LA MEDICINA YA NO ES UN SERVICIO, ESTÁ SUJETA A LA EXPLOTACIÓN COMERCIAL: RUY PÉREZ TAMAYO



La medicina ya no es un servicio, se transformó en un artículo de lujo, en un negocio, cuando los empresarios descubrieron que la humanidad doliente es un mercado inmenso y cautivo, formado prácticamente por toda la especie homo sapiens-sapiens, aseguró el doctor Ruy Pérez Tamayo.

“Durante siglos, los aspectos económicos no representaron un obstáculo grave para que el público de todas las clases sociales tuvieran acceso a la atención médica cuando la necesitaban, pero ahora, vemos que la medicina es cada vez más cara al grado de que la mayor parte de la población de nuestros países ya no están en condiciones de pagarla”, expresó.

En el Departamento de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Sonora, el galeno, referente nacional en el área de la medicina por su trayectoria en el campo de la salud, la investigación y la academia, dijo que la atención médica en México y los países pobres, con sus sistemas de seguridad social se encuentran en crisis y en los primeros pasos para su privatización.

El integrante del Colegio Nacional, de la Academia Mexicana de la Lengua, profesor emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reconocido divulgador y Premio Nacional de Ciencias de la, habló sobre “Las transformaciones medicina”, desde Hipócrates hasta la actualidad y aseguró que los cambios registrados en más de 700 años están, ahora, sujetos a la explotación comercial.

Ruy Pérez Tamayo expuso datos pormenorizados de la evolución de la medicina en lo que respecta a la transformación científica, desde cuando la enfermedad se consideraba un como castigo divino, o un fenómeno natural, hasta llegar a la patogenia y los avances científicos, tecnológicos, sociales y económicos de la actualidad.

Consideró que, desafortunadamente, el desarrollo comercial de la medicina de los países desarrollados –especialmente Estados Unidos- está condenada a seguir el modelo que tiene una tecnología fabulosa y que ha transformado la medicina en una ciencia de creciente efectividad, pero con graves problemas de accesibilidad que debieron haberse evitado por medio de los sistemas de seguridad social que no funcionan como tal.

“Dentro del modelo neoliberal de la economía, tan en boga en nuestros países pobres, el sistema de seguridad social del estado naufraga. La medicina, al igual que otras esferas de la sociedad civil, como la educación en propiedad de los medios de producción, se privatiza y queda sometida a una economía de mercado en donde lo que reina son los aspectos de eficiencia y costo-beneficio, sacrificando el bienestar social y el bienestar individual”, asentó.

Pérez Tamayo explicó que cualquier esquema de economía neoliberal cuenta con programas de protección social dirigidos a apoyar a los miembros menos favorecidos por la sociedad; a aquellos a quienes todavía no llegan los beneficios de la derrama económica que supuestamente se genera por la creación de nuevas fuentes de empleo y el incremento del PIB, pero resultan siempre insuficientes.

“Y para empeorar la situación, este sector marginado de la sociedad es el que muestra mayor crecimiento demográfico y siempre acaba por ganar la carrera a los esfuerzos más bien intencionados de las autoridades para proporcionarles los servicios básicos para la clase media, que sí tiene trabajo y que contribuye con su esfuerzo a que el país camine. La opción médica actual, que se está transformando rápidamente en privada, también se está haciendo prohibitiva desde el punto de vista económico”, argumentó.

Refirió que los avances tecnológicos aplicados en la atención médica están siendo utilizados como un negocio por parte de fabricantes de aparatos y también, por las instituciones que los adquieren. “Incluso la hospitalización, indispensable para realizar muchas de las maravillosas exploraciones diagnósticas y operaciones, también se están convirtiendo en una empresa privada cuyo objetivo principal es el lucro”.

Incluso, dijo, las compañías químico-farmacéuticas que proveen medicinas, sueros, equipos, exámenes de laboratorio clínico, “también tienen sus accionistas, tienen sus consejos de administración animados principalmente por el deseo de multiplicar sus inversiones”, asentó.

Ruy Pérez Tamayo, autor de más de 67 libros, más de 160 artículos científicos, y expositor de más de 155 cursos y 1,200 conferencias, añadió que el fenómeno del encarecimiento del servicio médico, de las medicinas, es un fenómeno internacional que afecta en mayor o menor grado a todos los países de occidente.

“La estructura actual de los sistemas de atención médica no ha podido evitar la crisis, más bien parece haberla precipitado y por ello debe surgir una legislación que regule y, hasta limite la comercialización de la medicina sin que interfiera con el libre ejercicio de la profesión, de modo que detenga su transformación progresiva en un negocio creado sólo para enriquecer a algunos cuantos y que la medicina, vuelva a ser un servicio para toda la sociedad”, apuntó.

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