¿Qué dónde está la oposición?

Lo peor que pueden hacer los gobiernos con sus opositores -antes que debatirles ideas y posturas políticas- es descalificarlos.

 

Increíble que después de tantos años de una dinámica política caracterizada por el debate, la inclusión y la negociación política, todavía subsistan los gérmenes de la intolerancia y la descalificación -desde el poder- a quienes se atrevan a pensar diferente o a cuestionar el discurso oficial, más allá de las libertades y los derechos humanos.

 

Y en eso -con independencia del partido o el color político- no ha habido excepciones. En un tiempo se les llamó "enemigos de México" y en otras, "emisarios del pasado". Lo menos fue el calificativo a algunos opositores de "agentes del comunismo internacional".

 

El PAN dio duras batallas desde la oposición y tardó más de seis décadas en ganar la presidencia de la República, pero se condujo igual al llegar al poder y no renovó el lenguaje político respecto a sus opositores. Primero argumentó que el gobierno recibido fue resultado de los "70 años perdidos para México" y después que los opositores (como tales) se habían convertido en un freno al cambio y nos los dejaban gobernar por defender privilegios.

 

Igual reaccionaron con las oposiciones en estados y municipios donde gobernaron, aunque también y con el tiempo a algunos los fueron sumando a sus proyectos a nombre de la apertura y la negociación.

 

Ahora en los tiempos de la llamada cuarta transformación, a los opositores no se les baja de "conservadores" y hasta se les ha sentenciado -aplicando la fórmula juarista sobre la reacción- que como opositores a los cambios y los programas impulsados por el gobierno lopezobradorista están "moralmente derrotados" (sic).

 

No es para tanto y no es la primera vez. Como partido político, Morena es el que menos se ha tardado en llegar al poder. El PAN tardó 50 años en ganar un gobierno estatal (Baja California en 1989) y 61 años para la presidencia con Fox en el 2000.

 

El PRD ganó su primer gobierno estatal (Zacatecas en 1998) nueve años después de haber sido creado y nunca ganó la presidencia.

 

Morena tardó solo cuatro años en ganar la presidencia, 191 diputaciones federales y 55 senadurías. También 19 congresos locales y los gobiernos de la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Tabasco, Veracruz y Chiapas. Todo un récord para un partido de reciente creación.

 

Funcionaron sus estrategias opositoras, supieron llegarle al elector con sus críticas y sus posturas anti sistémicas y anti gubernamentales.

 

Ser parte de la oposición en cualquier sistema político no es fácil ni lo ha sido nunca. La historia opositora está llena de sorpresas, triunfos, derrotas, muertos, descalificaciones, refriegas, violencia, resistencias y confusiones.

 

La etapa actual de las oposiciones México no ha sido la excepción, aun cuando hoy gobierna el país alguien que desde la oposición buscó tiempo atrás cargos de elección popular y luchando por la vía legal y partidista para acceder al poder público.

 

López Obrador buscó ser gobernador de Tabasco en dos ocasiones postulado por organizaciones de izquierda en 1988 y 1994. Ganó el gobierno de la Ciudad de México en al año 2000, coexistiendo con un presidente de otro partido, Vicente Fox. Buscó ser presidente de la República postulado por una coalición de partidos en el 2006, y casi lo logra, perdió ante Felipe Calderón por una mínima diferencia y siempre ha insistido en que esa elección se la robaron. Por eso en ese año se asumió como "presidente legítimo" y desde ahí dio la batalla como opositor.

 

López Obrador buscó otra vez la presidencia en 2012 y quedó en segundo lugar, enviando al tercer lugar a Josefina Vásquez Mota.

 

Triunfó en su tercer intento en 2018 y quedó registrado en el mundo entre aquellos políticos de enjundia y tenacidad que al tercer intento llegaron al liderazgo de sus países: Salvador Allende en Chile, Francois Mitterrand en Francia, y Lula Da Silva en Brasil, entre otros. En México el antecedente inmediato fue Cuauhtémoc Cárdenas, tres veces candidato también.

