La barbie, la delincuencia y el Temo

 

El alcalde de Nogales, David Cuauhtémoc Galindo Delgado, está en plena campaña por el Senado. Nadie le ha dicho que su intención ya se esfumo.

 

Su relación burocrática, administrativa y amistosa con José Guillermo Duarte Astorga “la barbie” ya le cobró su única y gran factura.

 

No hay forma ahora de decir que su subdirector de Seguridad Pública está limpio de todo pecado.

 

Pero ¿qué es lo que el alcalde nogalense ya debería haber hecho? Nombrar al sucesor de su querido amigo, deslindar al Ayuntamiento de toda relación con el mismo, y comprometerse con la sociedad fronteriza a aportar lo necesario en la investigación en contra de Duarte Astorga.

 

Pero no lo ha hecho, y a decir de los nogalenses, no lo hará.

 

Y es que, vea usted hasta donde llega el poder del ya tristemente célebre “la barbie”: era el único servidor público en Nogales al que custodiaban una docena de elementos policiacos, fuertemente armados, distribuidos en varios turnos, y abordando entre 3 y 5 vehículos en formación de convoy.

 

Este privilegio no lo tiene ni marco Antonio Flores Aguilar, el director de Seguridad Pública, quien a pesar de ser primero en rango ante su sub director, es común verlo hacer su trabajo sin más compañía que su arma de cargo.

 

¿Por qué debía, la barbie, operar tan fuertemente custodiado? Porque su trabajo - de acuerdo con muchas voces - no era la seguridad pública, sino la intermediación entre la delincuencia organizada y sus jefes, siempre bajo el ojo vigilante de esos escoltas. ¿A quién reportaba el resultado o ganancias de esa intermediación? Eso tendrá que aclararlo el alcalde temo Galindo.

 

Pero las relaciones delictivas con las que los nogalenses acusan a la barbie, no son solamente en el plano de la delincuencia organizada ni el narcotráfico. Los comerciantes y pequeños empresarios se convirtieron en su caja chica.

 

Si para los narcotraficantes el secuestro y la extorsión es una fuente alterna de ingresos en épocas de sequía delincuencial, varios comerciantes juran que para la barbie fue igual.

 

¿Se atreverá el alcalde a defender a la barbie? Quién sabe, pero si lo hace tendrá que explicarle esa inocencia a cientos de nogalenses que aseguran haber sido secuestrados, extorsionados, violentados y amenazados por el convoy que le sostenía el cerco a Duarte Astorga, y por Duarte Astorga mismo.

 

De ese convoy podría salir el sucesor de la barbie. Y eso, los nogalenses dicen no estar dispuestos a permitir. Ya se verá al alcalde tomándole protesta al nuevo sub director, y ya se verá si la barbie sigue en control de Nogales a través del mismo.

 

Pero, si usted piensa que ese el problema prioritario del alcalde nogalense, está equivocado. Lea con atención:

 

El 28 de abril pasado, en circunstancias extrañas y aun no esclarecidas, la policía municipal mató a un supuesto delincuente por robar en un expendio. Dos días después, el 1 de junio, la aduana americana detuvo Luis Miguel R. al intentar traficar con drogas al vecino país, cuando aún era elemento activo de la policía municipal.

Mes y medio después, el 19 de julio, autoridades militares detuvieron a tres elementos más por portar armas con registros irregulares.

Luego, el pasado 14 de septiembre dos agentes más fueron detenidos por contar con orden de aprehensión acusados de robo con violencia.

Tres días después, el 17 de septiembre, detienen a una secretaria de Seguridad Publica conduciendo un vehículo con reporte de robo.

Hace unos días se dio cuenta de la detención del “temible” sub director de seguridad pública, de apodo la barbie por autoridades norteamericanas.

Y este 24 de septiembre, es sorprendida el elemento de la Policía Municipal Karla Paola N. intentado traficar lo que parecía ser crystal al interior del CERESO en Nogales.

 

Un largo prontuario para alguien que busca ser senador. Si como alcalde no pudo, que se podría esperar como senador. ¿Usted que piensa?

 

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