100 días, no es nada.


Por: Marco Antonio Andrade Aguirre

andrade.aguirre@hotmail.com

 

Las expectativas sociales generadas por el triunfo electoral obtenido en junio del 2021 por el Gobernador Alfonso Durazo, son tan amplias y diversas como la dimensión de las adversidades financieras recibidas por la administración estatal anterior.

 

Es obvio suponer que la herencia negra de la corrupción aflora en Sonora, de nueva cuenta, como un creciente fenómeno multiplicador en cada oficina de gobierno, cuya realidad ya fue señalada por el nuevo secretario de hacienda y el propio gobernador.

 

La carta de bienvenida fue enfrentar un déficit presupuestal de 8,200 millones de pesos, incluyendo un adelanto de 2,000 millones de participaciones federales (sic).  

 

Técnicamente es imposible ocultar las malas cuentas de la corrupción heredada, sin incurrir en un acto de responsabilidad administrativa o, en su caso, en una eventual comisión de delitos por encubrimiento ó incumplimiento del deber legal de denunciar aquellos desvíos financieros derivados de un ejercicio abusivo de poder, cometido por los ahora diplomáticos consulares en ciernes.

 

El gasto público ejercido en los últimos seis años fue, en números redondos, la insólita sumatoria de casi 382 mil millones de pesos, cuyo destino y aplicación es un misterio que amerita el más amplio esclarecimiento y una rendición de cuentas obligada.

 

El reto del Gobernador, al respecto, es aplicar la voluntad política requerida,   comprometida por cierto durante su campaña, para realizar un corte de caja serio y a fondo de las finanzas estatales. Es impensable que en un gobierno de las características de MORENA, la eventualidad de un pacto de impunidad ó de borrón y cuenta nueva sea posible por el pragmatismo de conservar las conveniencias mutuas.

 

Cierto que investigar y sancionar la corrupción no es un proceso sencillo, desde luego, ni tampoco un dia de campo para nadie, pero si la congruencia política prevalece, entonces se convierte en una realidad posible.

 

El objetivo del nuevo gobierno debe perfilarse, por una parte, a erradicar la impunidad como el estímulo y el insumo esencial de la corrupción, y por otra, hacer de ésta una excepción y no la regla general, como ahora sucede con los hombres y mujeres públicos, sin excepción de ideologías ni partidos.   

 

En ese sentido, es importante ponderar que el incuestionable triunfo electoral de MORENA fue obtenido a partir del diseño de una campaña eficaz que tuvo el mérito de conjugar ideas y propuestas basadas en la manifiesta y justificada inconformidad ciudadana que, traducidas en agravios sociales por la corrupción sexenal anterior, votaron por un proyecto y un gobierno diferente con la esperanza de superar carencias históricas y obtener una mejor calidad de vida y la solución a sus aspiraciones comunes.

 

Los primeros cien días del gobierno de Alfonso Durazo tienen matices en cuanto a  resultados estrictamente teóricos, mismos que, si bien es cierto coinciden con la columna vertebral del discurso y los compromisos de campaña, es muy poco tiempo para una evaluación cualitativa del desempeño del gabinete en su conjunto, pero que, si por la víspera se saca el dia, éstos tienen un inicio alentador y de buenos propósitos, sin desconocer su coincidencia narrativa con el desastre iniciado el 2009. 

Se anuncian las bases para la transformación de Sonora, aunque sin la conclusión del Programa Estatal de Desarrollo 2021-2027. Empero, se vislumbra un buen horizonte por la convicción de estructurar un gobierno incluyente, con una firme vocación social y un compromiso programático para resolver las múltiples problemáticas en salud y apoyo a la educación.

 

La reducción de 400 millones de pesos al congreso es una decisión trascendente para invertirlos en becas a favor de 130 mil estudiantes. La disminución del 50% de costos en medicamentos es un acierto mayúsculo para lograr economías presupuestales.

 

La construcción del Hospital Universitario, aprovechando las instalaciones actuales del Hospital General, tiene una connotación histórica para ampliar los servicios y los derechos de salud pública, amén del fortalecer el prestigio de nuestra UNISON.  

 

Además, establecer mecanismos de cumplimiento para el Plan de Justicia de Cananea y de Justicia a los Pueblos Yaquis equivale a pagar una factura política pendiente que ningún otro gobierno cumplió anteriormente.

 

Los trabajos en la Secretaria de Educación y Cultura avanzan con eficacia. La metodología para encarar con oportunidad y serenidad los problemas y consensuar las soluciones institucionales, están dando resultados.     

 

La ingeniería administrativa y optimización financiera de la SEC, incluyendo la compleja relación con los sindicatos, tienen la huella digital de saber construir los valores indispensables de respeto, confianza y corresponsabilidad política entre líderes magisteriales y las nuevas autoridades.

 

El Programa de Reactivar Tu Escuela fue una decisión pertinente. La dinámica de la política educativa y el manejo de la conflictividad natural que representa la conducción de la secretaria más grande del gabinete se advierte en buenas manos.           

 

Sin embargo, las grandes asignaturas se ubican en tres ejes principales: Seguridad, Inversión y Desarrollo. Abatir la criminalidad de alto impacto, como las balaceras y las muertes cotidianas por armas de fuego y las consecuencias negativas que éstas representan para la imagen y la estabilidad del estado, como sucede con el incremento exponencial de hechos de sangre y delitos dolosos en Cajeme, Caborca, Nogales y recién aconteció en Guaymas en la conmemoración del dia internacional de las mujeres, es sin duda el tema central a resolver, cuyo objetivo se vincula operativamente con la contención de la violencia y la prevención del delito que, como estrategias neurálgicas del nuevo gobierno, se perciben tan deficientes e ineficaces que están pavimentando el camino, involuntariamente, para otro sexenio cruento y fallido en materia de seguridad pública. Es tiempo de corregir.  

 

El balance de éstos cien días de gobierno es una descripción aspiracional impregnada aún por el ánimo del optimismo transformador. Qué bueno que así sea, pero las limitaciones financieras son una realidad insoslayable que a pesar de contar con un presupuesto de casi 67 mil millones para el presente año, éstos pueden ser insuficientes para satisfacer el cumulo de promesas asumidas con los sonorenses.

 

En la cancha de la justicia y la responsabilidad política, esperamos el primer saque.  

 

Salud.

Comentarios

Comenta ésta nota

Su correo no será publicado, son obligatorios los campos marcados con: *