El frente y los de enfrente




Quienes saben de lo cambiante e incierto de la política, no pueden más que confirmarlo por los acontecimientos sucedidos —previo al inicio del proceso electoral –, en la primera semana de septiembre.
Más allá de los deterministas que auguran todo está decidido de cara a la elección del 2018, están los acontecimientos suscitados en los dos partidos políticos favoritos de las encuestas para la presidencial del año entrante y los efectos que estos tendrán a la hora de manejar sus procesos de selección de candidatos. Y todo eso, a menos de 10 meses de la elección.
No existe ninguna duda de que el candidato de Morena para la presidencia será Andrés Manuel López Obrador.
Los problemas para este partido empiezan a darse con la selección de candidatos a otros cargos. La candidatura a la jefatura de gobierno del Distrito Federal ya le cobró a Morena la primera fractura de importancia, para sus planes futuros.
Ricardo Monreal, aliado de López Obrador en los últimos 20 años y uno de los principales aspirantes a la candidatura de Ciudad de México –excluido a la mala de esa posibilidad–, dice que en Morena “ya concluyó su ciclo” y que se prepara para tomar decisiones. El dirigente nacional de Morena, sin oportunidad de conciliar posturas con quien fuera su partidario por más de dos décadas, en forma contundente le advierte algo así como “o se queda con quienes promueven el cambio, o se va con los corruptos de siempre”. Conociendo a Monreal, éste no se va a quedar quieto, y puede generarles un grave problema en el principal bastión político de Morena: CD.MX.
Las dudas le llegan también al PAN, donde todavía no alcanzan a ponerse de acuerdo sobre una candidatura de consenso que pudiera unificar a ese partido, que al parecer no encuentra la brújula perdida después de su salida de la presidencia en el 2012.
Se han intensificado los mensajes en twitter, donde los partidarios de Margarita Zavala dejan ver su consabido mensaje de que ella pudiera no requerir de su partido para participar en la contienda, pero ella misma lo duda cuando afirma: “Está claro que yo le gano a López Obrador, pero se necesita la fuerza de un partido político”. Zavala también ha empezado a mostrar sus dudas sobre la viabilidad del frente y la posibilidad de una candidatura negociada de antemano a favor de Anaya.
La crisis originada por el liderazgo en el senado de Ernesto Cordero y el conflicto para instalar la mesa directiva de la Cámara de Diputados en septiembre, manejados por Ricardo Anaya, sumado a la campaña orquestada contra el dirigente nacional del PAN, contribuyeron a tensar aún más las relaciones entre los dos punteros de Acción Nacional, según las encuestas. Pero hay un tema que no debe dejarse de lado, más allá de la novedad del frente y de las tensiones que ha originado en el PAN y Morena.
¿Cuál es la fuerza real de este llamado Frente Ciudadano por México? Necesariamente debemos acudir a las cifras de votación a cada uno de los partidos, en la elección intermedia del 2015.
El PAN logró el 21.01 % de los votos. El PRD 10.87 y Movimiento Ciudadano el 6.09. En total los tres partidos lograron el 37.97 % de la votación.
El PRI logró el 29.18, el Verde Ecologista un 6.91 y Nueva Alianza el 3.72. En total los tres partidos lograron el 39.81 %.
En cambio, Morena solo obtuvo el 3.39 % y el Partido del Trabajo un 2.84. En total y suponiendo una alianza, la cifra sería del 11.23 %.
Claro, una elección presidencial no es lo mismo que una intermedia. Lo destacable aquí es que la acompañaran 30 elecciones estatales concurrentes (solo BC y Nayarit tendrán elección puramente federal) donde las cifras pueden variar en más de 3,400 candidaturas.
En número de diputados federales, el frente cuenta con 194 y el resto, PRI, verde, Nueva Alianza y Morena suman 295.
¿Cual será el principal problema del Frente Ciudadano por México? Si dicen que el frente garantiza una duración hasta el 2024, seguramente ya están pensando en una candidatura sexenal apoyada por los tres partidos. Ese será el reto y la principal prueba para el naciente frente: ¿Quién?
Dice la exdirigente nacional del PAN Cecilia Romero, que “Un panista es quien deberá encabezar la candidatura del Frente Ciudadano por México para las elecciones del 2018, porque es el organismo político que tiene mayor aceptación a escala nacional”. (La Jornada, 12/09)
Al preguntarle si el Frente tiene futuro aún si no es panista quien obtenga la candidatura presidencial en 2018, respondió que “Acción Nacional tiene la mayor aceptación de las organizaciones que integran la alianza, y no solo lo dicen las encuestas, sino en el imaginario colectivo, y ese elemento se tiene que considerar”… Optimista la señora.
