El ex alcalde de Cajeme y dirigente del Movimiento Ciudadano por el Agua, Adalberto Rosas López, dice que no ha dejado de observar que se mantiene instrumentada una campaña que pretende debilitar políticamente al ex presidente municipal de Ciudad Obregón y ahora Secretario de SEDESOL en el gobierno de Claudia Pavlovich, Rogelio Díaz Brown. Rosas López, no va muy lejos y sugiere que quien empuja esta campaña, es la misma gente que desde el sur de Sonora, ha estado tratando de negociar la entrega de las aguas del Río Yaqui a cambio de que se constituya un fideicomiso de más de cinco mil millones de pesos -manejado por intereses privados- que compense la entrega del agua a los especuladores urbanos de Hermosillo. Adalberto, acusa que estas mismas gentes alimentan mediáticamente la idea de que no tiene sentido mantener la lucha y que lo mejor es admitir que el acueducto se quedó y negociar.
“Es esta gente la que ahora opera coma caja de resonancia del odio que siempre le tuvo Guillermo Padrés a Rogelio Diaz Brown”, sostiene el dirigente del Movimiento Ciudadano por el Agua. “No le perdonan que haya encarado como diputado federal y como presidente municipal, a los intereses políticos y económicos que se han empeñado en quitarle el agua a la Tribu Yaqui y a los municipios del sur de Sonora que se encuentran inmersos en la dinámica económica del Valle del Yaqui”. La postura de Díaz Brown, reconoce Rosas López, se sostuvo a pesar de que el dirigente de la bancada priista en el Congreso de la Unión, Manlio Fabio Beltrones, se manifestaba en ese tiempo, a favor del acueducto.
“Le tienen temor a la inclinación natural de Díaz Brown a vincularse con la gente y con las mejores causas del pueblo. No quieren liderazgos políticos fuertes, mucho menos si estos son jóvenes, porque están acostumbrados a las prácticas caciquiles de control político”, expresa el ex alcalde de Cajeme.
Se han dado a la tarea de perseguir a Rogelio, pero no han hecho un solo pronunciamiento para exigir que las autoridades competentes procedan conforme a derecho en contra de Guillermo Padrés, observa Rosas López. “Me confirma que son caja de resonancia de los odios de Padrés”.
