1533-2021


DIÁLOGOS HISTÓRICOS DE OCTUBRE SONORENSE.

Héctor Rodríguez Espinoza

- ¿Cómo conocer nuestra riquísima micro historia de Sonora, sin que nos parezca aburrida, maestro?- me preguntan los alumnos universitarios.

- Lo mejor son los diálogos democráticos y colaborativos con ustedes- contesto-. Octubre es, casualmente, un mes del año 1533 en el que se inicia el contacto de los soldados españoles enviados por Hernán Cortés con la tribu yaqui, los que yo llamo culturas en conflicto.

- Debe haber sido muy pacífico y amigable, ¿verdad? -.

- ¡No, para nada!

- Entonces, ¿por qué no nos relata qué encuentros históricos marcaron nuestra identidad árido americana, maestro? -.

- Dos en particular -les contesto-. Uno entre españoles-yaquis (Diego de Guzmán-Aniabailutec) y el otro entre españoles con españoles (Lázaro Cebreros-Alvar Núñez Cabeza de Vaca y tres acompañantes).

- A ver: descríbenos el primero, por favor.

- Claro, con gusto: Después de la conquista de los mayos, en la región del río del mismo nombre y que comprende parte de los hoy estados de Sinaloa y Sonora, entre los años 1533 y l536 ocurren dos acontecimientos muy importantes para la historiografía de nuestro Estado: a) El primer contacto de las tropas españolas con un grupo de yaquis, quienes les marcaron un simbólico alto, presagio además de una lucha por la defensa de su territorio que, después de 279 años, terminó hasta 1938 y b) El encuentro de las mismas tropas españolas con el expedicionario Alvar Núñez Cabeza de Vaca y tres acompañantes, cuya odisea física es digna de figurar en un sitio especial, y cuyo relato sirvió para fincar las bases de la colonización.

- ¿Y acaso existe algún testimonio?

- Sí. Un testimonio escrito por Alvar, “Naufragios” fue la primera visión de los grupos indígenas del sur de Estados Unidos y noroeste de México.

- ¿Qué ocurrió en la primera fecha mencionada?

- Desde la Villa de San Miguel de Culiacán, provincia de la Nueva Galicia, arribó hasta el río yaqui el primer grupo militar español que enviaba Nuño Beltrán de Guzmán, presidente de la primera Real Audiencia, donde tuvo un histórico encuentro con esta tribu, cuya crónica la relata el experimentado militar del período de la intervención francesa, Francisco de P. Troncoso.

- ¿Y qué circunstancias son interesantes?

- En ella se aprecian aspectos muy importantes: a) La caza y alimentación de los mayos y yaquis; b) El uso de guías de otros grupos indígenas, por militares españoles; c) El arrojo de los yaquis, al enfrentarse a los intrusos, lo que motivó a un testigo presencial afirmar que "desde que estaba en América jamás había visto otros indios pelear tan bien y con tanto valor..."; y d) La válida versión sobre el encuentro entre el Capitán Lázaro Cebreros y sus huestes, y Alvar Núñez Cabeza de Vaca y sus tres acompañantes.

- ¿Qué valor tiene este reencuentro?

- Su valor intrínseco se aprecia en esa narración escrita:

"Los expedicionarios detenidos en este lugar por la fuerza de las lluvias, permanecieron en él más de cuarenta días, desde el 3 DE AGOSTO HASTA EL 17 DE SEPTIEMBRE (de 1533), durante los cuales se alimentaron abundantemente de liebres, palomas, tórtolas y otros animales que los indios cazaban. En la fecha última expresada, calmadas las lluvias, pasaron el río en balsas, anduvieron treinta leguas a rumbo, por tierras llanas, despobladas y muy secas, no encontrando agua sino en lagunas de agua llovediza, y EL 24 DEL MISMO MES DE SEPTIEMBRE alcanzaron las riberas del río mayo, menos pobladas que las del anterior, donde los indios hicieron algunas demostraciones hostiles, pero en breve huyeron, y los españoles fueron a alojarse a uno de sus pueblos abandonados. …

- ¿Es todo?

