Mata más el cáncer que los balazos


Imposible omitir un comentario respecto a la violencia que se está registrando en el país y que tuvo una de sus más sangrientas manifestaciones durante el pasado jueves en Culiacán, Sinaloa.

Comandos armados del crimen organizado -que sometieron a las fuerzas policiales del gobierno-, propinaron la peor humillación que ha sufrido el Gobierno de la República desde la etapa post revolucionaria.

Esto incluye la fugaz detención y posterior liberación de Ovidio Guzmán López y cuatro integrantes más del legendario cártel de Joaquín “El Chapo” Guzmán, padre del mencionado en la línea de arriba.

Dicen que si viviera el presidente Venustiano Carranza -y hubiera visto lo que le hicieron a los soldados y policías que fueron acribillados y heridos en el enfrentamiento-, hubiera preferido que lo volvieran a matar, tal y como lo agarraron dormido en una pequeña comunidad de Puebla en 1920.

O mínimo hubiera desistido de crear en 1913 al Ejército Mexicano, luego del asesinato del presidente Francisco I. Madero y su vicepresidente José María Pino Suárez; en lo que se llamó la “Decena Trágica” encabezada por el traidor Victoriano Huerta que estructuró el Golpe de Estado para quedarse con la Presidencia de la República.

En fin, eso es historia.

Mejor vámonos a los hechos de hoy:

A cuatro días de vivirse en Culiacán uno de sus peores días, tal parece que el ritmo de la gente volvió a su normalidad.

Dicho en otras palabras:

Tal parece que a las personas se nos olvidan las cosas.

Prueba de ello es que el pasado sábado, cuando se renovó la serie de los anfitriones Tomateros contra los Sultanes de Monterrey en la capital de Sinaloa, precisamente, el nuevo estadio guinda tuvo una asistencia por arriba de los 16 mil aficionados.

Superando por mucho a otras plazas fuertes del beisbol profesional de la Liga Mexicana del Pacífico. Entre ellas a Hermosillo que recibió a los Yaquis de Ciudad Obregón, además de otras series y encuentros programados durante el fin de semana.

Debemos admitir que los balazos y los muertos que lamentablemente se registraron en Culiacán, no es lo peor que le pueda suceder a la seguridad pública que no hemos percibido los mexicanos.

Pues creo que lo peor, todavía está por venir.

Les digo esto porque, si el Cartel de Sinaloa ya se animó a enfrentar con pistola y arsenal -literalmente en mano- al Gobierno Federal contra todo y su Guardia Nacional, Ejército Mexicano, Policías Estatales y Locales; de igual forma se podrían animar otras organizaciones delictivas que están asentadas en diferentes partes del país.

La negociación que supuestamente nunca se debería de dar entre un grupo delincuencial y las autoridades, creo que en estos momentos lleva un avance muy importante.

Unos porque lo único que quieren es seguir trabajando con el tema de la droga.

Y otros -en este caso los funcionarios del gobierno- porque tienen la obligación de preservar la paz a favor de las familias mexicanas.

En pocas palabras, pues, podríamos decir que la Cuarta Transformación (4T) está negociando un pacto con el diablo.

Por lo que corresponde a Sonora, nuestras autoridades encabezadas por la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano y el secretario general de Gobierno, Miguel Ernesto Pompa Corella, instruyeron para que de inmediato se instalara un filtro en la frontera sur y evitar el arribo de sicarios provenientes de Sinaloa.

David Anaya Coley, secretario de Seguridad Pública en la entidad, conoce perfectamente las consecuencias del “efecto cucaracha” que podría darse a raíz de los disturbios en tierras culichis.

Ya en otras ocasiones -y de otros estados vecinos- se ha evitado el ingreso de integrantes de grupos armados que podrían trastocar la paz (¡¿más!?) que pudiéramos tener en nuestro Estado.

Porque como se dice coloquialmente:

Con lo que tenemos ya es suficiente.

Obvio que nos referimos a las reyertas registradas en las últimas semanas en Guaymas, Empalme y Ciudad Obregón.

Aunque no se descartan otros homicidios que se han visto en Nogales, Agua Prieta, Caborca y Hermosillo.

Un problema, que sin lugar a dudas, tenemos en todo el país.

Pero que podemos resolver con la colaboración de todos.

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Con tantos asuntos policiacos que se han registrado en los últimos días, ya ni siquiera se ha notado la lucha contra el cáncer que han encabezado nuestras autoridades y sociedad en general.

Independientemente de que los homicidios a mano armada tienen un mayor impacto por el maldito morbo, quiero decirles que la enfermedad del cáncer es la que suma más muertes en nuestra sociedad sonorense, en México y en todo el mundo.

Inculcar buenos hábitos en la alimentación y checarse constantemente -ya sean mujeres y hombres-, pudieran evitar el desarrollo de este mal que acaba con la vida de las personas y sus familias.

Como lo dijimos en una columna anterior.

Nos consta el trabajo de las autoridades estatales encabezadas por la gobernadora Claudia Pavlovich y todas las instancias ligadas al sector salud.

Entre ellas la Secretaría a cargo de Enrique Claussen y también el Isssteson bajo el mando de Pedro Angel Contreras, quienes durante todo este mes y concretamente el sábado 19 organizaron algunas actividades al respecto.

Por el lado del Ayuntamiento, nos percatamos que en los últimos días la Dirección de Atención a la Mujer -a cargo de Karem Valles Sampedro- hizo algunas acciones con el fin de promover la detección oportuna del cáncer.

Amigos…

Con la esperanza de que los problemas no sigan llegando al extremo de arreglarse por la vía de los balazos, se despide este humilde juglar y pregonero de la política y el deporte.

Les deseo que tengan muy buena semana.

 


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