Con la aprobación por parte del Congreso de la iniciativa de la Ley de Disciplina Financiera para Sonora, enviada por la gobernadora Claudia Pavlovich para estar en sintonía con la ley federal, se pone freno al excesivo y abusivo endeudamiento del gobierno, que provocaba hipotecar el futuro de los ciudadanos al contraer millonarias deudas con pagos de capital y tasas de interés a perpetuidad.
Y lo peor es que en muchas ocasiones los ciudadanos que son los paganos de las deudas, nunca saben dónde quedaron los millonarios créditos contraídos por gobierno estatal o municipal, supuestamente para obras de infraestructura o para impulsar proyectos productivos.
El caso más notorio de excesiva deuda pública fue en el sexenio de Guillermo Padrés, quien recibió el gobierno estatal con una deuda de 8 mil 595 millones de pesos dejada por Eduardo Bours Castelo, y en cinco años el panista la aumentó hasta 20 mil 365 millones, y dicen que terminó con un endeudamiento global de 30 mil millones de pesos entre directa, indirecta y las deudas con proveedores.
Dicen los que saben que el ex gobernador panista Padrés no sólo dejó una deuda pública directa de 17 mil millones de pesos a su sucesora, Claudia Pavlovich, sino además le heredó 13 mil millones de pesos más en pasivos derivados de su aval a ayuntamientos, y deuda no documentada, es decir un total de 30 mil 566 millones 483 mil 755 pesos.
El gobernador de Sonora que no recurrió a la deuda pública para financiar el desarrollo ni las campañas políticas, fue Armando López Nogales, quien si no mal recuerdo creó una ley para limitar la deuda pública en la entidad.
López Nogales dejó una deuda pública de 2 mil 971 millones de pesos a Bours, y el cajemense dejó a Padrés una deuda de 8 mil 595 millones de pesos. En esa última cifra se incluyen los 4 mil millones de pesos de deuda del Plan Sonora Proyecta, que dijo el entonces gobernador que no era deuda, pero que aparecía como deuda.
Así las cosas, el caso más grotesco de endeudamiento y desfalcos es en el sexenio de Guillermo Padrés, donde aún se desconoce el destino del crédito de 600 millones de pesos autorizado por el Congreso del Estado al ex gobernador para mejorar el sistema de transporte, pero los camioneros ni la Dirección del Transporte recibieron ni un quinto de esa deuda.
Otro de los casos más sonados de los desfalcos de Padrés, es la desaparición de más de 4 mil millones de pesos del Fondo de Pensiones del Isssteson, recursos que hasta la fecha se desconoce dónde quedaron.
Por cierto, en el programa “Chapultepec 18” de Televisa conducido por Joaquín López Dóriga, se transmitió un reportaje sobre el desfalco al Isssteson, donde el director general Enrique Claussen advierte que el desfalco a esa dependencia en el gobierno de Padrés sigue siendo una amenaza para los pensionados y jubilados.
Claussen declaró que los desfalcos por 4 mil millones de pesos en el Fondo de Pensiones del Isssteson dirigido en ese tiempo de Padrés por la ahora diputada federal Teresa Lizárraga, siguen sin aparecer.
Pero volviendo a las deudas públicas, en los últimos tiempos los gobiernos han recurrido a la deuda pública y a las reestructuraciones para mover la economía, pero como hemos visto, algunos se pasaron de tueste como Padrés, quien en la primera reestructuración que hizo con López Caballero en Hacienda reprogramó los pagos a capital, y al estallarle el problema volvió a reestructurar la deuda y endeudarse hasta el cuello estando ya en Hacienda Carlos Villalobos.
Ya en tiempos de la gobernadora Claudia Pavlovich, se encontró con un gobierno estatal en quiebra y endeudado hasta las cachas, razón por la cual solicitó al Poder Legislativo que le autorizara una reestructura de la deuda pública directa de 16 mil 993 millones 125 mil 345 pesos recibida de su antecesor, para hacer frente al déficit en las finanzas públicas del Estado, además de un crédito por 5 mil millones de pesos que se autorizó en el Congreso pero no se ha concretado con las instituciones bancarias.
Y como dice Manlio Beltrones Rivera, no es que los endeudamientos de los gobiernos sean malos porque sirven para financiar el desarrollo, lo malo es cuando se hacen de manera excesiva e irresponsable. Como sucedió con el gobierno de Padrés, donde de manera irresponsable los activos del gobierno y los ingresos futuros fueron hipotecados para contratar créditos leoninos que absorben gran parte de los recursos que ingresan a las arcas del erario para el pago del servicio de la deuda pública como pasó en Sonora.
La iniciativa de Ley de Disciplina Financiera de Sonora, fue presentada el pasado 6 de octubre por la gobernadora Claudia Pavlovich, en asociación con el secretario de Gobierno, Miguel Pompa Corella con el fin de establecer el sano desarrollo de las finanzas públicas y la aplicación responsable de los recursos públicos.
En la sesión del Congreso, la diputada Flor Ayala explicó que la Ley de Disciplina Financiera, contempla que las Leyes de Ingresos y los Presupuestos de Egresos sean equilibrados y responsables, además de obligar a un control más estricto del gasto público y poner un freno al endeudamiento, que en muchas ocasiones deja a los gobiernos entrantes en una situación muy complicada.
La Flower dijo además, que el Gobierno del Estado y los ayuntamientos tendrán como límite de endeudamiento su propia capacidad de recaudación, ingresos propios y las participaciones federales, aparte de fiscalizar que esos recursos se utilicen sólo para inversiones públicas productivas, refinanciamientos o reestructuras para el saneamiento de nuestra hacienda pública.
La nueva Ley estipula que sólo se podrá contraer deuda si lo aprueban las dos terceras partes del Congreso del Estado, explicando de manera transparente el destino de los recursos y asegurando la capacidad de pago.
PRESENTA GILBERTO OTERO LIBRO SOBRE MASONERIA
El ex diputado priísta y ex dirigente municipal del tricolor Gilberto Otero Valenzuela, además de ser un reconocido politólogo, es un humanista, historiador y filósofo.
En reunión con sus compañeros de la Mesa Cancún, Otero Valenzuela presentó un libro de su autoría sobre sus vivencias y formación dentro de la logia masónica del Pacífico, tendiente a que los interesados en seguir sus pasos tengan en esta obra de enseñanza masónica los ingredientes para ser un Masón de excelencia.
El libro “Los 33 cuentos del aprendiz de Masón” fue presentado también por el hermano Masón Jorge Soto Rodríguez, siendo acompañado por el cronista Rómulo Félix, el presidente de la Sociedad Sonorense de Historia Franco Becerra, Javier Ortíz y Benjamín Gaxiola.
Reconocemos desde siempre la gran calidad humanista del también Notable Notario, Gilberto Otero Valenzuela, quien en la vida también ha destacado apoyando a los demás como hermano Masón Grado 33, sociedad donde ha alcanzado grandes responsabilidades, como el de Gran Maestro de la Logia del Pacífico, y miembro de El Zaribah Shrine Templ
e, Phoenix, Arizona, entre muchos cargos más. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)
