Mensaje de la gobernadora ante escalada de contagios y muertes por Covid-19

Sin duda, hoy fue un día oscuro, doloroso para todo Sonora.

Hoy se cumplen 10 meses de que se confirmó el primer caso de Covid-19 en el estado y, casualmente, este 16 de enero Sonora registró el número más alto, hasta ahora, de casos nuevos: 611. 

Pero lo más triste, lo más doloroso es que hoy, en un solo día, 61 hogares más están de luto; 61 familias están viviendo el dolor y la impotencia porque un padre, una madre, un hermano, una hermana, una abuela o un abuelo, perdió la batalla contra este virus que tantas lágrimas y tanto pesar ha dejado ya.

Como madre, esposa, hija, amiga, pero, sobre todo, como gobernadora, no puedo dejar de ponerme en el lugar de quienes han perdido a un ser amado y no puedo tampoco dejar de mirar atrás e imaginar y recordar el dolor de más de 4 mil familias que ya han pasado por esto.

Y lo más preocupante es que no parece que todos estemos conscientes de lo que está sucediendo. No tengo ninguna duda de que los dramáticos números de este día y de estas dos semanas de enero son el resultado de las festividades de diciembre, esas sobre las que tanto nos advirtieron los expertos.

Por ello, hace una semana implementamos el Código Rojo para tres municipios como plan temporal emergente para contener la movilidad de las personas y con ello la propagación del virus y el número de contagios y muertes, pero dice el dicho que nadie experimenta en cabeza ajena y hoy se sumaron dos municipios más a esta condición de máximo riesgo. 

Créanme que es muy complicado como autoridad, todos los días estar renovando el lenguaje, las estrategias, las medidas que nos hagan entender como sociedad que esta guerra se gana con batallas diarias.

Y en la batalla de hoy, registramos 611 nuevos contagios, de ese tamaño es el reto del personal de salud que se parte el alma todos los días por salvar vidas, por arrebatárselas al Covid.

A los demás, solo se nos pide una sola cosa: cuidarnos. 

Hagámoslo, cuidémonos de la manera en que nos dicen que lo hagamos los que saben: con sana distancia, quedándonos en casa el mayor tiempo posible, sin reuniones presenciales. No inventemos nuestras propias reglas, esas no funcionan, ya lo vimos y ya lo estamos sufriendo como sociedad.

Es cierto que esta semana la llegada de la vacuna para personal de salud nos trajo un respiro, nos mostró una luz esperanzadora, pero eso no debe ser motivo para bajar la guardia, es como ver la meta y pararnos a descansar en plena carrera. 

Ayer fueron 27 y hoy son 61 hogares que lloran la partida de un ser querido, son 88 familias en solo dos días con un hueco que nunca se va a llenar. Nadie quiere que la suya sea la siguiente en la fila.

Una vez más se los pido, ¡Seamos solidarios! Cuidemos a los nuestros, que son a quienes ponemos en riesgo si nosotros mismos bajamos la guardia. Mientras la vacuna no llegue a todos no hay ni habrá otra fórmula para prevenir contagios y muertes.

A todas y a todos los sonorenses les digo: retomemos la ruta de la responsabilidad social y del amor por los nuestros. No hay otro camino.

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