Zonas de protección ambiental y habitacionales están padeciendo desde hace meses esta construcción
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El Gobierno de Sonora aseguró que en próximos días darán a conocer un esquema de pago para los trabajadores sindicalizados de las empresas constructoras que participan en la reubicación de las vías del ferrocarril en Nogales, que se manifestaron el martes.
La falta de pago es solo uno de los aspectos polémicos de esta obra. Hay zonas de protección ambiental y habitacionales que están padeciendo desde hace meses esta construcción.
El AribabiEn el 2011, la familia Robles decidió de manera voluntaria convertir 7 mil 906 hectáreas de su rancho ganadero ‘El Aribabi’, en reserva natural protegida, ubicada en la región llamada ‘Islas del cielo’ en Ímuris, Sonora.
En el 2012, se sumaron al proyecto 4 mil 893 hectáreas de predios vecinos.
Este oasis empezó a ser devastado el año pasado, por la construcción de la nueva ruta del tren de carga que conectará con las vías del ferrocarril de Cananea que llega a Nogales y cruza a Estados Unidos.
Al respecto Sergio Müller, ambientalista de Caminantes del Desierto, Sonora, indicó:
“Están usando el espacio, no solamente para el derecho de vía del paso del tren, sino como un banco de materiales, lo cual no estaba contemplado”.
Hace más de tres años, el Gobierno de México anunció que sacaría las vías del tren de la zona urbana de Nogales, y abriría un nuevo puente fronterizo, lejos de la ciudad, para agilizar el tránsito de furgones cargados con químicos y minerales hacia Estados Unidos.
En Estados Unidos la empresa ferroviaria decidió no reubicar las vías del tren y las autoridades federales determinaron no mover el cruce fronterizo.
Jorge Maldonado, alcalde de Nogales, Arizona, Estados Unidos, indicó:
“Aquí, en Estados Unidos, es medio difícil porque ni la gobernadora tiene mando sobre el tren. El gobierno no he sabido nada que nos quieran a apoyar en hacer una inversión”.
Las autoridades de México ordenaron construir un túnel, de 3 kilómetros, debajo del fraccionamiento Serena, así como de las colonias Benito Juárez, Buenos Aires, Héroes y El Embarcadero.
Empezaron a dinamitar debajo de docenas de casas, para que el túnel se conecte con las vías del tren de carga, que seguirá cruzando la frontera por donde lo hace desde 1882.
Afectaciones a casasLa casa de Ana Grijalva, ubicada en la calle Sierra Guacomea 531, en la colonia Benito Juárez, está a punto de colapsar.
“Nunca, jamás, en mis nueve años, yo había tenido averías, hasta ahora que empezó todo lo del tren. Están haciendo explosiones 5 o 6 veces diarias. Nos tiembla los techos de las paredes, las ventanas”.
En la calle Popocatépetl 231, de la colonia Buenos Aires, vive Omar Amarillas, a 60 metros de su casa se construye “La lumbrera” la única abertura de luz y ventilación, que tendrá el túnel ferroviario de 3 kilómetros.
“Va a ser una chimenea. El humo de 30 trenes nos va a estar saliendo por aquí, a nosotros”.
En medio de la incertidumbre, se encuentra Gustavo Moreno, propietario del Hotel Colonial, que se ubica en la entrada de la colonia Buenos Aires, a un costado de las viejas vías del tren y a 200 metros de la línea fronteriza. Asegura que la ocupación ha bajado drásticamente.
“Totalmente del 70% estamos a un 12%. Nos tienen hechos pedazos”.
El empresario obtuvo un amparo federal para obligar a las autoridades a frenar la obra y pagar los daños ocasionados al hotel que corre el riesgo de colapsar, pero las autoridades han hecho caso omiso.
Se solicitó información al Gobierno de Sonora sobre los daños que está provocando la obra, pero no hubo respuesta.