JC Chávez se pone frente al espejo y es caso de éxito en rehabilitación

Para los que piensan que acabar con el consumo de drogas resulta ser una lucha inútil, les comento que están equivocados porque hay muchos ejemplos de éxito en México y en otras partes del mundo.

O luchas y esfuerzos que tratan, al menos, de mitigar este enorme mal.

Porque en el plano individual y de conjunto, el consumo de drogas se ha convertido en el problema más monstruoso para la gran mayoría de las sociedades del mundo.

Afectando, por supuesto, al interior de las familias.

En este sentido, se debe de reconocer la sinceridad con la que el ex boxeador Julio César Chávez González ha confesado públicamente sus pasadas adicciones y que ha superado gracias a la fuerza de voluntad que le ha puesto para mejorar su calidad de vida.

Por alrededor de 15 años, el tres veces campeón del mundo en la década de los 80’s y  90’s, consumió cocaína como un hábito que lo hacía sentir más fuerte y hasta mejor preparado para sus compromisos en el ring.

Sin embargo y después de haber sufrido muchos problemas en su vida profesional -y principalmente en el terreno familiar-, el nacido en Ciudad Obregón pero criado en Culiacán, tomó la decisión de alejarse de todo lo que le perjudicaba y ahora está convertido en una figura del deporte mexicano muy respetable, ya que por donde quiera que vaya la gente lo sigue queriendo como en sus mejores años de gloria.

Al asistir al anuncio oficial de su segundo combate de exhibición contra Jorge “El Travieso” Arce -y que se realizará en el Centro de Usos Múltiples (CUM) de Hermosillo el próximo sábado 7 de marzo a partir de las 5.00 de la tarde-, el ahora analista de TV Azteca reveló que ya tiene once años limpio de cualquier droga que le pudiese entrar al cuerpo.

Julio César Chávez y “El Travieso” Arce son los principales apoyadores de la campaña “Ponte frente al espejo” que promueve la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano a través de la Secretaría de Salud del Estado que dirige Enrique Claussen Iberri.

Esta con el fin de ayudar a que más jóvenes se reintegren de manera normal a la sociedad civil y dejen de consumir cualquier tipo de droga que hay en el mercado negro del país; ya sea cocaína, heroína, mariguana y últimamente cristal, el cual resulta ser el más barato y el más dañino para la salud de sus consumidores.

Parado en el pódium del gimnasio de box que lleva su nombre -en las inmediaciones de la Unidad Deportiva del Noroeste-, Julio César Chávez confesó todas las broncas que tenía por andar en las garras de las drogas, pero principalmente en la cocaína.

“Yo sé lo que es tener una adicción”, reconoció el ex campeón del mundo, “por eso la Gobernadora me pidió hacer algo por Estado, por los jóvenes que andan mal… yo actualmente tengo cuatro clínicas en adicciones y vamos a tratar de ayudar y salvar las vidas que más se puedan, porque sí se puede vivir sin alcohol y sin drogas y el ejemplo aquí está (conmigo)”.

Ante las palabras del gran ídolo mexicano, la reacción de los casi 200 asistentes fue de brindarle un merecido aplauso.

Y aunque no mencionó dónde se encuentran ubicadas esas clínicas de rehabilitación, ha trascendido que dos de ellas se encuentran en Tijuana y al menos otra en Culiacán.

Al exclamar el campeón esas palabras, hubo un comentario que escuché de uno de los asistentes:

“Debería de poner otra de esas clínicas en Hermosillo”.

Comentario que, al menos a este pregonero de la política y el deporte, le parece bien; ya que con ello se complementaría el trabajo que tentativamente se realizará con la clínica que está construyendo el Ayuntamiento local al poniente del aeropuerto.

Al intervenir en el micrófono el “Travieso” Arce y apostarle a Chávez González por las semifinales del beisbol de la Liga Mexicana del Pacífico, lo comprometió a lo siguiente:

“Si gana Mochis, tu vas a pagar al menos 100 despensas en las colonias más pobres de Hermosillo; pero si gana Culiacán, entonces yo voy a regalar esas 100 despensas”.

“¡Travieso, Travieso...!”, le dijo Chávez con el tono apropiado para minimizar la apuesta y palanqueando el brazo izquierdo de arriba hacia abajo, “yo no necesito que gane Culiacán para regalarle despensas a la gente pobre; yo cuando regrese para antes de la pelea, gane quien gane, voy a ir a regalar esas 100 despensas a las colonias que me diga el Secretario de Salud (Enrique Claussen)…

¿Está usted de acuerdo, Secretario?”, le preguntó al funcionario.

Recibiendo ante ello una respuesta inmediata y afirmativa con un movimiento de cabeza de arriba hacia abajo.

Si me permiten mi humilde opinión, creo que este tipo de esfuerzos podría generar los resultados que todos queremos para que se acabe el exagerado consumo de drogas entre nuestros jóvenes, niños y hasta personas mayores que con cierta edad han acogido la adicción por alguna droga.

Y repito: principalmente por el cristal.

Abrir clínicas, llevar mensajes de aliento y promover las actividades recreativas y del conocimiento (cognitivas, pues), son acciones que deben de seguir promoviendo nuestras autoridades y hacer que la sociedad participe activamente.

Esperemos -independientemente si se madura la idea de más clínicas de rehabilitación en Hermosillo y demás municipios de Sonora-, se siga llevando el mensaje a todas las personas para que no caigan en este tipo de hábitos.

La prevención, dicen los expertos, es la mejor herramienta contra el consumo de drogas de manera personal y de grupo.

P.D. Al cierre de este tema el lunes a las 19.00 horas, todavía no empezaba el juego entre Los Cañeros de Los Mochis y Los Tomateros de Culiacán que mantenían la serie empatada a 3-3, por lo cual jugarían el partido definitivo en el estadio guinda. Lo mismo estaba programado entre Los Yaquis de Ciudad Obregón que recibieron a Los Venados de Mazatlán, también con la semifinal empatada a tres.

Seguimos mañana.



 

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