- No, continúa, escuchen:

“Habiendo pasado el mayo el martes 30, y llevando un indio viejo por guía, pues no había caminado, anduvieron en busca del yaqui sin hallar poblado, hasta el sábado 4 DE OCTUBRE, que llegaron a su margen izquierda, y al siguiente pasaron el río sin resistencia. En la otra orilla hallaron un pueblo pequeño deshabitado, y siguiendo río abajo por un camino ancho, a poco andar vieron en un gran llano una multitud de indios que salieron a su encuentro, arrojando al aire puños de tierra, templando sus arcos y haciendo visajes. Uno de ellos, que se distinguía por sus arreos estrambóticos, relumbrante por las conchas de perla de que estaba lleno su vestido, se adelantó a corta distancia, hizo con el arco una raya muy larga en el suelo, se hincó de rodillas sobre ellas, besó la tierra, y enseguida puesto en pie, comenzó a hablar diciéndoles que se volviesen y no pasasen la raya, porque si la pasasen serían muertos todos.

- ¿Y quién fue ese cacique que se distinguía por sus arreos estrambóticos, conchas de perla de que estaba lleno su vestido, que se adelantó a corta distancia, hizo con el arco una raya muy larga en el suelo, se hincó de rodillas sobre ellas, besó la tierra, y enseguida puesto en pie, comenzó a hablar diciéndoles que se volviesen y no pasasen la raya, porque si la pasasen serían muertos todos?

- Ah, fue el cacique yaqui aniabailutec.

- ¿Cuál fue la reacción de los militares españoles?

- “El comandante español, por medio del intérprete, les contestó que él y los suyos no iban a hacerles mal sino a tenerlos por amigos, y que se volviesen a sus casas a llevarles provisiones.

- ¿Y los indios qué les contestaron?

- “A esto replicaron que así lo harían, después de atados ellos y los animales que llevaban, que eran los caballos, para cuyo efecto comenzaron pronto a sacar unas cuerdas que traían ceñidas al cuerpo. Los españoles no esperaron la realización de la amenaza; desde luego tiraron a los enemigos un cañonazo con una piecesita de campaña, y enseguida arremetieron contra ellos, logrando dispersarlos.

- ¿Y después?

- “Después volvieron aposentarse en el pueblo que habían encontrado abandonado. Allí fueron curados cinco o seis soldados y doce caballos que resultaron heridos, siendo además muerto otro de éstos. El autor de esta relación que estuvo presente, dice que desde que estaba en américa, jamás había visto otros indios pelear tan bien y con tanto valor como los del yaqui.

- Y ya curados los heridos, ¿qué pasó después?

- “Curados los heridos, salieron los españoles el 20 DE OCTUBRE a explorar el país por la orilla del río, tanto arriba como abajo; el domingo 2 DE NOVIEMBRE lo repasaron para regresar, y del 23 AL 28 DEL MISMO MES, se estuvieron en un pueblo llamado Teocomo, cuya situación ha quedado ignorada, pero que al parecer debió hallarse en el río de Ocoroni, a siete u ocho leguas de Tamazula, en el cual los expedicionarios acabaron de confirmar las sospechas que ya tenían, de que en aquella costa habían tocado otros cristianos antes que ellos.

- ¿Y así había ocurrido?

- Efectivamente, en su tránsito por el expresado pueblo de Tamazula, de ida para el Yaqui, habían visto a los indios con sartas de clavos al cuello y en los brazos, de los cinturones de los españoles; espadas sin guarniciones, cuchillos y otros objetos, que no podían ser productos de la industria indígena. Por entonces no pudieron averiguar su origen, pero sí a su vuelta, en Teocomo, vieron en poder de una india un pedazo de capa de Londres, nueva, y preguntándole acerca de su procedencia, así como a otros indios, descubrieron la verdad, y era: que unos extranjeros habían llegado en una embarcación a la boca del río de Sinaloa, teniendo necesidad de bastimento, saltaron a tierra en número de quince a veinte, se internaron siguiendo por sus orillas los rastros de la gente del país, arribaron de esta manera a los pueblos, donde por el hambre y el cansancio se descuidaron y en la noche, dormidos, fueron muertos por los naturales, quienes enseguida mataron también a los pocos que permanecían a bordo, de manera que no quedó uno que fuese a dar noticia del desastre. La matanza fue en el pueblo de Crumene, hoy completamente ignorado.

- ¿Así terminaron las incursiones?

- “Este fue el triste fin atribuido al capitán Diego Hurtado de Mendoza y a la tripulación del navío que, bajo sus órdenes, habían enviado de Acapulco Hernán Cortés el año anterior, a explorar las costas de estos mares, junto con otro, cuya tripulación pereció también, casi por completo, a manos de los indios del Valle de Banderas.

- ¿Volvieron los soldados españoles a Sinaloa?

