El 2021 en México y Sonora: ¿qué puede cambiar?


Bulmaro Pacheco

 

Domingo 28 de julio de 2019

 

¿Cuántos votos requerirá un candidato para ganar la elección de gobernador de Sonora en 2021?

 

En los procesos electorales para elegir gobernador de Sonora que vienen desde 1979, el margen de victoria del PRI pasó del 65% al 7.1% en 2015. Sin embargo, en 2003 el PRI gana el gobierno con un punto de diferencia y en 2009 el PAN gana la gubernatura con un margen del 4.2%.

 

¿Qué significa eso en número de Votos?

 

En número de votos significa que en 1979 la diferencia entre PRI y PAN fue de 201,658 votos.

 

En 2009 Guillermo Padrés obtuvo 463,493 votos contra 424,266 de Alfonso Elías Serrano. Seis años antes, Eduardo Bours le ganó a Ramón Corral Ávila con 372,467 contra 364,544. Es decir, solo un punto de diferencia; la elección más reñida hasta la fecha.

 

Y en 2015, ¿cuál fue la diferencia?

 

Claudia Pavlovich logró 486,944 votos contra 415,745 de Javier Gándara Magaña, es decir 7.1% de diferencia que en votos significaron 71,199 votos.

 

¿Y en 2021?

 

Seguramente la lista de electores en Sonora rondará los 2 millones cien mil, y también quizá haya tres candidaturas muy competitivas de los principales partidos políticos en la elección para gobernador (PAN-PRI-Morena), algunas alianzas y candidaturas independientes, sobre todo de quienes ya desde ahora —y seguramente en el futuro habrá más—que han anunciado se irán por la vía independiente.

 

Debemos recordar que en la elección del 2018, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador logró 650,978 votos; la primera vez en la historia de Sonora que en una elección presidencial el ganador rebasa el medio millón de votos. También en la elección de senadores los candidatos de Morena lograron 508,891 votos. Esa fue una elección de coyuntura con ingredientes atípicos que difícilmente habrán de repetirse en el futuro. Las cifras y los desempeños así lo indican.

 

¿Y en la elección de gobernador?

 

Desde 1979 tanto el PAN como el PRI han ido incrementando su votación, gradualmente han ido sumando más votos.

 

También ha contado el número de ayuntamientos y posiciones en el Congreso local que detenta cada partido y el impacto que estos generan en el ánimo de los electores. Por ejemplo: El PAN pasó de 39,985 votos en 1979 a 415,745 en 2015. El PRI pasó en el mismo período de 201,658 a 486,944. Contando las alternancias en los ayuntamientos y en el estado, solo dos municipios no han registrado alternancia de partido en el gobierno: Rosario Tesopaco y Oquitoa.

 

El partido que realmente se ha estancado ante el electorado ha sido el PRD, que avanzó de 13,754 votos en 1991 a 171,312 en 1997, y cayó a solo 34,591 en el 2015 con Carlos Navarro de candidato. Fue el tiempo de la ruptura y la posterior formación de un partido con disidentes; El MAS de Guadalupe Curiel que en la elección del 2018 perdiera el registro al no alcanzar el 3% de la votación. En la elección del 2015, Morena con su candidato Javier Lamarque Cano, logró 28,694  votos.

 

¿Y se advierte en el futuro un incremento de votos en los partidos?

 

Dependerá de lo competitivas que sean sus candidaturas y de las estructuras partidistas que logren consolidar de aquí al proceso electoral. También de los problemas de imagen ante el electorado que logren corregir, sobre todo el PAN, que luce todavía vapuleado por los escándalos del gobierno de Guillermo Padrés.

 

No hay que dejar de lado que en las nuevas realidades la gente vota tanto por la marca (voto duro de identidad) como por las cualidades o defectos de la gente (voto libre y volátil), pero con el tiempo se ha visto que el voto duro ya no le alcanza a los partidos políticos para ganar una elección. O  construyen alianzas con otras fuerzas o partidos, o se esmeran en postular candidaturas realmente competitivas en todos los niveles de participación, o se exponen a la reducción de sus porcentajes de votos. No se ven otras alternativas en el contexto de una elección sumamente competitiva que se advierte será la del 2021.

 

¿Qué requieren los independientes?

 

En primer lugar requerirán de 60 mil firmas, contabilizadas ante notario porque así lo establece la Constitución sonorense (3% de las firmas de la lista estatal de electores).

