Adalberto Rosas López: ¿Quién ordenó atacar a Mario Luna?


La andanada periodística de cuestionamientos en contra del vocero de la tribu yaqui, Mario Luna, dice Adalberto Rosas López, ex presidente municipal de Cajeme y dirigente del Movimiento Ciudadano por el Agua, es en realidad el despliegue de la vieja y perniciosa táctica, que se hizo costumbre y vicio en el gobierno de Padrés, de dividir a la tribu para restarle fuerza, y en este caso descreditarla en su lucha, no en contra del gasoducto, sino del Acueducto Independencia con el que se pretende despojar de las aguas del Río Yaqui, tanto a ellos, como a los productores rurales del sur de Sonora.

En estos asuntos, explica el ex alcalde, siempre existen los agentes, esto es los mal intencionados, y también los inocentes o creyentes, que se van con la finta y se convierten en coro de quienes maliciosamente se sostienen en el propósito de dividir a los yaquis, dividir a Sonora y con ello sabotear las buenas intenciones del gobierno de Claudia Pavlovich Arellano.

Los primeros gritos en contra de Mario Luna, recuerda Rosas López, salieron del Congreso del Estado, cuando la diputada panista Célida López y el cuñado de Guillermo Padrés, Javier Dagnino, en forma histérica acusaron al líder yaqui de criminal y cuestionaron a la gobernadora por su liberación.

Adalberto Rosas, acusa: quienes han hecho de la especulación con bienes inmobiliarios su deporte favorito, no tienen aprecio por nadie, solo por el dinero, por eso no les importó aliarse con el gobierno corrupto de Padrés y ahora operan y presionan para que Sonora siga siendo el paraíso de la impunidad. Le tienen mucho temor a que la gobernadora logre el restablecimiento de la unidad de los sonorenses y haga valer el principio de la igualdad con el cumplimiento de la ley y el respeto al Estado de Derecho.

Esto es lo que motiva los ataque a Mario Luna, afirma el ex alcalde. Quieren dividir a los yaquis, para dividir a Sonora. Quieren distanciar a la gobernadora de la fuerza moral de los más vulnerables y del movimiento social que le hizo posible ganar la gubernatura. No quieren una gobernadora del pueblo y para el pueblo, quieren un gobierno de su propiedad para seguir disfrutando de la impunidad.

La derrota de Padrés, es la derrota de la ilegalidad y la impunidad, concluye Rosas López. “Es la derrota de la corrupción y la inmoralidad; es la derrota de los que quieren perpetuar la división. El movimiento social hará lo necesario para que no regresemos a la pesadilla de los últimos años. Sonora ya ha sufrido demasiado.”

 

Ciudad Obregón, Sonora, 9 de Octubre de 2015

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