Estas líneas… 


+ Las cifras hacen enojar al presidente; Durazo: desubicación geográfica; reciclados o parientes, para diputados; cambio en Morena estatal; hackean cuenta de Gándara y lo hacen crecer 


Agustín Rodríguez L. 


GUAYMAS, Son.- Que semana finaliza, a partir del agarrón del presidente de la República con el Auditor Superior de la Federación; la equivocación o “error de interpretación” que hoy golpea por desubicación geográfica a Alfonso Durazo; el reparto de las futuras candidaturas a diputado; el cambio de dirigente en Morena estatal; y la queja de Ernesto Gándara porque le jaquearon –y batea muy bien la queja-- su dirección de tuit. 


Al margen del “desgreñe”, veo bien la figura de un auditor independiente del mandatario, electo por 6 años para esa chamba, para trascender sexenios con la idea de no dejar caer en tentación al monarca en turno. 


Pero no es fácil reñir con el presidente. El señor auditor de la Nación, David Colmenares, hoy es llamado “piernas de chicle”, al temblarle las corvas cuando Andrés Manuel opinó que el informe de la ASF estaba mal y apeló a la efectivísima y muy personal invocación de “yo tengo otros datos”. El funcionario debió aceptar “inconsistencias”. 


Más tarde, cuando sus contadores le explicaron cifras, nuestro mandatario se puso más pesado y dijo que las cuentas expuestas sobre lo que costaría cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México “no fue un error, fue intencional” y podría tratarse de “una actitud politiquera, de que buscaron dañarnos para complacer a nuestros opositores”. 


Y le arrojó la pelota a Cámara de Diputados, que investigue lo ocurrido para que la Auditoría de la Federación, dependiente de esa Cámara, haya errado tanto al observar que no construir el aeropuerto de Texcoco costaría 331,991 millones de pesos, cuando en realidad son “solamente” 110 mil 807 millones de pesos. 


López Obrador estaba molesto también porque Colmenares no aclara que terminar el NAIM cuesta otros 300 mil millones, además de cerrar el actual aeropuerto de la capital. Y remata: el nuevo aeropuerto, además de hacerse en tierra firme no en un lago, costará 75 mil millones, es decir, 225 mil millones menos. 


Pero más que el pleito, me gustan estas diferencias. Muestran que un funcionario puede trabajar sin estar obligado a quedar bien con el presidente. Malo sería lo contrario, pues eso nos llevaría como siempre, al resultado de siempre. 


En cuanto a Durazo, erró al sugerir que un recién egresado médico debe ir a trabajar “a donde lo manden”, así sea un sitio donde la inseguridad priva. No es correcto eso. 


Sobre su presunto error geográfico, yo voy a creer que, en su expresión, cuando dijo que deben ir a donde lo manden, no solo a “la Pitic, Polanco o la Náinari”, colonias “fifís de Hermosillo, Ciudad de México o Ciudad Obregón, quiso decir que a una colonia “rica” de cualquier ciudad, pero la gente lo interpretó de una forma que lo metió en problemas y que, dicen los encuestadores, le tumbó varios puntos. Ya se habla de un empate con “El Borrego” Gándara. 


Si no fue así como yo, con mucho esfuerzo, quiero interpretarlo, el panorama se oscurece para el candidato de Morena. 


Sobre el reparto de candidaturas para diputado, la larga lista fluyendo en los partidos no augura sorpresas. Abundan personajes reciclados y parientes de los nuevos liderazgos. Es decir, para hacer el reparto, los responsables de poner la palomita se apegan a la conocida –y modificada—cita de “antes como antes, ahora como… antes”, también. 


Y con un buen mensaje se despidió Jacobo Mendoza de la dirigencia estatal de Morena, porque en breve será investido candidato a diputado por una demarcación naranjera; lo suple Adolfo Salazar. 


En la oficina de campaña de Ernesto Gándara es un escándalo la “jaqueada” a la cuenta de tuiter del aspirante a gobernador por la alianza “Va por Sonora”, por lo cual le fue suspendida. Más que el hecho en sí, los seguidores del candidato en crecimiento resaltan: “es el miedo que le tienen” y le dan vuelo a su promoción. 


HAY UNIDAD: David Guillermo Pintor, el único morenista en la terna contemplada por ese partido para buscar la alcaldía de Guaymas, desayunó en un sitio muy frecuentado, con Carlos Villarreal, el empresario que agarró vuelo, “para demostrar que en Morena hay unidad y avanza un proceso de elección respetuoso y apegado a la regla”. Eso dijo Pintor y aceptó Villarreal.

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