 

En segundo lugar requerirán de recursos económicos para financiar tanto la recolección de las firmas cuando se expida la convocatoria, como para financiar sus campañas.

 

Si en 2015 el tope de gastos para candidatos a la gubernatura anduvo sobre los 93 millones de pesos, quizá para el 2021 andará ya sobre los 120 millones o más. Un reto importante para los independientes.

 

¿Y la reforma constitucional local para los independientes?

 

Ya se hizo en agosto del 2018. El párrafo 24 del artículo 22 de la Constitución Política del Estado de Sonora establece que: "No habrá límite en el número de candidatos independientes que podrán registrarse para cada uno de los cargos a elegir en cada proceso electoral. Además se establecerán los mecanismos para la postulación, registro, derechos y obligaciones de los candidatos independientes, garantizando su derecho al financiamiento público y al acceso a la radio y la televisión, en los términos establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en las leyes aplicables".  Con eso se corrigió el error de la anterior reforma que permitía un solo candidato aunque varios hubieran logrado el número de firmas exigidas. Bien por los independientes y bien por quienes entonces manifestaron su inconformidad con un precepto a todas luces contrario a la CPEUM.

 

¿Y en lo nacional?

 

En lo nacional estarán en juego 13 gobiernos estatales y 500 diputaciones federales. La lucha principal de las oposiciones será por arrebatarle a Morena y al presidente López Obrador el control de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, donde ahora con alianzas cuentan con una mayoría calificada. De ganarle a Morena la mayoría, el Ejecutivo se quedaría los últimos tres años de su mandato sin el control del Legislativo. Por eso, se piensa que tanto el gobierno federal como Morena le echarán toda la fuerza a la disputa por el Poder Legislativo federal tomando en consideración que en 2021 solo habrá elección de diputados federales. El Senado queda intacto por todo el sexenio.

 

¿Revocación de mandato?

 

Por lo pronto en la elección del 2021 no habrá consulta. El proyecto de Morena de reforma Constitucional se atoró con la oposición en el Senado y difícilmente saldrá antes del 2021. Quizá para después.

 

¿Señales con lo de Baja California?

 

Malas señales lo de la reforma constitucional en aquel estado, que ya han sido condenadas por el propio gobernador saliente, los partidos políticos nacionales y una parte muy importante de los intelectuales, los dirigentes políticos, los medios de comunicación y la opinión pública. Con toda seguridad la Suprema Corte de Justicia la va a eliminar por las contradicciones constitucionales que la reforma exhibe. El presidente municipal de Mexicali interpuso ya una controversia constitucional, seguramente también lo harán el gobernador saliente y las dirigencias nacionales de PAN y PRI. Sin embargo, deberán esperar a que la reforma se publique en al diario oficial del Estado para que las impugnaciones realmente prosperen como lo señala la Constitución.

 

¿Y el estado de las clientelas electorales?

 

En esa elección va a ponerse a prueba tanto el voto duro como la calidad de las candidaturas que se postulen. Se verá si Morena sigue conservando el 30% de voto duro que logró en la elección pasada, aderezado ahora por las nuevas clientelas políticas en nómina —a las que les dan dinero mensualmente—, y si el PRI y el PAN conservan sus porcentajes que andan entre el 15 y el 20%.

 

También se verá si el PRD conserva el registro federal.

 

También si los nuevos partidos políticos que logren su registro—que seguramente no serán más de tres—, en el 2020 consiguen el 3% de la votación nacional emitida y/o logran quitarle clientelas y votos a los partidos grandes.

 

¿Se pueden hacer predicciones desde ahora?

 

Predicciones no, aproximaciones sí. Faltan  23 meses para el primer domingo de junio del 2021 y muchas cosas pueden pasar todavía en la política local y nacional. Vienen importantes cambios y nuevas estrategias en los partidos nacionales, nuevos registros y nuevas fuerzas en 2020 y falta medir en su justa dimensión el grado de desgaste que habrá de experimentar Morena en los gobiernos que obtuvo de aquí a esa fecha. También se habrá de medir el grado de competitividad de las candidaturas que seguramente los partidos ya están calibrando para entrarle a las contiendas con buen margen de posibilidades de éxito.

 

¿Y la apuesta por las preocupaciones de la gente?

 

Difícilmente cambiarán en los próximos meses las prioridades de las mayorías en México y en Sonora que son la Inseguridad y el crecimiento económico. Lo dicen las encuestas. Es también la realidad.

 

bulmarop@gmail.com


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