Expulsa el PRI a Claudia Pavlovich 

RITICA 

 

 

GASPAR NAVARRO 

 


 

Siguiendo los pasos del exgobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, del destierro político del PRI por aceptar cargos en el gobierno de López Obrador, la exgobernadora Claudia Pavlovich fue notificada de su expulsión como militante de esa organización política. 

Arropada por la Cuarta Transformación y gozando las mieles de vivir como reina en Barcelona y de  la inmunidad diplomática, la expulsión del PRI no creo que le quite el sueño a la ex mandataria Pavlovich. 

Por aceptar el cargo de Cónsul de México en Barcelona, la Comisión de Justicia Partidaria del Comité Ejecutivo Nacional del PRI notificó al Comité Directivo Estatal en Sonora la resolución de la pérdida de militancia de las filas del partido de la exgobernadora Pavlovich Arellano. 

El CEN del PRI o su dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno, cumplió su amenaza de expulsar del partido tricolor a quienes considera traidores por ocupar un cargo en un gobierno opositor, sin la autorización de la organización política, como fue el caso de Quirino y de Claudia Pavlovich. 

Ocupar el cargo en el gobierno de Morena fue solo el pretexto de Alito Moreno para expulsar a Pavlovich, a quien no le perdona la derrota sufrida por el PRI en Sonora en el pasado proceso electoral, donde dicen que la exgobernadora entregó la plaza al no mover un dedo ni recursos financieros para apoyar al candidato de la Alianza PRIAN Ernesto “Borrego” Gándara. 

Y el CEN del PRI y la militancia, así como la sociedad en general consideran que la designación de la gobernadora como Cónsul de México en Barcelona, fue un premio de López Obrador por sus servicios políticos prestados para consolidar a la Cuarta Transformación. 

Dicen los que saben que a Pavlovich no le quedaba de otra más que cobijarse en el gobierno de López Obrador para blindarse por las acusaciones que se le hacen por corrupción en su administración estatal, estando abierto el expediente “Las Estafa Maestra” y de la “Operación Safiro”, además de los malos manejos financieros detectados en su gobierno y denunciados por el gobernador Alfonso Durazo Montaño. 

Como se recordará, en meses pasados el dirigente estatal del PAN en Sonora, Gildardo Real Ramírez, solicitó ante la Cámara de Diputados un proceso de juicio político contra la exgobernadora Pavlovich por supuestos desvíos millonarios en su administración. 

Pero luego de asumir la exmandataria estatal el consulado de México en Barcelona, quedó blindada con la inmunidad diplomática, además de que siendo Morena mayoría en la Cámara de Diputados, como bien lo advirtió en su momento el dirigente nacional panista Marko Cortez, la solicitud de juicio político podría no realizarse y quedarse “en la congeladora legislativa”, para después ser desechado como ha pasado con cientos de demandas más. 

Integrantes del PAN en Sonora encabezados por el dirigente Gildardo Real, solicitaron un juicio político en la Cámara de Diputados, además de interponer una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción de Sonora, por el presunto desvío de más 8 mil millones de pesos en recursos excedentes entre 2016 y 2019. 

Volviendo con la expulsión de Pavlovich del PRI, esa medida radical es la vendetta de Alito Moreno contra la mandataria y al grupo beltronista que la respalda, siendo otro golpe del campechano el declarar improcedente la candidatura a la dirigencia estatal del PRI en Sonora de Zaira Fernández y de Pascual Soto, integrantes del primer círculo de exfuncionarios claudilleros, a quienes le echó la aplanadora jurídica encima para no entregar el partido a sus adversarios políticos estando a la vuelta de la esquina su posible entronización como candidato presidencial y el proceso electoral del 2024, para lo cual necesita afianzar a su grupo en todo el país.  

Alito no podía dejar cabos sueltos, por más pequeños que sean, como es el caso de Sonora, porque cada voto cuenta, y más en estos momentos en que el PRI se juega hasta el registro como organización política. 

REPARTE CARGOS ONESIMO EN EL PRI 

A la par de iniciar la renovación del Consejo Político Estatal, el nuevo dirigente Onésimo Aguilera Burrola, empezó a reestructurar el Comité Directivo Estatal, haciendo designaciones en puestos claves. 

La primera movida de Onésimo, fue la designación de Karmen Aida Díaz Brown, como titular de la Secretaría de Gestión Social. 

Esa designación de la exdiputada cajemense en una cartera del PRI estatal, podría interpretarse como una posición para el grupo priísta del sur de Sonora, por lo que habrá que estar atentos en los próximos movimientos de Onésimo para repartir el pastel con grupos de diversos municipios siempre y cuando sean ajenos o visiblemente identificados con los desterrados o rebeldes sin causa porque no puede poner a la Iglesia en manos de Lutero o el queso al cuidado de los ratones. 

Onésimo tendrán que realizar mucho trabajo político para tratar de resucitar al PRI en Sonora, al recibir un moribundo al estar en el sótano de las preferencias electorales, viviendo de milagro por la respiración artificial de boca a boca que le brinda el PAN, además de que está endeudado y sin financiamiento público decoroso por los malos resultados electorales, por lo que no tiene ni en que caerse muerto.  

En algunas columnas o comentarios en redes sociales se ha comentado el acercamiento del nuevo dirigente estatal del PRI Onésimo Aguilera, con el excandidato de la Alianza a la gubernatura Ernesto Gándara, lo cual no debería de extrañar, siendo el Borrego de los más cercanos a Alito Moreno y de los más alejados de los grupos que fueron expulsados del paraíso tricolor. (g_navarro_ruiz@hotmail.com) 

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