San Diego, California / Tijuana, Baja California — La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, se encuentra en el ojo del huracán tras confirmarse el cierre de cuentas bancarias tanto suyas como de su esposo en dos de los bancos más importantes de Estados Unidos: Wells Fargo y Bank of America. La acción fue ejecutada por ambas instituciones con sede en San Diego, California, ante la detección de supuestas “actividades sospechosas” relacionadas con el origen del dinero depositado.
De acuerdo con fuentes cercanas a las entidades financieras, el cierre se fundamentó en protocolos de cumplimiento de las leyes estadounidenses en materia de prevención de lavado de dinero, que obligan a las instituciones a actuar cuando identifican operaciones inusuales o de posible procedencia ilícita, especialmente si involucran a personas políticamente expuestas (PEP), como es el caso de la mandataria estatal.
Preocupación y posibles consecuenciasAunque hasta el momento no se han presentado cargos en contra de la gobernadora ni de su esposo, el cierre de cuentas ha generado inquietud a nivel binacional, pues podría derivar en investigaciones más amplias sobre el origen y destino de los recursos involucrados.
Este hecho se produce en un momento en el que la transparencia gubernamental y el combate a la corrupción ocupan un lugar central en la agenda pública, tanto en México como en Estados Unidos. La cancelación de cuentas a una funcionaria de alto nivel por parte de instituciones financieras norteamericanas podría establecer unprecedente importante en el tratamiento de funcionarios mexicanos con intereses económicos fuera del país.
Silencio oficial ante creciente presión mediáticaHasta la tarde de este lunes, Marina del Pilar no ha emitido postura algun asobre el cierre de sus cuentas bancarias. Su equipo de comunicación también ha guardado silencio, mientras la noticia comienza a difundirse en diversos medios locales y nacionales, generando presión para que la gobernadora aclare públicamente la situación.
Este nuevo escándalo se suma a una serie de cuestionamientos que ha enfrentado en semanas recientes en torno al manejo de recursos públicos y la influencia de su entorno personal en decisiones gubernamentales.
Advertencia para otros funcionariosEl caso de Ávila Olmeda podría convertirse en un foco de atención para otros funcionarios mexicanosque mantienen cuentas bancarias o inversiones en el extranjero. Las instituciones financieras estadounidenses han reforzado sus mecanismos de vigilancia y cumplimiento, lo que implica un escrutinio más estricto sobre los movimientos financieros de figuras públicas extranjeras.
En tanto no se esclarezca el origen de los fondos y los motivos detrás del cierre de las cuentas, el episodio representa una señal de alerta sobre los riesgos reputacionales y legales que enfrentan los servidores públicos que operan en el sistema financiero internacional.