Evocaciones memoriosas

45° ANIVERSARIO CASA DE LA CULTURA

1979 CASA DE LA CULTURA 2024



Héctor Rodríguez Espinoza

Y es placentero, a pesar de la ingratitud por las nuevas generaciones que nos gobiernan.

EVOCAR

Siempre es placentero evocar los buenos momentos en el ejercicio de una polifacética profesión jurídica, que me llevó a incursionar en la entonces inédita carrera política cultural. Un Estado en el que, la cultura, se identificaba con nuestra barbarie por los primeros lugares nacionales en la carne asada más grande del mundo (la maldición de José Vasconcelos), el fanatismo por el beisbol y el insaciable consumo de cerveza; y la esclavitud literaria del último sitio en el hábito de la lectura y el oficio de escritura.

La Universidad de Sonora, desde su fundación en 1942 hasta mediados de los 50s, era una "escuelota" secundaria, preparatoria y normal adscritas.

BREVES ANTECEDENTES

1950

Hasta entonces, la única actividad de esa índole eran las sesiones mensuales, de un puñado de románticos, de la Sociedad Sonorense de Geografía y Estadística y las de la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana, fundadas en 1956 por profesores de las escuelas mencionadas.

La escuela de derecho tenía apenas tres años de fundada y tenía la primera crisis de crecimiento, al irse a la UNAM 13 de sus alumnos 17 fundadores, por falta de profesores para materias de 3° año en adelante y de una biblioteca digna, necesaria y suficiente, rompiendo el encanto de la luna de miel de su fundación con quien tanto apoyó su creación, rector Ing. Norberto Aguirre Palancares y con su director, Lic. Enrique E. Michel. (Mi libro “Evocaciones de un Universitario”, 2016).

1960

La década de los sesenta transcurrió sin nada digno de recordarse en este ámbito. Sólo, intra muros de la Unison, la enseñanza y fines de cursos de música pianística y coral de Emiliana de Zubeldía, las giras de nuestra Banda de Música que dirigió el inolvidable Mayor Isauro E. Sánchez Pérez, las obras de teatro montadas por Alberto Estrella, las coreografías de la academia de danza de Martha Bracho en las ceremonias de graduación y las exposiciones de fin de cursos de la academia de pintura, de los profesores españoles Higinio Blat y su esposa.

1970

Ya en los 70s nos reunimos en la oficina del Prof. Luis López Álvarez.

Vivimos la crisis y caída del Gobernador Carlos A. Biebrich en octubre de 1973 y el arribo del sustituto, Lic. Alejandro Carrillo Marcor, amigo personal del Prof. Luis López Álvarez.

En una de las sesiones, Don Luis nos presentó la maqueta de lo que serían la Junta para el Progreso y Bienestar, era su presidente y la de la Casa de la Cultura, proyecto modernista asignado al Arq. Horacio Rubio Salcido.

La construcción estuvo siempre muy cuestionada, por el sitio de su edificación, el lecho del Río Sonora aguas abajo de la Presa Abelardo L. Rodríguez, cuyas avenidas eran cíclicas inundando el área y por donde los geólogos ubicaban, desde el antiguo vivero, una derivación de la Falla geológica de Hermosillo.

Don Luis platicaba que, incluso, el gobernador le había dicho "ni un ladrillo más a esa obra". Pero, terco, desobedeció y ordenó que siguiera.

Finalmente se concluyó e inauguró el último día del mandato de Don Alejandro, 10 de octubre de 1979.

Durante la campaña del gobernador electo, Dr. Samuel Ocaña García, se realizaron entusiastas foros de consulta popular especializados sobre –por fin- un primer programa de cultura, en la sede de Fonapas, antiguo casino de Hermosillo, organizados por un dramaturgo y director teatral, yucateco, Jorge Esma Bazán. Como era lo indicado y méritos en campaña, los promotores de bellas artes (teatro, danza, pintura y literatura), encabezados por Esma, ocuparon el nuevo edificio, albergando, desde entonces y hasta ahora, el Centro de Educación Artística del INBA, Cedart, nivel bachillerato.

Por la majestuosidad del edificio, la novedad de los talleres y atención al históricamente olvidado sur de la ciudad, desde su apertura hasta abril de 1982, la Casa cumplía con su cometido. Fue sede y escenario de la exitosa IV Reunión de la República, con la asistencia del presidente José López Portillo, su esposa, el gabinete y los mandatarios del país.

