El adelantamiento de los tiempos electorales rebasando al calendario oficial trajo consigo también la precipitación en las naturales ansias por figurar en las papeletas de los próximos comicios y con ello, el crujir de las contradicciones al interior de los partidos políticos, el afloramiento de viejas rencillas, la intensificación de los golpeteos y los amagos muy propios del reacomodo de las diferentes corrientes políticas internas.
En el bloque gobernante y por obvias razones -una ventaja que aparece irremontable- la suerte parece estar echada y todo depende de la decisión final en materia de género: si la candidata es mujer será Lorenia Valles; si es hombre será Javier Lamarque. O al menos eso es lo que han filtrado desde las cúpulas del poder, con la respectiva acotación de que ‘todo puede suceder’.
En el bloque opositor parece haber menos complicaciones, con un Toño Astiazarán corriendo prácticamente solo por la candidatura al gobierno del estado, pero de ninguna manera el camino está desprovisto de abrojos, sobre todo por las complicaciones que representa la confección de listas de eventuales candidaturas al resto de los cargos de elección popular.
Esta historia ya se vivió en 2021 cuando el guaymese avecindado en Hermosillo ganó la alcaldía, pero se recrudecieron en el camino de la reelección cuando los partidos de la coalición que impulsó su candidatura reclamaron las respectivas cuotas en candidaturas primero; luego en el gabinete una vez que fue reelecto.
Aunque el Toño no está afiliado a ninguno de los partidos que lo postularon, ha enviado más señales de cercanía con el PAN, pese a que en la reelección -y reconocido por él mismo en un evento del PRI- fue el tricolor el que le aportó más sufragios. Su ‘no militancia’ además, le ha permitido tener acercamiento con otras fuerzas políticas, señaladamente con el Partido Sonorense, de reciente creación y de mucho activismo sobre todo en el sur del estado, y más recientemente, no con Movimiento Ciudadano, pero sí con el dirigente nacional de ese partido, Jorge Álvarez Máynez.
Siendo, como parece, más cercano al PAN, es precisamente en ese partido donde tiene los principales escollos. Se sabe que la dirigencia estatal blanquiazul está copada por el liderazgo que ejerce el exgobernador Guillermo Padrés y sus secuaces. Todo mundo, excepto ellos, se da cuenta de que esas son sumas que restan, pero aún así están empeñados en sacar adelante la candidatura de Alejandro López Caballero, un ex alcalde de no muy buenos recuerdos en su paso por la presidencia municipal 2015-2018.
De hecho, hace unos meses Padrés convocó a su huestes a una reunión en la que ‘destapó’ al Toño para la gubernatura y a López Caballero para la alcaldía, lo que fue asumido como una línea a seguir en la dirigencia blanquiazul, lo que fue celebrado por todo lo alto en Morena, porque viniendo de cartuchos tan quemados como los de la horda padrecista, aquello fue como una palada de tierra sobre el Toño Astiazarán que, aún sabiéndolo, también es consciente de que incluso gente de tan malas mañas, algo suma. Ya será cuestión de evaluar si esa no sería una operación de suma cero.
El cinismo de los padrecistas es tan grande, que uno de sus más desprestigiados exponentes, Roberto Romero se atrevió a lanzar una velada amenaza a propósito de los guiños del Toño hacia Álvarez Máynez y de la invitación que este le hizo al Toño para que fuera candidato de MC a gobernador, el ex secretario de Gobierno escribió algo así como “nadie es indispensable". Viniendo de un personaje como ese, para el Toño debería ser un timbre de orgullo esa indirecta tan directa.
El punto es que apenas están calentando motores y ya se están dando con todo. Y deberían poner atención porque en el río revuelto en el que los trascendidos mencionan a Ramón Corral Jr., o a Flor Ayala Robles Linares como los candidatos de “El Toño”, podría colárseles un caballo negro que hasta ahora no ha hecho ruido ni levantado abiertamente la mano, pero que mantiene una muy buena relación con el alcalde y mejores en la dirigencia nacional del PAN.
