¿Gentrificación anticipada en Hermosillo?


Se entiende que la gentrificación es el desplazamiento físico de un grupo de personas en condiciones casi precarias por otras de mayor poder adquisitivo, de un lugar o sector específico.

Dicho fenómeno social que se ha dado en los últimos meses en la Ciudad de México, ha hecho recordar el “apartheid” que tanto sufrió la raza de color en Sud Africa de 1948 a 1994 -año en que Nelson Mandela se convirtió en presidente de ese país-.

Misma segregación racial se ha registrado por siglos en Estados Unidos, donde todavía vemos represión y racismo contra muchos latinos, principalmente.

Ahora, con las libertades que brindan nuestros tiempos y la tolerancia de algunos regímenes gubernamentales, hay clases sociales encumbradas que manifiestan su inconformidad sin ninguna restricción o temor; y donde los poderosos concentran su fuerza social rechazando a los más vulnerables.

Es posible que en Hermosillo no solo se esté registrando un “apartheid” dentro de nuestro casco urbano, sino que se esté combinando una “gentrificación anticipada” donde los más pobres están siendo desplazados antes de ocupar sus viviendas.

Dicha situación tan preocupante, la han provocado los vecinos “clasemedieros” de los fraccionamientos de la Puerta Oeste, quienes coinciden con Doña Florinda al no querer cerca a la chusma que iba a ser beneficiada con las viviendas de interés social en uno de estos predios (conocido como CADAM) por parte del Gobierno Federal y Estatal a través del programa de Bienestar que coordina Fernando Rojo De la Vega.

Debido a que éste es un proyecto inmobiliario gubernamental, ha habido sensibilidad para ser escuchados y que las autoridades estén buscando ahora una reubicación que seguramente será mejor.

No obstante, y viendo la situación objetivamente bien, habría que tomar en cuenta muchos factores a favor y otros en contra, para que una familia de clase popular se decida a vivir en un sector fifí (como se les dice ahora).

Lo cual quiere decir que, NO ES TAN FACIL que un pobre se convierta en vecino de un rico en una zona exclusiva.

Primero, porque siendo gente humilde la que ocuparía esas viviendas, se tendrían rutas y accesos adicionales de traslado de los papás a sus centros de trabajo, o de los niños a la escuela; ya sea en carro propio o en camión.

Sobre todo, porque el nuevo vecino que pudiera ser un obrero de maquila, un albañil o alguien que se auto emplea quizá en la informalidad; tendría que trasladarse lejos a su lugar de trabajo. Digamos desde los alrededores del Estadio Fernando Valenzuela con rumbo al Parque Industrial, al centro de la ciudad u otra parte.

Igualmente los niños, que siendo hijos de asalariados, difícilmente podrían estudiar en las escuelas particulares del sector como son el Campo Grande o el Vanguardia; ya que es más viable inscribirlos en la Leona Vicario, Colegio Sonora -ubicadas en el centro de Hermosillo- o en algún plantel de La Manga o El Llano; o más cerca en las Secundarias y Preparatorias públicas que se encuentran en la colonia Las Quintas.

¡Vaya, pues!

Ni siquiera les quedaría cerca una taquería de precios más o menos populares para llevar a cenar la familia, como las hay en Villa de Seris y en la colonia Olivares; ya que lo más cercanos podrían ser los tacos Piña, los del Pitín o el restaurante Ball Park.

Un gasto o sacrificio que sí se podría hacer, claro, pero no tan seguido.

Aunque siendo sinceros, creo que habría más chance de que les alcance para cenar en los dogos del Miami.

Tampoco sería común ver que alguien de esa colonia popular que no se hizo, llegase tirando aceite por debajo del motor de su carro modelo 1997 para comprar -en auto servicio- un café de 120 pesos en el Starbucks de La Rioja.

Más difícil, todavía, sería encontrar cerca una sucursal de Súper Ley, un Aurrera o un Abarrey para surtir la despensa; ya que por el sector solo hay un Wal Mart, el Costco y muchas plazas comerciales con precios más caros.

Total que, sin tratar de ser un pitoniso, vidente o sabelotodo, es muy probable que ese predio de CADAM que estaba destinado para casas chicas y que las iba a habitar la raza de bajos recursos económicos y que son propiamente de la clase trabajadora, va a terminar siendo un mall o mínimo un fraccionamiento de clase media alta y al que los vecinos adoradores de Doña Florinda no le van a poner ninguna objeción.

Lo mejor de todo, a final de cuentas, es que al intervenir el gobernador Alfonso Durazo, se han estado viendo opciones de un nuevo predio para impulsar este proyecto que será de grandes beneficios para las familias de Sonora.

Por otro lado, y con posibilidades de que también se dé marcha atrás al proyecto original, los trabajadores cetemistas encabezados por el diputado Oscar Ortiz Arvayo, han hecho mucha presión social para que no se construyan los multifamiliares colindantes al sector de Altares, al sur de la ciudad.

Con todo y el riesgo de ponerse en mal con nuestras autoridades, el también líder de la CTM en Hermosillo se inconformó con el diseño o modelo de construcción que ordenó el INFONAVIT y que incluso ya inició en los alrededores de la Escuela de Policía, por rumbos de la carretera a Guaymas.

De hecho, este miércoles por la mañana, Ortiz Arvayo nos iba a acompañar en el grupo de periodistas de la Mesa Cancún, pero de última hora no pudo asistir porque recibió el llamado de Palacio Estatal a una reunión con el gobernador Alfonso Durazo y con el director de INFONAVIT, Octavio Romero Oropeza, con el fin de seguir buscándole una solución al problema.

Lamentablemente al cierre de esta columna, no pudimos conseguir más detalles de los resultados de la reunión.

Entre los argumentos que menciona el originario de San Pedro de la Cueva sobre el proyecto de vivienda, es que por la experiencia de los dúplex en la colonia Nuevo Hermosillo, los multifamiliares no son la única opción porque aquí tenemos espacio suficiente y no nos gusta estar tan apretujados como en la Ciudad de México.

Aparte, dijo, se provoca mucho hacinamiento, dejan pocos espacios para patios traseros, lo mismo que estacionamientos limitados y un sinfín de carencias (eso lo dice este reportero) como pavimento de poca calidad, saturación de drenajes y pocas áreas comunes como parques y espacios deportivos.

Bueno, amigos.

Por hoy es todo.

Hay que prepararnos con el tráfico para el próximo lunes, porque los chamacos de nivel básico entran a la escuela.

Mucho cuidado, pues.

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