Independientemente a creencias religiosas, resulta de sumo interés y es de gran importancia para todo el mundo, el resultado del ritual que culmina con la fumata blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina para anunciar el acuerdo de quien será el nuevo Papa y máximo jerarca de la Iglesia Católica.
Pues poquito pasadas de la seis de la tarde, hora de Roma, salió el mentado humo blanco ante el bullicio de la multitud reunida en la Plaza San Pedro y el sonar de las campanas de todas las iglesias de la capital italiana, para dar a conocer al mundo que los 133 integrantes del Colegio de Cardenales habían elegido al nuevo papa, luego del fallecimiento del Papa Francisco hace 17 días.
Poco después de aparecer la fumata blanca, se dio a conocer que el Papa 267° es el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost Martínez, quien al aceptar su asunción al superar los 89 votos requeridos de entre los 133 cardenales presentes en el cónclave, asumió por nombre León XIV.
Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955 y con apenas 69 años, León XIV es el primer papa nacido en Estados Unidos, aunque asumió la nacionalidad peruana luego de vivir y ser misionero en ese país sudamericano durante 40 años en la diócesis de Chiclayo, y además su madre es de raíces españolas.
Cercano al Papa Francisco desde que se conocieron en Buenos Aires, coincide con él en su compromiso con los más pobres y los migrantes y según los expertos, Prevost será un Papa prudente, además de ser referente en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia.
Ha elogiado la autenticidad evangélica de Francisco y su visión de una Iglesia humilde, al servicio de los necesitados. En una entrevista, recordó el primer viaje del Papa a Lampedusa como símbolo de su cercanía a los migrantes, y destacó una carta reciente en la que Francisco pedía a los obispos estadounidenses empatía hacia quienes sufren, en el contexto de las políticas de deportación masiva.
Eso es lo que dicen los que aseguran saber de este tema, que, en nuestro caso, lo más que sabemos sobre asuntos católicos y sus prácticas religiosas es por el libro de Mario Puzo, “Los Borgia, la primera gran familia del crimen”, en el cual recrea la gestión de poco más de 11 años del papa 214°, Rodrigo Borgia, quien ejerció su papado al morir Inocencio III con el nombre de Alejandro VI, entre el 11 de agosto de 1492 y el 18 de agosto de 1503.
No sobra recomendar la lectura de esa obra literaria en cuya presentación novelada, el autor recrea sobre la Europa del renacimiento y la restauración del trono papal único en Roma, y como se las gastaban los altos mandatarios eclesiásticos en burdeles, con varias amantes, eran corruptos, dados a la tomadera y extravagantes banquetes y en dicho ambiente, Alejandro VI, el Papa Borgia, y sus hijos César, Juan, Lucrecia y Jofre, hacían de las suyas. Muy recomendable la lectura de ese libro.
Por lo demás, no fuimos convocados por supuesto, pero de todas formas uno se entera de las tantas estulticias vertidas por la senadora Lorenia “La Sopita” Valles Sampedro en conferencia de prensa, donde al igual que su par “El Frijolito”, están enfrascados en la misión imposible de justificar ante la opinión pública su estancia en la cámara alta del Congreso de la Unión.
Agradecemos al fantasioso megaproyecto la omisión, porque ya no estamos para escuchar chorizos comparables como aquellos de la vieja guardia del PRI, especialistas en hablar mucho y no decir nada; poner la aburridora y llenar de saliva un tambo de 200 litros frente a la sufrida raza de la reporteada ansiosa por obtener alguna novedad, mientras del otro lado de la mesa hacen todo lo contrario.
Sorprendente la transformación de la señora senadora por Sonora al convertirse en una calca, y a veces mala calca del anacrónico priismo, luego de transitar por tan poco tiempo en las filas del oficialismo, cuando como oposición era otra cosa y su desempeño como representante popular y militante de izquierda era regido por el interés popular.
Seis años en el oficialismo bastaron para mimetizarse en el vetusto ejercicio al estilo del viejo PRI que tanto criticó y hacer de sus conferencias de prensa y discursos episodios demagógicos y plenos de lugares comunes de quienes no han hecho, o han hecho muy poco de provecho para quienes aseguran representar y más bien su función en el Senado ha sido y es para quedar bien con la cúpula de la nueva mafia del poder dirigida desde Palacio Nacional, con el legislativo como brazo ejecutor.
Hemos revisado el escaso material informativo generado por esa mediocre comparecencia ante representantes de medios de comunicación y lo que trasciende es el vacío, la falta de sustancia, su vacua verborrea, elusiva retórica y su falta de compromiso con lo concreto y lo tangible, en tanto que del comunicado oficial solo aguantamos la “entrada” por la inmediata provocación al vómito.
Esas son las consecuencias de su acelerado tránsito hacia la alta burguesía para desde su privilegiado atalaya, mostrarse sonriente y feliz de la vida ante las desgracias que sufre a diario el pueblo de México; lucir vestimenta de marca y peinados de estilista hasta en reuniones informales, en un contexto decepcionante para quienes creíamos que eran distintos.
Y no vamos a abundar mucho más, pero igual que ella anda el senador Heriberto Aguilar, solo que él es más simplón y rústico al faltarle un poco, todavía, del toque femenino que le sobra a la Lorenia, aunque sabemos que ya se polvea antes de aparecer en público, y algo es algo, además de recordarle que no basta tratar de poner cara de inteligente cuando no lo es. Juar, juar.
Y para quienes no saben, lo de la sopita y el frijolito se refieren a que como esa mancuerna de senadores se hacen los aparecidos con o sin invitación a cualquier evento convocado por otros, son como la sopita fría y los frijolitos que acompañan la barbacoa e infaltables en bodas, quinceañeras y bautizos.
Presumir de las andanzas legislativas no es nuevo y guardando las proporciones eso mismo anda haciendo el presidente de la directiva en el Congreso del Estado, Omar del Valle Colosio, quien un día sí y el otro también despliega esfuerzo propagandístico excepcional con entrevistas a diestra y siniestra, conferencias de prensa, tratando de que permee en la sociedad sonorense lo hecho por diputadas y diputados durante los últimos meses.
Dicho ejercicio “informativo” resulta obligado ya que se deriva de la inocuidad de los presuntos logros que no trascienden más allá del Palacio de Gobierno, desde donde se les marca la agenda legislativa, la mayor de las veces inexplicable e inentendible para la ciudadanía.
En el caso de la legislatura sonorense, la ausencia de debate dada la aplastante mayoría de representantes del oficialismo, limita en gran medida la dispersión informativa de los asuntos ahí tratados en la sociedad sonorense, y más cuando se tira a la basura dinero pagado a medios que en gran medida son fantasmas y carentes de influencia editorial,
Por estos factores y otros, obliga al diputado de apellido ilustre multiplicar sus esfuerzos para tratar de que algo llegue a la opinión pública del resultado del trabajo de diputadas y diputados, cuando a lo mejor, con impulsar debates en las sesiones del pleno como ocurría en el pasado, la gente se interesaría más sin necesidad de giras informativas.
En fin, puede decirse que debido a la apabullante mayoría de la representación oficialista en el Congreso del Estado, las dos últimas legislaturas han adolecido de la falta de debate como su principal flanco débil, con una oposición que si bien le hace la lucha, no la pelan y si insiste, simplemente no le conceden la palabra