Belisario Domínguez en Centenario Constitucional

A 103 años de su muerte (1853-1913), su ejemplo y no poca de su denuncia, deben retumbar en nuestras conciencias.

 

MEDALLA

 

Es decidida la entrega de la medalla Belisario Domínguez en su edición anual, por el Senado de la República.

 

¿QUIÉN FUE?

 

El lunes 7 de octubre se cumplieron 106 años de su muerte. Nació en Comitán, Chiapas, el 25 de abril de 1893. Cursó Medicina en Europa y en 1889 regresó al país. Reformista, fue electo en 1912 senador suplente. Opositor a Victoriano Huerta: en las sesiones del 23 y 29 de septiembre de 1913 iba a decir unos discursos, vetados por el presidente de la Cámara, pero el senador los imprimió y difundió.

 

CONCEPTOS MÁS RELEVANTES

 

"Señor presidente del Senado: Por tratarse de un asunto urgentísimo para la salud de la Patria, prescindo de las fórmulas y suplico principie la sesión, conociendo este pliego y dándolo a conocer a los senadores. … dentro de pocas horas lo conocerá el pueblo y urge que el Senado lo conozca antes.

 

 "…Todos habéis leído con profundo interés el informe de don Victoriano Huerta ante el Congreso el 16 del presente… lo mismo que a mí, os ha indignado sus falsedades. ¿A quién se pretende engañar? ¿Al Congreso? No, a la nación, que confiando en vuestra honradez y valor, ha puesto en vuestras manos sus intereses.

 

 "¿Qué debe hacer la representación nacional? Corresponder a la confianza con que la patria la ha honrado, decirle la verdad y no dejarla caer en el abismo a sus pies.

 

 "La verdad es: durante el gobierno de don Victoriano Huerta, no solamente no se hizo nada en bien de la pacificación, sino que la situación es infinitamente peor: la Revolución se ha extendido en casi todos los estados; muchas naciones, antes amigas de México, rehúsanse a reconocerlo; nuestra moneda encuéntrase depreciada en el extranjero; nuestro crédito en agonía; la prensa amordazada o vendida y ocultando la verdad; campos abandonados; el hambre y la miseria amenazan extenderse.

 

 "¿A qué se debe?

 

 "A que el pueblo no puede resignarse a tenerlo por Presidente, al soldado que se apoderó del poder por la traición y cuyo primer acto fue asesinar cobardemente al presidente y vicepresidente ungidos por el voto; habiendo sido el primero quien lo colmó de honores y a quien juró lealtad.

 

 "A los medios que Victoriano Huerta emplea para la pacificación.

 

"La paz se hará cueste lo que cueste", ha dicho. ¿Qué significa? que está dispuesto a derramar toda la sangre mexicana,… ni derrame una sola gota de la suya.

 

"…Esa es la triste realidad. Para los espíritus débiles parece que nuestra ruina es inevitable, porque don Victoriano Huerta se ha adueñado tanto del poder, que para asegurar su candidatura, en la parodia de elecciones anunciadas, no han vacilado en violar la soberanía de los estados, quitando a los gobernadores constitucionales e imponiendo militares que se encargarán de burlar a los pueblos por farsas ridículas y criminales.

 

 "Sin embargo, un supremo esfuerzo puede salvarlo todo. Cumpla con su deber la representación nacional y la patria está salvada y volverá a florecer más grande, unida y hermosa que nunca; debe deponerlo por ser él contra quien protestan con razón todos nuestros hermanos alzados y quien menos puede llevar a efecto la pacificación.

 

 "Me diréis que la tentativa es peligrosa porque don Victoriano Huerta es un soldado sanguinario y feroz, sin vacilación ni escrúpulo. ¡No importa! La patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aun con el peligro y la seguridad de perder la existencia. Si en vuestra ansiedad de volver a ver reina la paz en la República os habéis equivocado, habéis creído en las palabras falaces de un hombre que os ofreció pacificar a la nación en dos meses y le habéis nombrado presidente, hoy que veis que es un impostor inepto y malvado, ¿dejaréis por temor a la muerte que continúe?

 

 "¿Qué se diría a la tripulación de un gran navío que en la más violenta tempestad y en un mar proceloso, nombrara piloto a un carnicero que, sin conocimiento náutico navegara por primera vez y no tuviera más recomendación que la de haber traicionado y asesinado al capitán?

 

 "… El mundo está pendiente de vosotros, y la patria espera que la honraréis ante el mundo, evitándole la vergüenza de tener por primer mandatario a un traidor y asesino.

 

Dr. Belisario Domínguez.

 

Senador por Chiapas. 17 de septiembre de 1913."

 

ASESINATO

 

Huerta ordenó su asesinato el 7 de octubre de 1913, no sin antes cortarle la lengua el Dr. Aureliano Urrutia, que provocó clamor popular. Sus compañeros aumentaron su oposición y días más tarde Huerta disolvió el Congreso y encarceló a 90 diputados.

 

COBARDÍA Y TRAICIÓN

 

Para José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, la abyección inherente a la personalidad de Victoriano Huerta encuentra su más acabada pieza argumentativa en el decreto de disolución del Poder Legislativo del 10 de octubre de 1913. Tras la sanguinolenta cauda de asesinatos iniciados con el sacrificio del presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez, en febrero de ese año —a los que siguieron distinguidos legisladores y abiertos opositores a la usurpación huertista-, el golpista acorralado por un Legislativo exacerbado ante la desaparición del senador Belisario Domínguez, concluye su felonía ordenando la desaparición de la representación popular y federal.

