Iguales

Entretelones
Samuel Valenzuela

Samuel Valenzuela

No podía esperarse otra cosa si su columna vertebral está conformada por cascajos del PRI, del PAN, a los que se suman los de partidos aliados, para en solo poco más de seis años en el ejercicio del poder, mostrar lo más nefasto de las prácticas partidistas y la podredumbre de la conducta humana.

El decálogo instruido por la presidente Claudia Sheinbaum y aprobado por el Consejo Nacional de MORENA, es un reconocimiento tácito, una confesión quizás involuntaria del acelerado deterioro de la ética al interior de ese partido y desde nuestra perspectiva, hará falta más de una carta para erradicar esos vicios, porque como bien se dice, perro que come huevo, aunque le quemen el hocico.

Claudia Sheinbaum.

El mea culpa del domingo pasado solo es un esfuerzo de contención urgente ante el continuado proceso de degradación del oficialismo y que inició prácticamente al arranque del sexenio de quien se dice vive plácidamente en La Chingada, cuya descendencia resolvió en poco tiempo el futuro económico de varias generaciones, así como con el acuerpamiento de corruptos del prianismo que marcaron pauta para dejar su marca en las obras insignia como filones de oro para dar continuidad a la nueva mafia del poder, ahora representada por una señora Sheinbaum que al parecer no gusta de cochis tan trompudos.

Ese decálogo ético resultará letra muerta a la menor provocación: la riqueza y el olor a la guayaba son imposibles de ocultar dada la vanidad humana; imposible sustraerse a la tentación de influir en favor de amigos, compadres y parientes para colocarlos en posiciones de gobierno o en candidaturas, en una práctica más evidente que en gobiernos pasados.

A lo mejor no es tarde para hacer el llamado a retomar sus principios, mantener la unidad, evitar el sectarismo o el exceso de pragmatismo es como confesión de parte, relevo de pruebas, a la luz de la pragmática mayoría construida con impresentables en el Senado de la República para disfrutar de la mayoría calificada.

Luisa María y Durazo.

El rechazo al corporativismo no supera las palabras, dado el manejo corporativo de los partidos satélites y organizaciones sindicales como del magisterio, de la CTM, la CATEM y el evidente uso partidista de los llamados programas del bienestar y el ejército de camisas pardas que con cargo al erario hacen activismo en favor de MORENA y verrugas.

MORENA y sus liderazgos hicieron de las prácticas del PRI un tutorial y ruta crítica para perpetuarse en el poder, aunque los del pasado no eran tan desfachatados y vulgares como los de ahora y como ya la situación es insostenible para quienes decían no ser iguales y resultaron peores, interviene de forma directa la presidente para retomar la ruta de la ética, si es que alguna vez la tomaron.

No puede haber colusión con la delincuencia ni organizada ni de cuello blanco, dice el noveno mandamiento del decálogo de la inquilina de Palacio Nacional, mientras el aún gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya lucía desparramado y feliz en su asiento, así como también los que evitaron la impartición de justicia en el caso de SEGALMEX; fueron cómplices de los multimillonarios sobre costos en la construcción de la refinadora Dos Bocas y el Tren Maya, evidentes resumideros de corrupción y nidos de delincuentes de cuello blanco.

Andrea Chávez.

Se insistió en que la dramática convocatoria presidencial no llevaba ninguna dedicatoria y es tal el cinismo que la senadora Andrea Chávez, recostada en su par en el senado, Adán Augusto López, hasta aplaudió cuando se subrayó la necesidad de respeto a los tiempos de los procesos internos y electorales y rechazo al derroche de recursos económicos en propaganda.

También como si no se sintieran aludidos, Gerardo Fernández Noroña, Sergio Gutiérrez Luna, Ricardo Monreal, entre otros, cuando se exige que todos los militantes de Morena deben conducirse con honestidad, humildad y sencillez. “No viajar en aviones o helicópteros privados, portar ropa de marca, o tratar mal a las personas, o andar con guardaespaldas y un séquito de camionetas para ir de un lado a otro, o comer en restaurantes caros. Luchar contra la discriminación, el racismo, el clasismo, el machismo, y no andar en congresos internacionales, usando recursos públicos para viajar al extranjero a hacer turismo político”.

