Consecuencias de la elección: lo que ha cambiado


 


 

 

La participación ciudadana  del pasado 1 de julio no solo reflejó la realidad de los partidos políticos en el contexto nacional y local en su capacidad para captar votos y mostrarlos tal como son. También sirvió para enviar señales a realidades concretas, donde la participación política se había empantanado y la movilidad social se había frenado. La gente libremente reaccionó ante aquellos intentos de petrificación del poder, ante la ambición desmedida de quienes habían llegado a la conclusión de que solo "ellos", sus familias o sus grupos, estaban destinados a gobernar.

 

Una sana lección para que los partidos políticos, todos, entiendan las señales y procedan en consecuencia a tomar en cuenta el mensaje de la urnas para efecto de sus reformas y cambios del futuro.

 

Ninguna derrota y ningún triunfo en política es para siempre, pero tanto partidos como actores políticos deberán analizar minuciosamente lo que les pasó  en algunas realidades concretas, para no volver a incurrir en errores y complacencias que al final les resultan muy costosas. Si alguno de ellos desea competir con eficacia en la próxima elección intermedia del 2021, deberá de sacar sus antenas y registrar las señales. Veamos:

 

José Lorenzo Villegas Vásquez (PAN) se preparaba para asumir un cuarto período de gobierno municipal en Naco, donde el PAN ha gobernado 18 de los últimos 21 años.

Villegas ya había sido alcalde en el 2000, 2006 y 2015, y confiado en la reforma constitucional se animó para buscar la reelección, en un municipio fronterizo sumamente rezagado social y materialmente.

 

Los vecinos dicen que ahora, Naco está peor que en 1974 cuando el entonces presidente Luis Echeverría y el gobernador Biébrich sostuvieran una reunión de trabajo a las tres de la mañana, invitados por el alcalde Jesús Antonio Romo Mitre, para plantearle los problemas del municipio. El gobierno federal respondió con muchas obras que todavía se observan por ahí, pero el deterioro del municipio ha sido evidente.

 

Villegas vio frustrada su intención de un cuarto período de gobierno porque le ganó la candidata del PRI, Andrea Celeste Ramos.

 

Vicente Terán Uribe, de Agua Prieta, compitió por quinta ocasión en los últimos 20 años por la presidente municipal.

 

La ganó en 1997 por el PRI y en 2009 por el Partido Social Demócrata. Perdió ante David Figueroa del PAN en 2003, ante Héctor Ruvalcaba también del PAN en 2015 y ahora salió derrotado por Jesús Alfonso Montaño Durazo del partido Morena. Terán fue también diputado local en 2000 y 2012, y su esposa Irma Villalobos fue alcaldesa en 2000 y 2012 y diputada local en la 58 Legislatura (2006-2009). Su hija Irma Terán Villalobos compitió en 2015 por el PANAL por el V Distrito local, y ahora va como diputada federal de representación proporcional por el PRI.

 

Perla María Rodríguez (PRD) aspiraba por segunda ocasión a ser presidenta en el municipio de La Colorada, que ganó en 2015 con una diferencia de tres votos. Su familia ya tenía tiempo gobernando el municipio y quería más: Su abuela en 1988, su papá Armando Rodríguez Valencia  en 1997, 2003 y 2012, y su tío Romeo en 2009.

 

Perla aspiraba a un séptimo período de gobierno para la misma familia y fue derrotada por Marco Antonio Platt Escalante del PRI-Verde ecologista. Platt ya había sido candidato del Verde en 2015. El municipio luce atrasado y pobre, con graves carencias y problemas no resueltos.

 

Alguna razón de tipo personal empujó a Guadalupe Bujanda Fraijo, el cuatro veces presidente municipal de Rosario Tesopaco por el PRI (1994, 2000, 2009, 2015), para para apoyar de última hora al candidato de Morena a la presidencia municipal, Francisco Javier Buelna Arzola, contra la candidata del PRI Karina Valenzuela Mendívil. Ganó la elección Karina Valenzuela, y con esa victoria se logra que hasta ahora Rosario Tesopaco y Oquitoa sean los únicos municipios de Sonora que no han experimentado alternancia de partido distinto al PRI en sus ayuntamientos.

 

¿Qué razones tuvo Bujanda para irse del PRI ya al final de su cuarto período de gobierno? Difícil entenderlo.

 

El grupo político de Enrique Reina Lizárraga, en San Luis Río Colorado, nunca imaginó que el férreo dominio panista en ese municipio iba a ser arrastrado por el partido Morena el pasado 1 de julio. En 1991 los panistas negociaron se retirara al priista Valenzuela ganador de la elección y desde 1994 se hicieron del poder municipal con una sola interrupción en el 2009 (que ganó el PRI con Manuel Baldenebro). Reina el jefe del grupo político local   presidente municipal (dos veces) diputado local y federal junto con Palafox, Díaz y Espino. Ahora habían impulsado a Everardo López, que sucumbió ante Santos González Yescas.