Un acto solemne fue en el hoy desaparecido monumento a Venustiano Carranza, el orador fue el Senador nogalense Jorge Díaz Serrano, caído después en desgracia, ¡preso 5 años!, por ese hoyo negro de los errores en la política o politiquería mexicana. 

Como convivían alumnos de distintas disciplinas y juguetonas hormonas artísticas y su director fundador era entusiasta y enérgico hombre de teatro –que naturalmente dominaba y prefería-, la inconformidad gestó un movimiento que se desbordó, hasta el límite de un plantón de protesta frente a palacio de gobierno.

MI ARRIBO    

Mi gestión en esta entonces criticada pero prometedora institución -y hoy desdibujada- del gobierno, fue más bien breve, si acaso un año nueve meses.

Egresado de la escuela de derecho (1966); litigante como pasante en Cajeme (1967-68); recibido de abogado (1968); laborar seis años en el Juzgado Primero de Distrito y en el Tribunal Colegiado de Circuito (hasta 1972); dirigir mi escuela de derecho (hasta 1977); laborar en el Tribunal Unitario del 5° Circuito (1981), en este año me invitó el Lic. Mariano Carreño Carlón a colaborar en la sub delegación del Instituto Nacional Indigenista y empaparme del indignante atraso económico pero rico en sus culturas autóctonas, de Pápagos, Seris, Yaquis, Mayos, Guarijíos y Pimas.

En abril de 1982 recibí sorpresivamente, del gobernador Samuel Ocaña García, la invitación para hacerme cargo de la Coordinación General de Cultura del Estado –antecedente del Instituto Sonorense de Cultura- y de la dirección de la Casa de la Cultura, en plenas crisis.

La primera actividad fue una visita artística a las comunidades Seris de Punta Chueca y Desemboque, que bien recordaba la actriz Sonia León (+) y otra hasta la perdida comunidad Guarijía de Mesa Colorada, que bien recordaba Mario Gaviña (+).

Fui el primero en publicar, El Imparcial (1980), la existencia de la olvidada etnia de Guarijíos en la sierra alta de Álamos, frontera con Chihuahua, que aparecía en un reporte del promotor agrario Ing. Arnulfo Villavicencio y cuyo primer antecedente fue un estudio antropológico de Howard Scott Gentry, de 1935. 

Fue 1982 el año del estallido de la crisis económica del país. (En agosto se decretó aquel drástico recorte del 8% del gasto público federal, seguido por los gobiernos locales, con todas sus consecuencias).

Los organismos culturales cuya responsabilidad se me confiaba atravesaban su propia crisis económica y política, pesado déficit y crédito cerrado. Discordias entre antiguos directivos y el personal, los tenían enfermos.

Lo primero, gestionar y obtener del Ejecutivo, el pago de pasivos. Después, depuración cuantitativa y cualitativa del personal.

En lo operativo, embonamos al subsector cultura en la subcomisión ad hoc del Comité de Planeación del Estado de Sonora COPLADES, para encauzar las acciones dentro del Plan de Desarrollo del Estado y eliminar improvisaciones y caprichos personales.

La clave era -y seguirá siendo- la coordinación y multiplicación de esfuerzos y recursos materiales y humanos de entidades promotoras de cultura, de los tres órdenes de gobierno.

Reforcé la amistad personal con Emiliana de Zubeldía, quien además de sus “cuitas”, una ocasión –huelga de la Unison- la apoyé para la presentación de su discípulo, Pedro Vega Granillo, exitosa, en la Sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes. También con Martha Bracho.

PROGRAMA CULTURAL DE LAS FRONTERAS

Lo importante para el país, en su identidad cultural, son sus dos fronteras, sobre todo la nuestra con el sur de Estados Unidos. En mayo se inició, en ambas, el Programa Cultural de las Fronteras, de carácter presidencial y apoyado por dos notables talentos desde la esfera central: Jesús Reyes Heroles y Juan José Bremer Martino.

Permitió practicar la coordinación, la filosofía del rescate, preservación y difusión de la identidad nacional en los municipios de la línea fronteriza con la dominante macro cultura del norte. Nos cabe el orgullo de que el programa inició en forma nacional, en Nogales, en diciembre. Para el año siguiente, lo extendimos a 29 municipios.

EVENTOS ARTÍSTICOS

Con el apoyo del INBA auspiciamos el Concurso Nacional de Novela Juan Rulfo, que ganó el literato Arturo Azuela; recibimos eventos de primer nivel, como la Ópera de Pekín, la Orquesta Sinfónica de la ciudad de México dirigida por Enrique Bátiz, obras de la Compañía Nacional de Teatro y el inolvidable concierto del cantautor uruguayo, Alfredo Zitarroza.