 

Para sustentarla, Huerta no dudó en acusar a la Cámara de haberse convertido en "el peor enemigo del Ejecutivo", así como de arrogarse "atribuciones de juez de instrucción para investigar supuestos delitos del fuero común", refiriéndose a la moción aprobada en la Cámara de Diputados por el grupo Renovador en la sesión del 9 de octubre, por la que se constituyó una Comisión Legislativa conformada por los diputados Ostos, Martínez Rojas y Aquiles Elorduy, a quienes se comisionó para que "practiquen todas las investigaciones necesarias a fin de averiguar el paradero del senador Domínguez".

 

Tal desacato del Legislativo detona la ira del vengativo Huerta, hasta el paroxismo de afirmar que la "Cámara es decididamente disolvente y revolucionaria", y que ante la "obra antipatriótica de los señores miembros", decreta "disueltas desde este momento e inhabilitadas para ejercer sus funciones las cámaras de Diputados y Senadores del Congreso de la Unión. En consecuencia cualquiera acto y disposición de dicho suyas serán nulos y no podrán recibir la sanción del Poder Ejecutivo".

 

Tocó el turno al espurio titular de Gobernación, Manuel Garza Aldape, de ejecutar la perfidia y se hace acompañar de los integrantes del 29 Batallón de Infantería, al mando del sanguinario general Aureliano Blanquet, quien sin recato viola el recinto legislativo, tomando "la plaza", facilitándole así al "heraldo" del disoluto dictador la entrega al diputado José María de la Garza, presidente de la Cámara, del soez decreto de disolución.

 

Al término de su lectura, la presidencia da por terminada la Legislatura y Blanquet aprehende a 84 de los 110 diputados presentes, llevados a la prisión de Lecumberri. En tanto, los afines al dictador, vergonzosamente declaran en el Senado la disolución de la XXVI Legislatura Federal.

 

LEGADO

 

Su discurso contribuyó a la caída del tirano, provocó el rompimiento definitivo entre Huerta y políticos que creían que era preferible a la revolución. Su muerte y la clausura del Congreso radicalizaron a muchos y aumentaron su desprestigio.

 

Belisario Domínguez es un ejemplo típico del héroe civil. Años después el gobierno nacional instituyó una medalla con su nombre, para honrar a mexicanos que se destaquen por su valor cívico.

 

PROPUESTAS

 

La medalla debe ser conferida anualmente, el 7 de octubre, por acuerdo de los senadores y se entrega en presencia del Presidente de la República. Pero desde que se politizó, las fechas de entrega se mueven a ritmo del humor de los senadores. El galardón acabó por convertirse en cuota que se alterna entre los partidos.

 

"Un paso adelante para dar dos atrás", solía decir Lenin.  Esa parece ser la filosofía de los senadores.

 

El decreto, expedido en 1953 por el entonces presidente Adolfo Ruiz Cortines, establece que se entregará a mexicanas y mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia y su virtud en grado eminente. Cualquier ciudadano o institución puede postular las candidaturas.

 

Entre los galardonados con la medalla en años anteriores están Gonzalo Rivas, héroe de Chilpancingo, los empresarios Alberto Bailleres; Gilberto Borja; el periodista Miguel Ángel Granados Chapa; el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; don Luis H. Álvarez; Carlos Castillo Peraza y Javier Barros Sierra.

 

1910-2019

 

Candidatos: El médico Julián Gascón Mercado, Nayarita; Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, post-mortem; Horacio Labastida Muñoz, post-mortem; María de los Ángeles Moreno Uriegas, post mortem; periodista María del Carmen Arístegui; Rosario Ibarra de Piedra; Carlos Slim Helú; María del Carmen Carreón Castro; Balderrábano Saucedo; Tomás de Hijar Ornelas; Porfirio Muñoz Ledo; Layda Sansores San Román; Raymundo Javier Villarreal Gloria; Miguel Ángel Mireles Zubiate; sacerdote Pedro Pantoja Arreola; Víctor González Torres; Guillermo del Toro; Ifigenia Martínez Hernández; Rigoberta Menchú; Rafael Sebastián Guillén Vicente; Juan José Landa García; obispo Monseñor Arturo Lona Reyes; ingeniero químico Luis Ernesto Miramontes, post mortem; subcomandante Marcos.

 

Finalmente, el Senado aprobó por unanimidad otorgar la medalla a la activista Rosario Ibarra de Piedra, el dictamen aún tendrá que ser aprobado por el Pleno, estando programado que se entregue el 23 de octubre.

 

Activista y política

 

Nacida en Saltillo, Coahuila, en 1927, Ibarra de Piedra inició su labor como activista y política a raíz de la desaparición de su hijo Jesús. El 18 de abril de 1975, el segundo más grande de sus hijos, Jesús Piedra Ibarra, fue secuestrado en Monterrey por razones políticas.

 

En 1977 fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, Comité ¡Eureka!, organización de madres y familiares de desaparecidos durante el terrorismo de Estado de los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.

 

En 1988 volvió a conseguir el registro como candidata presidencial y tras la victoria de Carlos Salinas de Gortari, Ibarra de Piedra se unió a la protesta contra el fraude electoral.

 

A 103 años del estallido de la Revolución y de las demandas del bajo pueblo, no todas han sido satisfechas, agravado por las nuevas necesidades que colapsan a nuestro Estado -que quiere ser democrático- de Derecho.

 

Por lo demás, ¿cuantos Senadores de hoy se pueden jactar de emular a Belisario Domínguez?

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