Tras casi ocho años fuera de la política local en Sonora, el exalcalde de Hermosillo, Manuel “Maloro” Acosta, reapareció en la vida pública al confirmar su incorporación al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), decisión que —afirmó— responde a una evolución personal y política, no a un viraje ideológico forzado.

Acosta explicó que su salida del escenario local obedeció al cierre natural de un ciclo y a una decisión familiar y profesional. Durante ese periodo residió en Utah y Washington D.C., donde colaboró con el Global Center for Human Rights, participando en cabildeo legislativo, vínculos con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, trabajos con la OEA y la coordinación de esfuerzos internacionales, entre ellos una campaña rumbo a la Secretaría General del organismo hemisférico.

En entrevista en radio el exedil describió esta etapa como un proceso de reinvención, que incluyó trabajos modestos mientras regularizaba su situación migratoria, experiencia que le permitió reconectarse con la vida cotidiana y familiar, sin equipararla a la realidad que enfrentan los migrantes.

Ante señalamientos sobre presuntos actos de corrupción durante su administración municipal, Acosta fue categórico al negar cualquier procedimiento en su contra, al subrayar que su gestión fue una de las más auditadas y sin observaciones de daño patrimonial.

Respecto a las críticas por sumarse a una plataforma vinculada con la Cuarta Transformación, Acosta defendió su decisión y llamó a recuperar el debate plural, la discrepancia y la autocrítica. Rechazó el pensamiento único y sostuvo que el PVEM es un espacio de conciliación y diálogo, donde caben distintas visiones con énfasis en seguridad, resultados y construcción de acuerdos. Añadió que su trabajo se enfocará en una estrategia territorial de escucha en la Circunscripción 1, integrada por ocho estados.