En la galería montamos exposiciones pictóricas, la de los muralistas Teresa Morán y Enrique Estrada; escultórica, del profesor Francisco Castillo Blanco; fotográfica, “El Hermosillo que se nos fue”, de “Memo” Moreno, a quien por cierto designé como profesor de fotografía, que enseñó hasta su jubilación.       

1980

La Casa de la Cultura -sin menospreciarla- fue sólo el asiento físico y el soporte humano de las tareas de coordinación de actividades, más allá de sus paredes y de los límites de la ciudad. Fue ese, siempre, atingente exigencia del gobernador Ocaña: no dejar que las actividades educativas absorbentes de los talleres de la Casa atraparan y atrofiaran la iniciativa de extender las acciones de gobierno al ámbito estatal.

Designé como mi asesor al maestro Amadeo Hernández Coronado (+) y director de la Casa al Prof. Ernesto López Riesgo (+). Grata e inapreciable la fidelidad del primero.  

Llegó el destape del candidato del PRI al gobierno del estado, Ing. Rodolfo Félix Valdez, una desbandada de quienes deseaban seguir en el presupuesto cultural, olvidando gratitudes y lealtades …

¿PENDIENTES?

- La terminación del teatro de la Casa, de altísimo presupuesto, con su original edificación, sólo se habían dejado sus cimientos. En la negociación del presupuesto para 1985 con el gobernador Ocaña, como testigo el celoso Secretario de Planeación, Lic. Marco Antonio Cubillas (+). Creí que los convencería con mi pregunta: “Señor gobernador, ¿heredará usted sólo los cimientos”. No los convencí. Presupuesto mata ideales.

Su terminación deberá abonarse a la directora, Lic. Obdulia Pallanez, además de basificar con justicia al personal administrativo, realizó una colecta pública para donar las butacas. Hoy es un buen teatro.

- Soñé con formar una orquesta sinfónica. No era su tiempo. Se hizo realidad con una incipiente orquesta juvenil y después la actual Filarmónica, con el gobernador Eduardo Bours (2003-2009), logro artístico que lo palidece, por la tragedia de la guardería ABC.     

¿SATISFACCIONES?

Aún con un siempre muy limitado presupuesto, haber colaborado en la difícil época de despegue del quehacer cultural del gobierno.

Haber abierto las pesadas puertas de las Secretarías de Programación y Presupuesto y de Planeación y Desarrollo y obtener, para siempre, una clave presupuestal del programa cultural; y luchar contra los tecnócratas a ultranza que suelen ver, en este gasto, una inversión ociosa, "porque no produce nada".

Haber sembrado, en muchos municipios, la semilla de la tarea cultural. Hoy existen, en varios, salas y casas de cultura, murales, monumentos, bibliotecas públicas, museos y otros espacios culturales para el pueblo. Va un

RECUENTO DEL GOBERNADOR SAMUEL OCAÑA:

- Plan de Actividades Culturales de Apoyo a la Educación Primaria, PACAEP.

- Creación del Instituto de Crédito Educativo.

- Creación de la Secretaría de Fomento Educativo y Cultura.

- Creación del Centro de Estudios Superiores del Estado CESUES, hoy UES.

- Creación de El Colegio de Sonora.

- Creación del Sistema Estatal de Bibliotecas.

- Restauración de Edificios Históricos:

* Antigua Cárcel Municipal, actual museo de la lucha obrera en Cananea;

* Antigua Escuela Secundaria, actual Casa de la Cultura en Arizpe;

* Antigua Casa de la familia de Alfonso P. García, sede de Radio Sonora y de El Colegio de Sonora, en Hermosillo;

*Antigua Casa de la Familia Uruchurtu, sede de la Sociedad Sonorense de Historia, en Hermosillo;

* Antigua Penitenciaría General del Estado, Museo de Sonora, en Hermosillo;

* Cárcel Pública Municipal de Guaymas;

* Antigua casa de la familia de Alfonso Bley, Museo Costumbrista de Sonora, en Álamos;

* Antiguo Edificio Soto, sede que fue de la PGJ del Gobierno del Estado, en Hermosillo

* Antiguo Cuartel del 14, oficinas de la Secretaría de Educación y Cultura, en Hermosillo.

- Sistema Estatal de Museos: Museo de los Yaquis, en Cajeme; Museo de los Seris, en Bahía de Kino; Museo del Transporte, en Navojoa.

- Mural sobre la Historia de Sonora, de Enrique Estrada, Teresa Morán y Héctor Martínez Arteche, Palacio de Gobierno del Estado, en Hermosillo.