Por su parte y en su cuenta de Facebook, Andrés Manuel López Obrador sostiene que: “El frente integrado por PAN-PRD-MC revela una relación política marcada por la promiscuidad y el gatopardismo”. “Estos partidos se unen solo para mantener un régimen de corrupción”.
Eso ya lo había dicho el dirigente nacional de Morena en ocasiones anteriores, cuando se le cuestionaba por las probables alianzas de Morena. Y arremetió: “Están simulando que va a haber un frente independiente entre comillas, una alianza, un acuerdo, una mescolanza porque se une PAN con PAN una relación política sin nada, marcada por la promiscuidad, no hay ideales ni principios, solo es unirse para mantener al régimen de corrupción, de injusticia”. Y remata López Obrador: “Como el PRI ya no les sirve, ahora inventan un Frente para que continúe el mismo régimen corrupto. Es gatopardismo, eso; ¿en que consiste? que las cosas en apariencia cambien para seguir igual”.
Con eso dicho, el seguro candidato de Morena a la presidencia termina de romper lanzas con dos de los partidos que antes lo apoyaron: el PRD, en su llegada al gobierno de Ciudad de México en 2000, y Movimiento Ciudadano (ex Convergencia), aliado también para sus candidaturas presidenciales en 2006 y 2012.
Por su parte, Dante Delgado, firmante del frente y dirigente nacional de Movimiento Ciudadano en entrevista con Ciro Gómez Leyva dijo; que se trata “de un proyecto de largo aliento, del 5 de septiembre del 2017 al 31 de diciembre del 2024”. “Que se trata de un proyecto más ciudadano que partidista, y que se va a seguir explorando la posibilidad de otros acuerdos con otras fuerzas políticas.
¿Y Morena? Dante deja ver que de parte de Morena y su dirigente principal se dieron descalificaciones hacia ellos y que en el congreso nacional de ese partido su dirigente nacional se radicalizó y se fue por la alianza con el Partido del Trabajo, descalificando tanto al PRD como a MC, a quienes llamó partidos corruptos”.
¿Qué ofrece el llamado FCM? Dante Delgado dice que con esa alianza “se trata de llevar a la sociedad una propuesta que permita que el país camine más a prisa”, que el frente le dará voz y espacios a miles de mexicanos que quieren cambiar el país.
Y tan en serio va el frente, a juicio de Delgado, que “se buscará en primera instancia construir un ejercicio de comunicación con la sociedad para luchar por algunas propuestas concretas:
Se pugnará por la construcción de un nuevo régimen que lleve al equilibrio de los poderes; lograr una ciudadanía más activa no sólo a la hora de votar; fomentar una mayor participación en todos los ámbitos; establecer la figura de la revocación de mandato en todos los cargos públicos, sin excepción; también la eliminación del “fuero” de los servidores públicos, sin excepción”. Y agrega la propuesta de eliminar el financiamiento público a los partidos políticos (?) y buscar establecer un gobierno de coalición con un jefe del gabinete.
Dante no escatima elogios para Ricardo Anaya, el dirigente nacional del PAN, y para Enrique Alfaro, presidente municipal de Guadalajara, de Movimiento Ciudadano. Los concibe como una nueva generación que debiera darle salida a los problemas del país. También menciona a Mancera de la Ciudad de México a quien le atribuye una visión ciudadana de la política y a quien el gobierno de la República “ha dejado sólo” (sic).
Lo anterior obliga a pensar que de ellos (los tres mencionados) pudiera surgir alguno que abanderara al frente en la próxima elección, lo que pone nerviosos a algunos en el PAN y a algún independiente, que pudiera emocionarse con la idea de que el frente lo pudiera arropar.
Del controvertido Ricardo Monreal (ex coordinador del grupo parlamentario del partido Convergencia), resalta que “El trato que le dieron a Monreal, obligó necesariamente a replantear las estrategias de la izquierda que por el momento representa (a su juicio) el 17% de la votación nacional”. Deja entrever que Monreal seguramente fue el punto de quiebre para las posibilidades de la alianza con Morena.
Dante Delgado remata con la idea de que “nos esperan todavía gratas sorpresas”, porque van a sacar adelante el proyecto por encima de la visión partidista y que “el frente legislativo (de la agenda de 15 puntos, donde no presentan nada nuevo, nada que no haya estado antes en las agendas) es un anticipo del éxito electoral del próximo año.”
Ahí está el dilema, y de nuevo las sorpresas, que no dejan de aparecer y ser noticia en materia de política electoral. En el PAN, tensiones sucesorias; en el PRD, abundante desbandada; en Morena, dudas e incertidumbre; en el PRI, la espera. En octubre, los partidos políticos definirán el método de selección de sus candidatos. A finales de noviembre, los nombres, las precampañas, y en febrero, los registros de candidatos ante el INE…Ya no tienen mucho tiempo.
bulmarop@gmail.com

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