- “La expedición volvió a pasar el río Sinaloa, probablemente por Guasave, o cerca de este lugar, pues Diego de Guzmán dice que lo hizo media legua después de la entrada del arroyo de Teocomo, y cuatro jornadas antes de volver al río de Santiago, nombre que había puesto al que pasa por Tamazula o Guasave.

- ¿Cuándo llegaron al río mocorito?

- “El jueves 25 DE DICIEMBRE, a donde había sido enviado Sebastián de Evora de encomendero por Diego de Proaño; el 26 bajó hacia la costa y el 30 llegó toda la fuerza al Valle de Culiacán, encontrando la provincia sublevada por las causas que antes se han expresado."

- ¿Y qué fue de los tres paisanos y Estebanillo, perdidos?

- “Cuando los españoles habían salido del Yaqui, de vuelta para Culiacán, llegaron a dicho río tres paisanos suyos, que eran: Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes y además el negro Estebanillo, único resto de la expedición de Pánfilo de Nerváez, que habiendo llegado a la Florida en 1528, y perdiéndose en el propio año, se diseminó, salvándose sólo con vida los antedichos. Con una constancia inimitable y en medio de mil sufrimientos, peregrinaron entre los indios, a veces desnudos enteramente, otros cubiertos con pieles a la intemperie y a la ventura, hasta que después de haber atravesado el ancho continente americano, llegaron cerca de la costa del pacífico, y en el yaqui tuvieron noticia de los conquistadores que en él habían estado.

Siguiendo sus huellas lograron en Ojitos, lugar situado seis leguas al sur de la actual Villa del Fuerte, alcanzar al capitán Lázaro Cebreros, a quien apenas podían hablar por la emoción. Llevaban el cabello hasta la cintura, la barba hasta el pecho, los pies descalzos, el semblante tostado del sol y del frío, el cuerpo vestido de pieles y la cabeza cubierta con sombreros de palma; iban acompañados de muchedumbre de indios por quienes eran reverenciados, a causa de las curaciones que hacían. Conducidos por Cebreros a Diego de Alcaraz, que en unión de él y otros cuatro soldados habían sido enviados en su busca, luego que se tuvo noticia de su aparición en el país, caminaron todos juntos hacia el río de Sinaloa, donde por Chirinos eran esperados, y allí, con los indios que no quisieron volverse a sus tierras. Fundaron los peregrinantes los pueblos de Apucha y Popuchi. Es probable que estos pueblos, cuyo nombre es hoy desaparecido de la geografía sinaloense, hayan sido reducidos después por los misioneros al de Bamoa, que es el único de dicha provincia donde en tiempos de la colonia se hablaba el idioma pima, que es originario de Gila.

Cabeza de Vaca, con sus compañeros, llegó a Culiacán en 1536, siendo Melchor Díaz, Capitán y alcalde mayor de la provincia, y en 15 DE MAYO de ese año rindió ante el escribano público declaración jurada de los sucesos que le habían pasado. Prosiguió su viaje hasta Compostela, donde estaba Nuño de Guzmán, y llegó a México en 23 DE JULIO siguiente a presentarse al Virrey don Antonio de Mendoza, a quien pintó con halagüeños colores los países situados al norte de Sinaloa, lo que le hizo concebir el proyecto de mandar reconocerlos para emprender su conquista". (Francisco P. Troncoso 1982. p. 63 y sig.)

-. Todo esto es de película, profesor.

- Ni más ni menos. De hecho “Cabeza de Vaca” es un fllm mexicano de 1991, inspirada en el libro Naufragios y comentarios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca y dirigida por Nicolás Echevarría. Basada en los escritos del conquistador del mismo nombre, narra cómo se embarcó en la expedición de Pánfilo de Narváez a la Florida. Cuando naufraga en las costas de Texas, tras ser diezmados por las flechas indígenas, Cabeza de Vaca cae prisionero y convertido en esclavo con algunos sobrevivientes. Durante varios años Alvar Nuñez será el servidor de un chamán trashumante y aprenderá sus técnicas curativas.

- ¿Es de calidad, la recomienda?

- La música es de Mario Lavista, la fotografía de Guillermo Navarro. Protagonistas Juan Diego, Daniel Giménez Cacho, Julio Solórzano, Josefina Echánove, Roberto Sosa y Roberto Cobo. Ocupa el lugar 61 dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, según 25 críticos y especialistas, publicada por la revista Somos en julio de 1994.

-Muchas gracias, profe, ¡qué atractiva clase de historia regional!

Comentarios

Comenta ésta nota

Su correo no será publicado, son obligatorios los campos marcados con: *