El “pitazo” de Bomberos o una alarma digital, ante un toque de queda


 

El hecho de traer los astros alineados en pro de su futuro político, ha provocado que Javier Lamarque Cano sea más mesurado en sus declaraciones y acciones públicas.

Actuando con más cuidado, respetando los tiempos electorales y cumpliendo con el mandato superior de no hacer campaña anticipadamente.

Luego de visitar Hermosillo para realizar algunos trámites relacionados a su responsabilidad como alcalde de Cajeme, aprovechó para sostener encuentros con grupos de periodistas que lo cuestionaron sobre su posible candidatura de Morena al puesto de Gobernador.

El miércoles de esta semana, al dialogar con los columnistas y líderes de opinión de la Mesa Cancún presidida por Carlos Rodríguez Freaner, el veterano izquierdista fue prudente al ser referido como virtual ganador de la lucha que sostiene con varios de sus correligionarios guindas.

“Sí hay aspiraciones”, reconoció al referirse a su posible segunda candidatura a Gobernador, luego de la contienda constitucional del 2015 que ganó la priista Claudia Pavlovich, “pero tengo responsabilidades como Alcalde -de Ciudad Obregón-”.

“Tengo que dar resultados -como Presidente Municipal- porque es mi mejor carta de presentación”, aseguró sin titubeos el edil que, aparentemente es el más identificado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en sus visitas siempre lo saluda de manera efusiva o hace una referencia suya al micrófono.

Luego de ser cuestionado sobre su relación con los demás aspirantes que también quieren reemplazar a Alfonso Durazo Montaño en Palacio de Gobierno a partir del 2027, confirmó su amistad con cada uno de ellos y la advertencia de que “no habrá pleito en Morena”.

Independientemente de quién sea el elegido.

No hay duda, pues, que los años y la experiencia bien acumulada con conocimientos, producen en los individuos mucha madurez política y personal; por lo que Javier Lamarque no es la excepción, y lo está capitalizando bien con miras a un proyecto electoral en puerta.

Siguiente comentario.

Pudiera tener razón el activista Omar “Tato” Balderrama en proponer el toque de queda en Hermosillo para todos los jóvenes menores de edad, con el fin de que no sufran agresiones y que se bajen los índices delictivos.

Lo que no dice el presidente de la fundación AMOR Y CONVICCION, es cómo canalizar y con quién esta idea que pudiera ser un paliativo a tanto desarreglo violento que vivimos en nuestras calles.

En una entrevista que ofreció el “Tato” a un medio de comunicación local, hace alusión a los Diputados del Congreso del Estado que supuestamente deberían estar interesados en el tema y no lo están; ya que, da a entender que, a estas alturas de la 64 Legislatura, debería haber un debate o una socialización para analizar y tratar de resolver este problema social.

Lo cierto que un toque de queda a las 11.00 de la noche a las muchachas y muchachos que no tienen los 18 años de edad, nos hace recordar el legendario “pitazo” que salía desde la Estación de Bomberos y que se escuchaba todos los días por las colonias y barrios de Hermosillo a las 8.00 de la mañana y -creo- que a las 6.00 de la tarde.

Aunque a decir verdad, no creo que un toque de queda actual sería con el “pitazo” como lo daban los Bomberos de Hermosillo con su sirena; sino de una manera más digital o electrónica.

Digamos que, sería algo así como ver y escuchar la alarma anti sismo que se utilizó el pasado 19 de septiembre con texto y sonido en nuestros teléfonos celulares.

Ultimo comentario de hoy.

Oscar Ortiz Arvayo se ha convertido en uno de los Diputados locales más activos de la 64 Legislatura del Congreso del Estado.

Su liderazgo en el gremio de los trabajadores afiliados a los sindicatos de la CTM, lo han llevado a encabezar luchas sociales de gran impacto e importancia para las micro economías y el bienestar de las familias.

Un tema reciente donde intervino, fueron en las protestas y manifestaciones en contra del modelo o diseño de las unidades habitacionales que se supone ya están modificando las compañías constructoras en los predios de la colonia Altares, al sur de la ciudad.

En ese punto, hay que reconocer que Ortiz Arvayo se opuso ante el Infonavit y a un sistema de decisiones centralizadas desde la Ciudad de México, logrando incluso la visita a Hermosillo del director general, Octavio Romero Oropeza, con quien trascendió que hubo acuerdos.

Ahora en estas fechas y como si estuviera pegando un grito en el desierto, el Diputado local está haciendo un llamado al Congreso de la Unión para que se lleve al Pleno la propuesta de bajar de 48 a 40 horas las jornadas semanales de trabajo.

Decisión que mejoraría los entornos y la integración de nuestras familias en México, ya que de esta manera habría más tiempo para que los papás convivieran con sus hijos.

Entre muchos otros beneficios.

Por hoy es todo.

Seguimos en contacto.

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