¿Está realmente libre Padrés?


 

Por Alberto Vizcarra Ozuna

 

El juez que le otorga la libertad condicional a Padrés, no lo está declarando inocente; le concede el beneficio de una garantía que se contempla dentro del proceso. Lo cual, de facto, desmiente los dichos contenidos en el primer audio, que desde el Reclusorio Oriente  de la Ciudad de México, el ex gobernador de Sonora grabó, pidiendo la intervención de López Obrador y alegando en el mismo que se le violaban las garantías, además de autocalificarse como un preso político.

 

Luther King sostenía que cuando alguien es encarcelado por haber defendido una causa justa, padece un sufrimiento que lo redime, que lo hace una persona más justa y más noble; de ello dan constancia los grandes ejemplares de la resistencia civil, como Gandhi y Mandela, quienes al salir de largos cautiverios, no expresaron frases de odio y venganza.

 

Al escuchar el segundo audio enviado por Padrés -ya desde fuera de la prisión-  parecería que algunos que han sido encarcelados, no por encabezar causas justas sino por los crímenes cometidos, no se redimen, por el contrario se envilecen. El mensaje del audio es corto pero muy espeso, cargado de odio y afán de venganza. Advierte que “todavía le queda un poco de ocotillo”, (residuos de madera de pino muy cargados de resina y especiales para provocar incendios) y remata con la frase: “…ya estoy libre, agárrense hijos de la chingada”.

 

En algunas ocasiones me tocó visitar, junto con Adalberto Rosas López y otros compañeros, al yoreme Mario Luna, durante su injusto encarcelamiento en una de las prisiones de la ciudad de Hermosillo. No obstante que el gobierno de Padrés le confeccionó un inverosímil montaje para acusarlo falsamente de privación ilegal de la libertad  con el propósito de rendirlo y de atemorizar a la Tribu Yaqui en su lucha en contra de la construcción ilegal del Acueducto Independencia,  nunca le escuchamos a Mario expresiones de odio, ni mucho menos afanes de venganza. Siempre lo vimos con la entereza derivada de su convicción por la defensa de las aguas del Río Yaqui y por la existencia futura de la tropa yoreme. Aún estando en prisión, Mario Luna, era una persona libre.

 

 Padrés está en condiciones de presumir que logró salir de la cárcel, pero no en condiciones de presentarse como una persona libre. Lo dicho en el audio lo exhibe como un prisionero, un cautivo trágico de sus propias pasiones y vicios que lo llevaron a propiciarle lesiones presupuestales al estado gigantesco monumento a la corrupción llamado Acueducto Independencia.-de las que aún no se ha podido recuperar- y amenazar la existencia de la tribu yaqui y de las actividades productivas del Valle del Yaqui con el

 

Ciudad Obregón, Sonora, 6 de febrero de 2019

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