¡Pobre Obregon!

El Serrucho

Por Víctor Mendoza Lambert


Conocí Ciudad Obregón hace más de 40 años, no podré olvidar esa primera impresión al ver sus enormes y amplias calles, todas bien pavimentadas, no se veía una solo papel tirado en sus banquetas, parques o espacios públicos, sus camellones cubiertos de pasto con enormes árboles o palmeras que ofrecían agradables sombras, un lugar para disfrutar y porqué no para presumir, quienes ahí vivían se sentían orgullosos, muy orgullosos.

Podía hablarse de la ciudad ideal, donde sus habitantes se conocían entre todos, qué como dijera la canción "Cajeme tan rico donde hasta el más chico gana su tostón". Una ciudad de oportunidades, donde salir a pasear a la Laguna del Nainari era una delicia, ahí se hacía ejercicio muy temprano, no había peligros, no existían riesgos a ninguna hora del día.

"Bulevarear" por la Nainari y detenerte a comer un dogo o una nieve era algo muy normal o quizá entrarle a los tacos de la Allende. Subirte a la caja de un pick up y saludar a los amigos y amigas era una costumbre muy arraigada entre la muchachada.

Y qué me dicen de sus campos sembrados de algodón o de trigo, un espectáculo desde el avión observar esas

miles y miles de hectáreas rodeando la ciudad con sus grandes extensiones de áreas doradas o blancas, una ciudad próspera y con un potencial enorme, le llamaban "el granero de México” ¿se acuerdan?.

Ningún habitante de esta gran ciudad se quejaba, por el contrario, quien salía a estudiar o trabajar a otro lugar, esperaba con ansias poder regresar algún día a su querido Obregón.

Qué fue de aquel extraordinario y próspero lugar, así lo recuerda esa frase del Sonora querida "pueblito tan manzo, frijol y garbanzo tu diste a Obregón" qué sucedió, en qué momento se lo robaron, cuando se dió esta desgracia de convertirse en una de la ciudades mas violentas del planeta.

Hoy, Ciudad Obregón es un referente de violencia, de asesinatos, de sangre, hoy Ciudad Obregón dejo de ser la ciudad donde todos queríamos vivir, se convirtió en un lugar donde ninguna autoridad se ha atrevido a poder orden, el crimen organizado es dueño de lo que ellos llaman "la plaza", hace lo que quieren y a la hora que quieren.

Hoy Ciudad Obregón puede ver un asesinato de un niño, de un joven, de una mujer o de un candidato a pleno medio día, en las calles más céntricas de la ciudad, rodeado de simpatizantes y amigos, y pueden ver como lo asesinan a mansalva. ¿Y saben qué? Nadie se da cuenta, no hay autoridad, ninguna policía quiere enfrentar a quienes deciden quién vive o quien muere en esa ciudad.

No existe quien defienda a sus habitantes, llegó una Guardia Nacional hace pocos años y no ha pasado nada, es más no se sabe donde están, ahí también está hace décadas el 60 Batallón de Infantería de Ciudad Obregón y no pasa nada, está la policía estatal con enormes carencias y limitaciones, al igual que la policía municipal a quienes muchas veces se les relaciona con los "malos".

Pobre Obregón, tan lejos de la autoridad y tan cerca de la delincuencia.

De ida

En efecto conocí muy bien a Abel Murrieta, allá en los noventas era un excelente vocero de la Procuraduría Estatal que estaba a cargo del Licenciado Rolando Tavares. Luego aún muy joven como Procurador en la administración de Eduardo Bours. Siempre atento a los amigos y a la política, hombre decente y moderado en su cotidiana vida, un funcionario público sin tache.

Su carrera como Procurador tuvo momentos muy álgidos y de serios enfrentamientos con grupos de la delincuencia, saliendo siempre a dar la cara. Fue atento a sus actividades y gustaba de su famosa reunión anual "Abelandia" donde celebraba su cumpleaños y se daba el gusto de reunir a la clase política de todo Sonora.

Hoy se habla de sus logros y de sus acciones, hoy se cuestiona el porqué no estaba protegido con seguridad personal, pocos señalan la inseguridad o la violencia

como forma de vida en Cajeme.

Triste pero cierto, cómo si haber hecho bien las cosas fuera un castigo. Así está nuestro México, nuestro Sonora y nuestro Cajeme.

De vuelta

Qué sabe el Presidente López Obrador que no sabemos los simples mortales de este país, sí, que sabe, pues su empecinamiento contra el INE y contra los partidos políticos que no se arrodillan a su paso los cuestiona y señala un día y otro también.

A qué se debe ese nerviosismo del Presidente, será lo que se escucha en radio pasillo, será lo que las redes sociales muestran en torno a los votos para los diputados federales, será que no obtenga esa mayoría que requiere para seguir haciendo y deshaciendo leyes.

Es significativo ver esa reacción, es lamentable escuchar esos enfrentamientos contra medios de comunicación o periodistas que simplemente informan, López Obrador se ve inquieto, se ve agresivo, se ve desesperado y eso no es bueno para México, pero lo complejo es que el Presidente solo enfrenta, está perdiendo su gran oportunidad de hacer algo por nuestro país, hasta el momento sólo ha dividido y eso no es gobernar.

Aserrín

¿Cuantos testigos? ¿Cuantas cámaras de seguridad? Cuenta información debe de existir sobre el asesinato de Abel Murrieta y siguen pasando los días y poco o más bien nada se sabe.

Urgente informar lo que se tenga, pues muy extraño sería que no se tenga nada.

Víctor Mendoza Lambert director de Grupo Entre Todos.

Correo: vmendoza1@hotmail.com

Twitter: @VictorMemdozaL

Facebook:Victor Mendoza Lambert

WhatsApp: 6624335077

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