La estabilidad sindical es parte fundamental en el desarrollo de las naciones.

Desde el primer movimiento similar a una huelga, o paro laboral, registrado en México durante la época de la colonia en 1582 -cuando se construía la Catedral Metropolitana, pasando luego por los conflictos de Cananea y Río Blanco en 1906-, ha habido toda clase de injusticias a la clase trabajadora.

Desde jornadas larguísimas de sol a sol, muy bajos salarios, tiendas de raya y hasta esclavismos.

Situaciones que se presentaban en el campo mexicano, en la servidumbre de las haciendas y que después se agravaron en la industria textil y en muchos otros sectores.

Ese tipo de atropellos que también sucedían en todo el mundo, provocaron que se formaran separadamente en muchas naciones los primeros sindicatos, con el fin de unirse y solidarizarse con toda su clase trabajadora para beneficio de sus familias.

Fue así que en 1827 en Filadelfia, se unieron un grupo de mecánicos para luchar por sus derechos; igual se hizo en 1872 en México con la primera organización mutualista conformada en su mayoría por artesanos y obreros de hilados y tejidos.

Situación que provocó, a partir de entonces, que el gremio sindical se fuera profesionalizando para defender a sus trabajadores.

Primero de los patrones de la iniciativa privada y después del sector gubernamental.

Aunque a decir verdad, en algunos casos ha habido dirigentes corruptos y que se eternizan en la titularidad; y que lejos de velar por los intereses de sus agremiados, se convierten en caciques.

Ejemplos ha habido muchos, como los sindicatos de la CTM y otros que aglutinan trabajadores del gobierno.

Dígase Pemex, CFE, etcétera.

No obstante, debemos reconocer honrosas excepciones.

Porque en el caso de nuestro país, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha sido un ejemplo de congruencia en la lucha por sus afiliados.

Concretamente en Sonora, en los más de 60 años de vida de la Sección 54, siempre ha habido rotación o cambio de Secretarios Generales y Mesa Directiva, buena armonía y un propósito común de ayudar a mejorar la educación de nuestros niños y jóvenes.

Sin dejar a un lado el bienestar de sus agremiados.

El martes de la semana pasada, en el centro de convenciones Expo Fórum de Hermosillo, se realizó el Encuentro Estatal con la Estructura Sindical.

Fueron alrededor de mil 200 trabajadores de la educación que se hicieron presentes, además de los representantes sindicales pertenecientes a la sección que encabeza Jesús Javier Ceballos Corral, de los órganos de gobierno, de las escuelas, de los centros de trabajo, secretarios delegacionales y de los comités ejecutivos y ampliados.

Durante este evento se contó con la presencia del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño; del líder nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas; del secretario de Gobierno, Adolfo Salazar Razo; del ex director general de Isssteon, Froylán Gámez (que ahora se fue de candidato a Senador), con quien se hicieron buenos acuerdos a favor de los derechohabientes del SNTE 54; y obvio también estuvo el anfitrión Ceballos Corral.

De lo más importante de este evento, fue la ratificación de unir esfuerzos, tanto maestros como gobierno en favor de la educación en nuestra entidad; brindando las herramientas para hacer más eficiente el trabajo y estar a la altura de las inminentes necesidades de las nuevas generaciones de estudiantes de los 72 municipios.

Con esta aglomeración de mentores que velan por la educación de nuestros hijos, se confirma la buena armonía del SNTE 54 con las autoridades de gobierno; superando, incluso, a otras organizaciones sindicales que no tienen tanto acercamiento.

El Gobernador del Estado, lejos de mantener una buena relación profesional con los maestros de nuestros hijos, sigue fortaleciendo el sistema de becas en todos los niveles escolares; porque ya son muchos niños y jóvenes sonorenses beneficiados con este programa que coordinó precisamente Froylan Gámez y que ahora tiene en sus manos Manuel Cáñez.

Bueno, amigos.

 Por hoy es todo.

Seguimos en la semana.