 

La oposición organizada ha dado batallas importantes en México de años a la fecha, y muchos de los avances políticos experimentados fueron fruto de sus luchas. No ha sido México un país de exiliados políticos (mexicanos) por diferencias ideológicas, pero sí de presos políticos en un tiempo. Quizá la excepción la hayan representado algunos dirigentes del 68 que se fueron a Chile después de haber salido de la cárcel, a principios de los setenta del siglo pasado. En ese tema, México se ha distinguido más por su política de asilo que por provocar exilios de sus disidentes.

 

Las oposiciones -más allá del escaso estudio que han merecido en México-  han dado batallas políticas con logros importantes. Señalaré a mi juicio las más influyentes: La oposición de 1952, con la ruptura que Miguel Henriquez Guzmán provocara en el PRI; la de 1968, con la rebelión estudiantil; la ausencia de candidato presidencial opositor en la elección de 1976; el conflicto post electoral en Chihuahua y la huelga de hambre de Luis H. Álvarez, en 1986; la ruptura de Cárdenas y Muñoz Ledo con el PRI, en 1987; la candidatura de Manuel J. Clouthier en el PAN, en 1988; la rebelión del EZLN en Chiapas, en 1994; los asesinatos políticos, y los resultados de las diversas reformas políticas y electorales que generaron tales acontecimientos.

 

Entre estos: Las alternancias de gobiernos sin conflictos postelectorales; la representación proporcional en Congresos y ayuntamientos; la autonomía de los organismos electorales; el nuevo marco jurídico de las etnias; los avances en materia de género; el nuevo arbitraje electoral; la generación de nuevas organizaciones políticas; y otros avances que han significado cambios reales que han influido sobre el curso de la historia de México gracias a las negociaciones y los constantes estira y afloja entre los gobiernos y las oposiciones, algo que ha distinguido a México en América Latina y que -entre otras- alejó al país de las prácticas de golpes de Estado tan comunes en el continente.

 

¿Y ahora que la oposición llegó al poder,  ¿Qué se dice de las oposiciones en México?

 

En primer lugar, que al actual gobierno le faltan contrapesos; que a los partidos políticos opositores al gobierno les ha faltado fuerza e ideas; que no han sabido ser opositores a la medida del actual gobierno; y que les faltan liderazgos con credibilidad.

 

Desde el gobierno se les ataca y descalifica. Todo el primer año de gobierno fue echarles la culpa de los problemas que no han sabido enfrentar. Lo menos que se les dice es conservadores o neoliberales.

 

Al gobierno actual -a la par de saber gobernar- le falta estudiar y entender bien, tanto la maquinaria de gobierno como a su propia oposición, a la que descalifica pero que no conoce de fondo. Una oposición no nace de la noche a la mañana y le lleva su tiempo madurar condiciones y procesos porque también se debe entender y conocer a fondo a quienes gobiernan.

 

Eso ya lo hemos visto en la historia reciente de México con el PAN, Morena  y el PRD, principalmente.

 

Dice Gianfranco Pasquino que "La calidad de la democracia depende no solo de las virtudes de su gobierno, sino en modo especial de la calidad de la oposición, que una oposición bien equipada mejora la calidad de la democracia aun cuando no alcanza a llegar al gobierno, pero persiste en candidatearse para él a través de su actividad de control y orientación, de propuesta y de crítica".

 

Una primera expresión del sentido, el peso y los alcances de las oposiciones y los contrapesos al actual gobierno -descalificaciones aparte- solo lo veremos en la elección intermedia del 2021, no antes.

 

Por ahora, el debate, la descalificación, el prejuicio, la diferencia, los reacomodos, los oportunismos y la compra venta de lealtades, no dejan ver con claridad muchos aspectos de una verdadera oposición, como lo veremos en otra entrega.

 

Además, está ya en puerta la aprobación de nuevos partidos y fuerzas políticas, lo que sin duda le darán un mayor sabor a la política y por ende subirá de intensidad la próxima contienda electoral. Ya se verá.

 

bulmarop@gmail.com

 

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