Nos referimos a Moisés Gómez Reyna, que acaba de dejar la coordinación de asesores de Ricardo Anaya en el Senado, para asumir ese mismo cargo pero en la presidencia del Congreso federal que tutela Kenia López Rabadán. Ojo: esta es una pista no menor, considerando que en el PAN nacional, las candidaturas, preponderantemente en las capitales estatales tienen carácter de prioritarias.
Gómez Reyna es panista de larga data; sabe de política y de números; fue secretario de Economía en el gobierno padrecista pero desde hace mucho tomó distancia de ese nefasto grupo, y siguió construyendo su propia carrera.
No lo encarten, pero tampoco lo descarten.
Por cierto, no me lo crean a mí, pero chequen un dato que apunta a las mejores maneras de construir una derrota electoral. En Cajeme, donde el PRIAN perdió las elecciones en 2024 con goliza de 3 a 1 y hoy apunta a un 5 a 1, el ‘operador político’ del alcalde de Hermosillo es nada más y nada menos que Roberto Ruibal Astiazarán. Quienes saben de fracasos electorales, pero excelentes dividendos en el amasiato del poder económico con el político, sabrán lo que esto significa.
Esta historia, desde luego, también continuará.
II
En materia de violencia contra las infancias, en Sonora los números son preocupantes. Casi siete mil niños y niñas sufrieron algún tipo de violencia (física, sexual, sicológica o por abandono) en 2021, año en que se elaboró el estudio respectivo por los comités de Seguridad Pública tanto de Hermosillo como del estado.
Dos datos aumentan la gravedad del asunto: en el 92% de los casos no se tiene información sobre el tipo de violencia ejercida, y el sector más amplio sobre el que se ejercen las violencias es el de menores entre 1 y 5 años.
En ese contexto, diversas instituciones públicas y privadas están desarrollando programas para abatir esas escalofriantes cifras, que obviamente derivan de un complejo fenómeno multifactorial cuya solución nos involucra a todos y de manera señalada a las propias infancias, que deben pasar de ser objetos, a ser sujetos de su historia.
Para eso no debe regatearse ningún tipo de iniciativa para promover la no violencia, para involucrar a los y las menores en la narrativa de sus cotidianidades y para acercarlos y canalizarlos a las instituciones del caso.
El Congreso del Estado ha convocado a un certamen que busca visibilizar el fenómeno de las violencias contra las infancias, a partir de sus propias narrativas plasmadas en pinturas, dibujos, fotografías y literatura.
Este 11 de octubre es el Día Internacional de la Niña y en ese marco es que aparece la convocatoria a este certamen, lanzada por la Comisión de Derechos de la Niñez, Adolescencia y la Juventud, presidida por su presidenta Deni Gastélum, que estuvo acompañada por la diputada Gabriela Félix; la dirigente de la Red Feminista Sonorense, Leticia Burgos Ochoa y en representación de la Sección 54 del SNTE, Diana Lara.
La convocatoria está dirigida a niñas de 6 a 12 años de edad y busca fomentar su creatividad y participación social a través de distintas disciplinas artísticas, que son sin duda herramientas poderosas para fortalecer la libertad de expresión y reflexionar sobre el papel de las niñas en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
La fecha límite para el envío de obras es el 10 de noviembre y los resultados se darán a conocer el 18 de ese mismo mes. La convocatoria puede consultarse en la página del Congreso del Estado.
III
En relación con el comunicado difundido ayer a partir de la denuncia de derechohabientes del hospital Fernando Ocaranza, del ISSSTE, sobre la demora en la entrega de expedientes, la institución aclaró que el área de archivo clínico cuenta con personal suficiente, pero desde ayer se designó a un responsable del servicio con el propósito de optimizar los tiempos de espera.
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