Cuando ya estaba todo planchado y con las negociaciones del nuevo gobierno de Claudia Pavlovich para eliminar “la guerra del agua” que causó división entre el norte y sur de la entidad, en Cajeme la Conagua revivió la polémica por la construcción y operación del acueducto de El Novillo también llamado Independencia.

La lentitud del gobierno federal representado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para cumplir el compromiso presidencial de construir una planta Desaladora en la región de Guaymas-Empalme, generó protestas en el sur de Sonora, razón por la cual los funcionarios federales se hicieron presentes para dar detalles del compromiso presidencial.

Los compromisos de la gobernadora Claudia Pavlovich para atender las ancestrales necesidades de la Tribu Yaqui se han estado cumpliendo de acuerdo a la agenda de trabajo pactada entre el nuevo gobierno estatal y las autoridades de la etnia, razón por la cual se eliminaron los bloqueos carreteros en Vícam para manifestar su oposición al acueducto.

En la agenda de demandas de la Tribu Yaqui al gobierno estatal y federal solo aparecen cuestiones de empleos, viviendas, proyectos productivos, educación, becas y una mayor dotación de agua, pero para nada revivir la lucha contra el acueducto. 

En temas de conflictos de la Tribu Yaqui solo aparece en el horizonte la oposición de uno solo de los ocho pueblos yaquis (Lomas de Bácum), al paso por sus tierras del gasoducto hacia el sur de la entidad, pero nada que no se pueda negociar para evitar enfrentamientos ya que la enorme infraestructura de la empresa privada que surtirá gas a la CFE ya pasa por las tierras de la etnia. Solo es cuestión de afinar detalle$$$ de la negociación entre la empresa privada y la etnia inconforme.

En días pasados estuvieron en Ciudad Obregón funcionarios de la Conagua, entre ellos el subdirector general de Planeación de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Salomón Abedrop López, y el delegado César Lagarda, así como el secretario de Gobierno Miguel Ernesto Pompa Corella, para informar de los avances del proyecto de construcción de la Planta Desaladora en la región de Guaymas-Empalme.

Hasta la fecha todo estaba negociado con los yaquis y con los dirigentes del Movimiento Ciudadano así con productores agropecuarios para llevar la fiesta en paz, y que continuara la operación o trasvase de agua de la presa de El Novillo a Hermosillo a través del acueducto Independencia.

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Por eso fue extraño que la misma Conagua, reviviera la polémica del acueducto de El Novillo en la reunión en Cajame, al declarar que la Planta Desaladora de Guaymas-Empalme cuando inicie operaciones también abastecerá a Hermosillo en una segunda o tercera etapa, lo que será el fin del acueducto de El Novillo.

El director de Planeació de la Conagua, Salomón Abedrop López. Informó en rueda de prensa que dentro de 18 meses construirán la desaladora en Guaymas con una inversión de 650 millones de pesos para dotar de agua a esa región, y en una segunda o tercera etapa abastecer de agua a Hermosillo para dar por concluida la operación del acueducto de El Novillo.

Según las crónicas periodísticas, Abedrop López expuso “que una vez que la planta desaladora entre en operación, se procederá a la clausura del aprovechamiento del acueducto del Río Yaqui, de donde se desperdicia el 50 por ciento del agua que se extrae en fugas, antes de llegar a los hogares de ambos municipios”, 

Las declaraciones del funcionario de la Conagua fueron música para los oídos de los cajemenses quienes estuvieron casi seis años en contra de la construcción y operación del acueducto, y en este gobierno de Claudia Pavlovich estaban tranquilos hasta que llegó el funcionario de Conagua a agitar al avispero al dar esperanzas de cancelar el acueducto de El Novillo.

El Presidente Municipal de Cajeme, Faustino Félix, mencionó que es de gran importancia que la CONAGUA haya venido a Cajeme a explicar cómo avanza el proyecto de la desalar agua de mar en el puerto, además de ratificar que el objetivo final de la desaladora no sólo es darle agua a Guaymas y Empalme, sino también a Hermosillo, “para poder reducir y cerrar la extracción de la Cuenca del Río Yaqui que se hace a través del Acueducto Independencia”.

“La desaladora es un proyecto que venimos impulsando desde 1999 a fin de abastecer de agua a la capital, dijo, además que es una solución que permite una gestión de más agua, y que evita se distribuya lo poco que tenemos”, dijo el alcalde cajemense.

Durante su intervención el presidente Félix Chávez, cuestionó el cuándo podrían los cajemenses sentirse seguros de que el Acueducto Independencia reducirá sus extracciones, pues si bien en este momento se cuenta con agua, históricamente el comportamiento de la cuenca del Río Yaqui ha mostrado ser muy errática y no se sabe si el próximo año estará en las mismas condiciones.

De acuerdo con la explicación de Abedrop López, la construcción de la desaladora llevaría aproximadamente 18 meses, más la edificación de un acueducto de casi 120 kilómetros de longitud hasta Hermosillo.

“De esta manera este proyecto tiende a dejar por fuera el funcionamiento del Acueducto Independencia”, expresó.

Según el funcionario de Conagua el proyecto de construir la Planta Desaladora tardaría cerca de dos años, pero no dijo el tiempo que durará concretar la segunda y tercera etapa que incluye un acueducto para dotar de agua a Hermosillo, por lo que suponemos que tardará todo este sexenio, ya que no es prioridad al ser abastecida la capital sonorense con aguas de la presa de El Novillo. Y en tiempos de recortes presupuestales del gobierno federal y de debacle económica, el proyecto de enviar agua desalada a Hermosillo va para largo al igual que la operación del acueducto, razón por la cual fue un exceso verbal del funcionario de la Conagua al prometer la eliminación de acueducto, promesa que no podrán cumplir a corto plazo, pero que le mueve el tapete de manera innecesaria a la gobernadora Pavlovich. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)