:00 horas y no les permitían el uso del teléfono para avisar a la familia lo que ocurría y más preguntar por los bebés, sus hijos. Estaban incomunicados.

Es alrededor de las 22 horas que todavía se encuentran retenidos en el edificio de la PGJE y es entonces que les exigen que entreguen a los niños, a los que ya habían intentado oficiales de la PEI sacar de la vivienda, pero la familia se negó a ello. Los interrogatorios ya para entonces habían subido de tono y los empezaron a amenazar, es así se ven forzados a devolver los bebés.

Es la madrugada del 9 de mayo de 2015, que les proporcionaron unos momentos para que se despidan de sus pequeños que para entonces tienen, la niña  año y dos meses y el bebé 60 días de nacido. Ambos intentaron describir ese doloroso momento de decir adiós a sus hijitos y no pudieron, rompieron en llanto. En medio de su doloroso trance, se dan cuenta que llegaron otros padres con otros niños y que aquello se vuelve un solo grito desgarrador, fue necesario que llegara asistencia médica porque algunos sufrieron desmayos.

Al fin después de aquel amanecer cruento, ellos no saben de sus hijos, es hasta una semana después que les dejan verlos. La niña presentaba moretones en su cuerpecito, uno  en el muslo y otro en un cachete, parecían pellizcos y le tomaron fotos, las que aún obran en su poder. En la segunda visita la niña esta horriblemente rosada, al grado de que casi sangraba su piel y ella desesperada les explicó que la pequeña era alérgica a cualquier pañal y que requería de una marca especial.

Después en una siguiente visita le ve  un morete en un pie y le dicen que es una picada de animal, se le uso cada vez más fea la herida y luego bajó a sus deditos. Al pequeñito lo encontraron afónico de tanto que lloraba. La explicación que recibieron una y otra vez es que no tenían personal y que los daños probablemente se los hacían los otros niños.

Es hasta la primer semana de junio que esta pareja a quien por razones obvias mantendremos sus nombres en el anonimato, pudieron recuperar a sus hijos, pero explicaron que la niña está muy lastimada por ese mes que estuvo en el albergue del gobierno, todo la asusta. Dejó de comer. Los resbaladeros le encantaban, recién la llevaron en un intento por compensarle por el sufrimiento que padeció y la niña se  horrorizó y no quiso saber nada. No soporta los ruidos de madera.

Fue una carta del cónsul que envió al procurador de Justicia, Carlos Navarro lo que obligó a éste a abrir el expediente e investigar el caso, del que la PGJE ya estaba enterada porque había una denuncia por el extravío de un menor que se encontraba en poder del DIF, pero nada hicieron.

Los delitos que se le imputa a esta pareja son terribles pero ellos estremecidos en llanto,  musitan que con todo y todo no importa, que fue hermoso tener a estos dos niñitos y que aún así la experiencia valió la pena. Y si algo los atormenta es no saber qué le depara a estos que son sus hijos amados y cuidados con devoción.

http://www.elportaldelagente.com/noticias/124268-la-pgje-criminaliza-a-padres-adoptivos-si-ellos-fueron-extorsionados-por-gente-de-dif

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