Pues todas, corregidas y aumentadas, esas prácticas son por demás comunes en la nueva mafia del poder y ya se verá si una cartita y el correspondiente acuerdo del Consejo Nacional son suficientes para ponerles remedio, toda vez que contrario a los 10 mandamientos bíblicos, el de los morenistas no se infiere ninguna posible sanción contra quienes los quebranten.

Gerardo F. Noroña.

Al menos Sonora salió de gane en esta leída de cartilla, en donde se advierte evidentemente la mano, la mano dura del gobernador Alfonso Durazo Montaño, a la vez presidente del máximo órgano de autoridad del partido oficial, además encargado de la encomienda presidencial de poner la mesa y establecer las bases para dicha reprimenda.

Luce bien el de Bavispe ahora de domador de poderosos liderazgos y cacicazgos en MORENA, y más que el tal Andy López Beltrán y la Luisa María Alcalde Luján, él emerge como el hombre de todas las confianzas de la inquilina de Palacio Nacional, al cumplirle sus encomiendas con lealtad y eficacia, para por lo pronto ya disponer de reglas que acoten vicios de emisarios del pasado y que en los últimos años habían ganado mucho terreno en ese partido.

Pero para efectos del interés de los sonorenses, dicha relación entre el mandatario y la presidente debe resultar muy benéfica, ya que como dicen por esos rumbos, amor con amor se paga y como pago, el gobierno federal habrá de amacizar más apoyos presupuestales para la construcción de infraestructura comunitaria y acciones para elevar la calidad de vida de la gente.

Trump y sus estupideces.

Incluso, hay quienes proyectan que para septiembre próximo Durazo Montaño podría dar el salto a la Secretaría de Gobernación para desde ahí tutelar, supervisar y ser cabeza de sector en la conducción de los procesos electorales en 16 estados del país en 2027, entre ellos Sonora, o bien, relevar a la Alcalde Luján en la dirigencia nacional de MORENA.

Por lo demás, sin ningún empacho vamos a reconocer a la presidente Sheinbaum por su determinante rechazo a las pretensiones del fascista inquilino de la Casa Blanca de mandar el ejército norteamericano a territorio mexicano para combatir a carteles del narcotráfico.

Una invasión pactada de esa naturaleza en poco tiempo se convertiría en ocupación y no, no es garantía de que dicho apoyo militar extranjero pueda acabar con bandas criminales, mientras se mantiene vigente la alta demanda de drogas en territorio gabacho.

Además, agraviante el que el orate de referencia asevere que la jefa del ejecutivo federal le tiene miedo al narco y que por eso no tiene claridad de ideas, en el marco de una sarta de estupideces ya muy tradicionales en dicho sujeto, que un día quiere anexarse a Canadá, al otro comprar Groenlandia y recuperar el Canal de Panamá y al siguiente que Ucrania pague con tierras raras la asistencia militar gringa y material bélico en la guerra que sostiene contra Rusia, destacando su más reciente estupidez de subir a sus redes una creación de inteligencia artificial donde aparece como papa.

México en la mira del ejército de EEUU.

Habrá quienes consideren indispensable la participación de la armada estadounidense en territorio mexicano para darles en la madre a bandas del narco, pero tal alternativa sería como el caldo más caro que las albóndigas, porque a cambio de nuestra soberanía una intervención extranjera no acabará con el narcotráfico, así como no han podido acabarlo en otros países del mundo, como Afganistán, Laos, Camboya, Colombia y demás.

Ahora lo que toca hacer a México es romper con las complicidades del poder político y la delincuencia organizada en regiones y municipios, sanitizar corporaciones policiacas y sectores de las fuerzas armadas; fortalecer los sistemas de inteligencia y atacar con mayor decisión el lavado de dinero, entre otras acciones, que incluye profundizar en la estrategia de ir a las causas con un programa de jóvenes construyendo el futuro que bajo las actuales condiciones ha servido para maldita la cosa, porque no los ha disuadido de ser contratados por los carteles.

Y tales esfuerzos con el apoyo asistencial gringo, pero no de su ejército, y no será para acabar con el crimen organizado o el narcotráfico, sino al menos acotar su crecimiento y mantenerlo con cierto control para que no sigan causando tanta muerte en sus guerritas acá en México y tantos muertos por sobredosis en Estados Unidos.

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