 

Luis Alfonso Robles Contreras, presidente municipal de Magdalena (PRI) perdió la elección de alcalde por el fenómeno Fox en el año 2000. Se repuso políticamente, volvió a competir, ganó y gobernó el trienio 2003-2006. Repite de nuevo como alcalde para el 2015-2018 y ahora Robles buscaba en su cuarta elección, un tercer período de gobierno a través de la reelección y perdió ante Francisco Javier Zepeda Munro (PAN). ¿Qué pasó en Magdalena? ¿Qué pasó en Sonora que de 18 presidentes municipales que buscaron reelegirse solo lo lograron 9?

 

Cuauhtémoc Galindo Delgado, presidente municipal de Nogales, iba invicto. Regidor, diputado local, diputado federal y presidente municipal de Nogales en los últimos 12 años. Buscó la reelección y perdió ante Jesús Antonio Pujol Irastorza, de Morena, que lo mandó al cuarto lugar.

 

Lorenzo De Cima Dworak, presidente municipal de Guaymas, también buscó la reelección y no lo logró y también se fue al cuarto lugar.

 

Que hicieron diferente los presidentes municipales de San Felipe, Cumpas, Santa Ana, Puerto Peñasco, Altar, Átil, Cucurpe, Sáric y Pitiquito que si recibieron el respaldo de sus votantes para reelegirse?

 

En Mazatán el PAN postuló de última hora a Alma Celina Mada Castillo, esposa de quien fuera presidente municipal por el PRI en 2006, Heyron Higinio Bórquez Espinoza, provocando con ellos la segunda alternancia política del municipio. Ella y 26 mujeres más gobernarán municipios en Sonora, en una cifra récord (27) desde 1973 en que fueron electas en Sonora dos presidentas municipales: Alicia Arellano Tapia en Magdalena, e Irene Ortiz Gastélum en Tubutama. A lo más que se había llegado en Sonora era a 9 presidentas en el trienio 2015-2018. Un logro indiscutible  de la reforma promovida por la gobernadora del estado sin duda y un paso muy importante en la participación de la mujer en política.

 

El pasado 1 de julio en Sonora, de los 13 candidatos independientes que participaron en las elecciones municipales solo ganó uno: Eduardo Quiroga Jiménez, en Cananea. ¿Por qué tan raquítica la participación de los independientes?¿Les faltó estructura o no pegaron con la gente?

 

Todo lo anterior solo representa algunas muestras de lo que sucedió el pasado 1 de julio y faltan muchas más de analizar, para ir entendiendo poco a poco las nuevas realidades y los nuevos retos.

 

¿Qué sigue? ¿Qué va a pasar? Un presidente de la República electo con mayoría en el Congreso de la Unión y con 22 congresos locales de su mismo partido, algo no visto desde 1982, implica un cambio radical en la conducción de la política (interna, social, económica, internacional) por parte del nuevo gobierno federal.

 

Hasta ahora, solo información por goteo sobre los nuevos estilos de gobierno  y más sobre la instrumentación de algunos compromisos de campaña del candidato triunfante Andrés Manuel López Obrador. Algunos resplandores sobre las reglas del juego de la próxima administración pública y plena colaboración del gobierno saliente. También expectativas crecientes de la sociedad y conflictos visibles en algunos partidos políticos que no rindieron buenas cuentas.

 

En general, el país estable, sin turbulencias de fin de sexenio, y a la espera del cambio de gobierno. En los Estados, reacciones sobre novedades y a la espera de señales sobre el nuevo federalismo. Falta mucho más. En  relación a los nuevos comportamientos políticos, dice Pepe Carreño: "Y es que la gestión de disensos soterrados es un tránsito lleno de expectativas, recelos, animosidades y emociones perturbadas por la desinformación, exige una narrativa creíble: algo más que desplegados zalameros, comentarios y artículos arrepentidos de criticar al hoy ganador, videos empalagosos, sonrisas de artificio y frágiles declaraciones de confianza prefabricadas en algún gabinete de prevención de crisis". Tiene razón.

 

Que las nuevas realidades y los recientes cambios que vivimos no nos lleven ni a perder el sentido de la realidad, ni a nublar el entendimiento de los nuevos tiempos y mucho menos, por temor u oportunismo a limitar el ejercicio de las libertades, entre ellos el de la crítica. El bono democrático tiene sus límites y suele durar muy poco, el de la euforia y el triunfalismo también y es el primero en diluirse ante la dimensión de las responsabilidades y la complejidad de los retos. "Esa eterna caja de sorpresas que es la historia" decía Octavio Paz. No lo olvidemos.

 

bulmarop@gmail.com


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