- Catalogación de los monumentos históricos y artísticos del Estado.

- Centro Ecológico de Sonora, en Hermosillo.

- Sistema Estatal de Archivos Históricos de los Municipios, el Archivo y Biblioteca Central y el Archivo Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca, en México, D.F.

- Investigación y publicación de la Historia General de Sonora, en cinco tomos.

- Investigación y confección de Monografías Históricas Municipales y de las comunidades yaquis.

- Creación de la Banda de Música del Estado.

- Fondo para el desarrollo de la música popular de Sonora.

- Creación de la Dirección General de Radio y Televisión DIRTE, de Radio Sonora y adquisición del Canal 6 de Televisión, Telemax.

- Fondo Editorial del Gobierno del Estado y publicación de 46 títulos.

- Grabación de 8 discos de música sonorense por la Banda de Música del Estado.

- La ejecución del Programa Cultural de las Fronteras.

- La descentralización de los bienes y servicios culturales a los municipios.

- La coordinación de la Jornada por la Patria, desfile de los símbolos nacionales –original de la Constitución Política de 1917, la Campana de Dolores y la Bandera Nacional-, con motivo del 75° Aniversario de la Carta Magna de Querétaro, por la geografía del Estado, de Estación Don hasta San Luis Río Colorado.

JORNADA POR LA PATRIA

¿Cómo no recordar el contingente, civil y militar que el gobernador Ocaña, por conducto del secretario de gobierno, Lic. Carlos Gámez Fimbres (+), me encomendó coordinar: la Banda de Música del Estado, el agrupamiento de honores de la IV Zona militar, el maestro de ceremonias Lic. Roberto Rodríguez Ojeda (+), el fotógrafo Guillermo “Memo” Moreno y todos los reporteros de los medios?

Cada una de las estancias, vallas de miles de niños y jóvenes alumnos y profesores, solemnes ceremonias de abanderamiento, discursos oficiales y pernoctas, en Etchojoa, Navojoa, Cd. Obregón, Vícam Pueblo, Empalme, Guaymas, Hermosillo, Santana, Magdalena, Ímuris, Cananea, Altar, Pitiquito, Nogales y San Luis Río Colorado.

La Secretaría de Gobernación la calificó como la más exitosa hasta entonces.

ÚLTIMAS REFLEXIONES

Insistir en que el único modo de ejecutar un plan de desarrollo cultural para el Estado, desde el gobierno, si se quiere éxito y eficacia en las actividades, es la conjugación de elementos sine qua non:

a) La coordinación, la suma de esfuerzos. En Sonora no se puede hablar de un programa de desarrollo cultural del gobierno del Estado, sin multiplicar esfuerzos con las más importantes entidades que tienen los mismos objetivos: La Universidad de Sonora (2,500 profesores y 34,000 alumnos); las instituciones de educación superior, públicas y privadas; autoridades municipales; ISEA, INI, INAH, Dirección de Culturas Populares, ISSSTE, ISSSTESON e IMSS y otras,

b) Involucrar al magisterio. Un ejército promotor cultural de reserva;

c) Contar con los medios masivos de comunicación social; y

d) Involucrar a los sectores social y privado. La dispersión y competencia en la ejecución de los mismos proyectos, corre el riesgo de quedarse en la efímera realización de eventos que alivian momentáneamente, pero no curan, el grave padecimiento del cuerpo social de Sonora: la falta de cultivo de sus tremendas potencias espirituales.

LIBRO TESTIMONIAL

En una cena casual con el gobernador Ocaña, a pocos meses del fin de su mandato, me indicó que hiciera un programa de TV que divulgara lo que se había logrado. En una servilleta estuvo escribiendo cada uno, me sirvió de guión para grabarlo, con el auxilio técnico de Franco Becerra en DIRTE.

Me pareció efímero y de limitada audiencia. Amante de plasmar por escrito lo digno de conservarse, concebí escribir una Memoria, huella escrita, con el documento jurídico de cada acción e ilustrados.

Le encomendé a “Memo” Moreno las fotografías ilustrativas. Recién salido de la imprenta, di a luz “La Cultura en Sonora”, le entregué el primer ejemplar a Don Samuel en el pasillo de la planta alta del palacio, lo ojeó y hojeó unos minutos y, con su sequedad de hijo de Arivechi, me dijo: “¡Valió la pena, Licenciado!”.

De edición limitada y agotada, fue obsequiado a los asistentes a su último informe. El ISC recientemente lo digitalizó.

Algún día deberá de ser revalorado.     

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